Rivera: cometen medios agresiones peores que la violencia callejera
Salvador Guerrero Chiprés Ť Las agresiones ``muchas veces realizadas por los medios'', consideró el arzobispo Norberto Rivera Carrera, ``son más violentas y de mayor trascendencia que la violencia que vivimos en nuestras calles''.
Al aceptar una decena de preguntas de los reporteros los acusó de mentir, inventar y difamar.
Durante la homilía, en referencia a la campaña gubernamental sobre planificación familiar, afirmó que en los medios, en el mundo artístico, cultural, económico y político se difunden ``los antivalores del mundo''.
Los padres, exhortó durante la eucaristía, deben proteger la familia y evitar que los hijos pierdan la fe por influencia de esos ámbitos y sean ``desviados en doctrinas y comportamientos permisivistas''.
En la conferencia de prensa, donde trató de mantenerse lo más sereno posible, el jefe espiritual del catolicismo de la capital del país, expresó que verdaderamente no tenía conocimiento de la homilía del canónigo Raúl Soto, quien en la Basílica se refirió el viernes pasado a los donativos de los narcotraficantes Amado Carrillo y Rafael Caro Quintero, canalizados a diversas obras de ``sus comunidades''.
``Dije que yo no tenía conocimiento; a partir de ahí se me comenzó a agredir e inclusive a golpear. Yo creo que eso no es justo que se haga. Yo no golpeé a nadie'', comentó el arzobispo.
Frente a la alargada mesa de la sacristía de la catedral se le escuchó decir que su relación con los medios ha sido normalmente abierta y transparente. Así será, puntualizó, mientras ``se tengan claras unas reglas del juego que hay que respetar''.
La amabilidad fue desvaneciéndose al avanzar las preguntas de diez informadores que en algunos casos fueron considerados ``desconsiderados'' y ``agresivos'' por auxiliares de la sacristía.
Los encargados de prensa se esforzaron por convencer de que la confrontación de antier con los reporteros no fue responsabilidad de un ``inexistente equipo de seguridad'' o causada por la renuencia a abordar el tema por el cual fue requerido el arzobispo Rivera Carrera, pero el vínculo entre el arzobispado y la prensa llegó a un momento crítico.
En Tehuacán, de donde fui obispo, así como en esta ciudad, ``siempre he sido abierto; la mayoría de ustedes ha sido testigo'', señaló el arzobispo.
``Pero cuando se comienza a agredir a las personas, yo creo que no es justo. Yo creo que las agresiones que muchas veces realizan los medios son más violentas y de mayor trascendencia que la violencia que vivimos en nuestras calles, porque afectan a las personas, difamando, muchas veces diciendo mentiras, muchas veces inventando cosas que uno no ha dicho jamás''.
--¿A usted se le ha difamado?
--Sí. Varias veces. Varias veces hemos hecho el reclamo. Cómo no.
Rivera Carrera invitó a los reporteros a hablar directamente con el padre Raúl Soto. Dijo que pidió al canónigo quedarse a hablar con los reporteros ``para darle transparencia a la relación con los medios''.
--¿No puede usted aclarar entonces si la Iglesia ha recibido dinero del narcotráfico?
--El va a responder a eso. Yo jamás he recibido ningún cinco del narcotráfico ni tengo ninguna relación con ellos.
--En la Basílica mencionó que la Iglesia está siendo criticada interna y externamente, ¿a que se refería?
--Ustedes se darán cuenta leyendo los periódicos ahora.
--Pero hay denuncias y críticas con acreditada personalidad y origen. Usted comentó por ejemplo que por el reportaje de los Legionarios de Cristo se había recibido dinero. Ahora se le podría preguntar si le pagaron por pegarle al reportero.
Respondió con un mohín y ahí terminó la conferencia de prensa, sin restablecer la cordialidad y el estoicismo perdidos.