La Jornada 24 de septiembre de 1997

CEESP: insuficientes, las medidas del BdeM

Humberto Ortiz Moreno Ť Las medidas anunciadas por el Banco de México son insuficientes para inducir la depreciación de la moneda y evitar su fortaleza; sólo buscan credibilidad y reputación a través de pronunciamientos que produzcan efecto psicológico en los mercados, manifestó el director del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), Raymundo Winkler.

Puntualizó que el mecanismo que utiliza el instituto central es ``demasiado discrecional'' y provoca confusión, porque no explica con qué bases va a definir sus acciones. La discrecionalidad es, por definición, ``inentendible'', juzgó.

Winkler Domínguez recomendó al Banco de México no utilizar su herramentaje monetario de manera sistematizada, ya sea ``en largo o en corto'', porque podría sobrecalentar la economía y ésta no lo aguantaría. Su posición, remarcó, tiene que ser en ``neutro''.

Consideró que si las medidas del banco central están orientadas a enfrentar la entrada considerable de capitales estrictamente de corto plazo, entonces ``son importantes''. Pero de acuerdo con las cifras del propio banco, esos recursos no están en el mercado y por eso es inexplicable ``ese arsenal'' de nuevas disposiciones.

La política monetaria puede ajustarse

En entrevista, el director del CEESP --organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial-- expuso que la política monetaria todavía puede ser objeto de ajustes y ``enriquecimiento o, mejor dicho, de añadidos'' a futuro, pero no a tal grado que esto signifique un cambio importante de enfoque ni en su sentido''.

Por lo que anunció el Banco de México, observó, ``cualquiera diría'' que ya hay ahora una estrategia monetaria expansionaria que va a implicar un mayor crecimiento del agregado o de la liquidez, o que por lo tanto van a bajar drásticamente las tasas de interés.

``Todo esto me parece, no va a ocurrir'', opinó Winkler y explicó por qué: dicha política debe tener, casi siempre, una postura neutra y sólo en circunstancias específicas o situaciones extraordinarias es válido utilizar un ``corto'' o un ``largo'', pero no como la norma ni de manera sistemática.

Argumentó que si el banco central tuviera permanentemente en ``corto'' al sistema, implicaría una política restrictiva que la economía no aguantaría, y si lo mantuviera en ``largo'', con objetivo de expansión, no sería ``deseable ni adecuado porque eso nos llevaría al surgimiento, en muy corto plazo, de presiones inflacionarias, sobrecalentamiento económico y luego, otra vez, alza de tasas de interés''.

Consideró que hasta ahora el banco central había limitado ``su caja de herramientas'' a solamente dejar ``neutro o corto'' el sistema monetario, pero no contaba con la posibilidad de dejarlo ``largo'' cuando considerara pertinente.

Winkler puso énfasis en la palabra ``posibilidad'', que aparece en algunas partes del texto del banco y se preguntó cuándo estas medidas serían aplicadas.

Mecanismo demasiado discrecional

Calificó de ``demasiado discrecional'' el mecanismo utilizado por el banco central, porque siembra dudas entre los agentes económicos y financieros.

``¿Cómo determinar que el comportamiento de las tasas de interés no es congruente con la evolución del tipo de cambio, por ejemplo? ¿Con base en qué va a decir: miren, no es congruente y, por lo tanto, hay que entrar a largo? Va a ser discrecional la decisión, punto...''.

Cita también otra posibilidad: cuando entren capitales de corto plazo. Pero da la casualidad, afirmó, que no han estado ingresando, ``por lo menos en cantidades importantes''.

Es más, recalcó, para empezar ``definan qué son capitales de corto plazo''. Todo lo que hace el Banco de México sería muy útil para enfrentar la entrada considerable de recursos estrictamente de corto plazo. Si este dinero está en el mercado, las medidas son importantes, pero conforme a las cifras del Banco de México no hay cuantiosos volúmenes de capitales en esas condiciones, agregó.

Winkler Domínguez resumió en tres puntos su análisis: el banco central no utilizaría de manera sistematizada los ``largos'', más que de manera excepcional.

Hay que recordar, corrigió, que varios instrumentos que ha anunciado el instituto central, de hecho no los ha utilizado. Y es que si tienen una buena reputación y credibilidad, los bancos centrales pueden actuar a través de pronunciamientos para producir un efecto psicológico en los mercados e inducir determinadas acciones.

En segundo lugar, abundó Winkler, las tasas de interés en una primera instancia, aún sin utilizar el ``largo'', por ejemplo hoy, no pueden bajar rápidamente ``simplemente por el mensaje'' que el banco está enviando.

Sin embargo, descartó que puedan descender continuamente como resultado de las disposiciones enunciadas. Calculó que lo más que pueden disminuir respecto del nivel actual son dos puntos porcentuales durante no más de tres a cuatro meses, con todo y las medidas del banco central.

``Por más acciones que intente llevar a cabo el Banco de México, u otras autoridades, pueden influir, afectar un poco la dirección de alguna de las variables, pero no la dirección que imprimen de manera fundamental las fuerzas del mercado...''.

--¿Cuál es la lectura?

--El banco central quiere compartir con los participantes del mercado algunas de las preocupaciones de ellos. Me da la impresión de que trata de contemporizar. De que no prevalezca la imagen que se ha estado creando de que es renuente o insensible a las preocupaciones de los agentes económicos.