La Jornada 23 de septiembre de 1997

El presidente, dispuesto a cubrir los mil 500 mdd que EU debe a la ONU Condiciona el Capitolio la liquidación del adeudo a una rebaja de 25 a 30% La reforma dependerá de que todos paguen sin condiciones: Kofi Annan

Afp, Ap, Dpa, Efe y Reuter, Nueva York, 22 de septiembre Ť El presidente Bill Clinton afirmó hoy ante el plenario de la Asamblea General de Naciones Unidas que su gobierno está dispuesto a pagar la deuda de mil 500 millones de dólares con la organización, y destacó que su administración trabaja con el Congreso, dominado por la oposición republicana, para aprobar una legislación que autorice el pago de la deuda y garantice que no vuelva a haber atrasos.

Los republicanos en el Congreso, sin embargo, han puesto como condición para aprobar el pago de la deuda estadunidense con la ONU que ésta se reduzca entre 25 y 30 por ciento.

Por su parte, el secretario general de la ONU, el ghanés Kofi Annan, subrayó durante su discurso inaugural de la sesión, que concluirá en dos meses, que para lograr una reforma satisfactoria del organismo se espera que todos los países, sin excepción, ``cumplan sus obligaciones, liquiden sus deudas y paguen las cuotas futuras a tiempo, totalmente, y sin condiciones''.

Annan rompió una costumbre de la ONU al tomar la palabra al principio del acto inaugural. En su discurso, manifestó su esperanza de que al concluir, dentro de dos meses, la actual sesión de la Asamblea General, se haya llegado a un consenso sobre las reformas que se llevarán a cabo en el organismo, para iniciar la fase de implantación de las mismas.

Pero aseguró que para que el proyecto de reformas pueda comenzar en el plazo previsto, los países miembros del organismo deberán ``cumplir lo que les exigen sus obligaciones legales'', y pagar sus contribuciones atrasadas. Aunque no mencionó en concreto a las naciones deudoras, Annan agradeció al magnate de los medios estadunidenses, Ted Turner, por haber donado, la semana pasada mil millones de dólares a la organización.

La ONU ha manifestado anteriormente que si hasta ahora ha logrado evitar la bancarrota es sólo porque ha recurrido a su fondo para operaciones de paz, que ya se ha menguado al máximo. Estados Unidos es el país más endeudado con el organismo mundial.

Clinton aseguró que ``por primera vez desde que soy presidente tenemos la oportunidad de superar de una vez por todas el tema de la deuda con la ONU''. Recalcó que su país fue uno de los fundadores del organismo, y que una de las prioridades de su gobierno es colocar al organismo ``sobre una base más sana en el futuro''. Clinton afirmó que una de las prioridades de su gobierno es ``colaborar con el Congreso'' para aprobar proyectos ``que nos permitan pagar el grueso de nuestra deuda y garantizar en el futuro la financiación de Estados Unidos a la ONU''.

El año pasado, el Congreso afirmó que sólo aprobaría el pago de la deuda estadunidense con la ONU si era posible reducir la a 819 millones de dólares.

En estos momentos, las negociaciones entre el Casa Blanca y la Cámara sobre la deuda podrían ser especialmente difíciles debido al debate surgido en torno a acusaciones de que Clinton y el vicepresidente Al Gore cometieron irregularidades en la financiación de la campaña electoral de su partido que culminó en la reelección del mandatario, el año pasado.

Numerosos países miembros de la ONU se han manifestado anteriormente en contra de que se dé un trato especial a Estados Unidos, pues esta nación debe pagar completa su deuda con la organización.

Debate por el escaño de América Latina en el Consejo de Seguridad

El canciller brasileño Luiz Felipe Lampreia aseguró que su país está dispuesto ``a aceptar las responsabilidades de una membresía permanente en el Consejo de Seguridad si así lo decide la comunidad internacional''.

El canciller chileno José Miguel Insulza, por su parte, reiteró el apoyo a la candidatura chilena, manifestada por él en la pasada cumbre de Río, y rechazó la propuesta argentina de que el escaño latino- americano en el Consejo de Seguridad sea rotatorio, al afirmar que debe considerarse seriamente la posibilidad de que un sólo país ocupe el asiento permanente.