Marco Rascón
Una astrología de Estado

Si ya existe determinismo económico e histórico, nada mejor que la astrología para la planificación hacia el futuro. Para acompañar la búsqueda de una política económica de Estado, la astrología es hoy la herramienta esencial para la predicción del cálculo económico de largo plazo y la explicación del comportamiento político individual como colectivo. Al nacer, las instituciones tienen un signo zodiacal y ascendentes; éstos se los dan sus respectivos fundadores y directores, guiados astralmente hacia claros destinos marcados por el universo.

Ya sabíamos que sólo había un camino: el marcado por el pequeño Aries desde 1988, en que gracias a la conjunción de Marte y Saturno la usurpación se hizo un acto aceptado y aplaudido; pero hoy ese camino será parte del Estado, de la nación misma, será infinito y se establecerá en el punto de unión de Piscis y Aries (principio y fin), lo cual significa que mientras exista el nombre de México, existirá para siempre el neoliberalismo y que cuestionar algún aspecto de la política económica, en adelante equivaldrá a cometer delito de sedición y sublevación, sabotaje; los críticos y los que ofrezcan alternativas o modelos económicos serán declarados un peligro a la seguridad nacional. Todo eso significa una política de Estado en materia económica, inspirada en los astros.

Esta propuesta coincide con la modernización que ha venido sucediendo desde hace algunos años en el CISEN (Centro de Información de Seguridad Nacional), donde los analistas han sido sustituidos por astrólogos, maestros de la metafísica. La inteligencia del Estado mexicano es una de las más avanzadas, pues gracias a Córdoba Montoya, quien en realidad es un psíquico, experto en esoterismo de Estado, las viejas fichas policiacas de ciudadanos, políticos, activistas, opositores, periodistas, comunistas, reos, etcétera, fueron tiradas a la basura. Desde entonces esas fichas personales han sido sustituidas por cartas astrales, lo cual quiere decir que el Estado, el CISEN, no sólo sabe lo que has hecho... sino lo que vas a hacer. Esto explica por qué muchos se quejan de detenciones y arbitrariedades, y alegan que no han hecho nada, pero la policía mexicana, la inteligencia del Estado, la SSP de Salgado y sus militares ya saben, por las cartas astrales, que quizás el detenido no ha hecho nada, pero sí va a hacer. Esto elimina investigar, interceptar llamadas telefónicas, inflitrar agentes; basta ver la cara a los sospechosos y conocer su signo, hora de nacimiento y ascendente para saber que el tipo anda en vísperas de hacer algún daño, y hasta el tipo de delito que cometerá. ¿Qué otra policía del mundo usa estos métodos? ¿Acaso no es un éxito saber los delitos que se van a cometer en el futuro y quién los hará? Mal haríamos en no aplicar este método en la economía; por eso ahora haremos una política económica de Estado por consenso: neoliberalismo forever, infalible, de predicción exacta que hoy nos pide 20 años para recuperar el nivel de vida de 1970.

En este contexto no habrá cambios de ninguna especie, aunque pueden suceder fenómenos como el que muchos miembros del PRD se conviertan en Güicho Domínguez y pierdan la cabeza por haber tenido más suerte que línea mientras jugaban sólo al reintegro plurinominal; en general, nadie deberá sobresaltarse. Los que han perdido el empleo, lo han perdido para siempre; los que ganan dos veces salario mínimo, lo tendrán para siempre; Televisa y TV Azteca seguirán viviendo de la nota roja hasta el infinito y su mal gusto perdurará y seguirá siendo extraído de la Vía Láctea.

Diputados y senadores podrán cerrar, pues basta que unan las cartas astrales de todos sus integrantes para conocer el voto de los próximos tres años, los argumentos y hasta las crónicas legislativas. Con una Astrología de Estado, los decretos podrán escribirse en una sola sesión, en función de la ubicación de cada planeta que guía las instituciones y los signos que rigen a los políticos.

Gracias a la astrología, en política ya podremos acabar con la máxima marxista de que el hombre es víctima de las circunstancias. Siendo los astros los que nos guían y predicho todo, el hombre es víctima de su día de nacimiento y el signo que lo rige, lo cual es el principal fundamento para una política de Estado en materia económica y de seguridad nacional, como nos ha propuesto nuestro Presidente Capricornio, ante el Congreso constituido en Virgo (sin el PRI) y respondido por Muñoz Leo.