Intentó vender a una menor mexicana; una cómplice suya habla a La Jornada
Karina Avilés, enviada, Catarina, Guat. Ť Yolanda Soto Hernández participó en el tráfico de la pequeña mexicana que fue robada en Ciudad Hidalgo. Con el dinero que obtuvo reforzó su negocio de tamales de gallina, compró una vitrina, especias, platos y alguna ropita para sus niños.
--¿Cómo establece relación con su contacto?
--Lo que sé es que ella compra niños.
--¿Dónde los compra?
--No sé donde.
--Sé que los trae de México.
--Bastantes dicen que de allá vienen los niños.
--¿De Ciudad Hidalgo y Tapachula?
--Así se ha oído.
--¿Esto se lo dijo su contacto?
--Ella nos decía a nosotros que le iban a regalar los niños a su casa, pero después nos enteramos que ella sí traía niños de México.
--¿Desde cuándo sabía usted que su contacto se dedicaba al tráfico?
--Yo sabía que ella compraba niños, pero de allí regó la bola de que mantenía mujeres embarazadas en su casa, cuyos niños ella los iba a recomendar después.
--¿Cómo captaba su contacto a las mujeres embarazadas?
--Ella y su marido las iban a buscar a los bares, a donde sea; entonces, como a las mujeres les deja buen billete vivían con ella en su casa; luego, dejaban al bebé y se iban.
--¿A dónde llevaba a los niños?
--Allí a donde llevé a la niña (en las oficinas de la abogada y notaria Luz Estela Cuevas Figueroa de Chavarría, con domicilio en la tercera avenida 5-27 zona 1, Guatemala, Guatemala) ), allí iba a dejar a todos los niños; ella decía que esos niños iban para Canadá y otros lugares que no son de aquí. Ella decía que le pagaban 10 mil quetzales por niño, pero después supe que le daban 15 mil quetzales.
--¿De dónde sacó los documentos de la mexicana?
--Yo no saqué documentos, ella me los dio. A mí me trajeron el acta de nacimiento ya con mi nombre, pero ¡para saber de dónde la sacarían...!
--¿Cuánto le pagó su contacto?
--Trecientos quetzales.
--¿En cuánto compran a un niño?
--Bueno, a mí me llegaron a decir que les vendiera a esa nena (a su hija de tres años Blanca Anaí) cuando tenía seis meses de embarazo; una me ofreció mil 500 y la otra me ofreció pagar 3 mil, pero yo no quise dar a la nena.
--¿Quiénes eran?
--Una es del Recreo.
--¿Cómo se llama?
--Margarita.
--¿Y su apellido?
--No lo sé.
--¿Es una mujer conocida en la región?
--Es bien conocida, pero ahorita están asustadas. Ellos son los que querían que le vendiera a esta nena pequeña pero como me dijo mi mamá que nosotros no éramos perros para vender a nuestros hijos.
--¿Usted quería venderla?
--Nunca lo hubiéramos hecho.
--¿Cuánto dijo que le pagaban por venderla?
--Una me ofreció mil 500 quetzales, esa era doña Alita, pero ella mandó a otra que me pagaba los 3 mil. No le dije yo, si algún día tengo necesidad le voy a mandar a avisar.
--¿Sabe si han comprado a otros niños del pueblo?
--No sé, no le puedo decir porque ellos hacen sus negocios, aunque ahorita no pueden ver que uno está embarazada porque ya andan mirando a ver dónde.
--¿Estas personas compran o roban niños en México?
--Se ha oído que sí.
--¿Y que los manden de aquí para México?
(No responde).