La Jornada 24 de septiembre de 1997

Comisión anticrimen de los 3 poderes de la Unión, pide magistrado

Jesús Aranda Ť El ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación Juventino V. Castro y Castro propuso la formación de una comisión mixta de los tres poderes de la Unión, para definir acciones concertadas para atacar los graves problemas de inseguridad pública, corrupción, narcotráfico, delincuencia organizada, así como el pleno respeto a las garantías constitucionales.

En entrevista con La Jornada, Castro y Castro señala que ante la grave situación que atraviesa el país los tres poderes de la Unión deben unirse y formar un plan estratégico conjunto, en el cual, ``nadie le eche la culpa al otro, sino que todos se complementen y ayuden'', además de adoptar medidas legales para salir adelante por medio de una comisión nacional de lucha contra la corrupción.

La Suprema Corte, enfatiza, debe asumir su papel como ``cabeza de un poder'' e ir más allá de la resolución de controversias legales y debe ``responsabilizarse más con la solución de los problemas que enfrenta el país''.

Al respecto, el también presidente de la Primera Sala de la SCJN, establece que el Poder Judicial federal tendrá que actuar con ``valor, dignidad, autonomía y ética, para que no termine por ser ``sometido'' por cualquiera de los otros poderes.

-En las circunstancias que atraviesa el país, de inseguridad, corrupción, narcotráfico, ¿qué papel debe asumir la Suprema Corte de Justicia de la Nación?

-La Corte no nada más tiene que aplicar las leyes y vigilar el respeto de las garantías constitucionales o actuar nada más como tribunal jurisdiccional. Si nosotros entendemos que la Corte es la cabeza de un poder, el papel debe ser unirse con los otros dos poderes y todos formar un plan estratégico conjunto en el cual nadie tenga que echarle la culpa al otro, sino todos complementarse y ayudarse y los tres poderes pedir a la población lo que estamos esperando.

En otras palabras, no confundamos la jurisdicción con el poder político. Ambas cosas pertenecen a la Suprema Corte, pero en forma limitada.

-En este sentido, ¿cuál sería la aportación concreta de la Corte?

-No, la Corte no lo ha hecho, yo estoy haciendo proposiciones de una estrategia que es el documento que repartiré a partir de la semana entrante entre muchas personas: formar una comisión mixta de los tres poderes, de los cuales a su vez, salga una comisión nacional de lucha contra la corrupción la cual sí tomaría muchas medidas, algunas legales y otras de tipo material.

-El que tengamos una nueva realidad política, un Congreso plural es visto por algunos con temor. ¿Qué repercusiones tendría esto para una iniciativa como la suya?

-Evidentemente, parte de los trabajos de la comisión se deberán transformar en leyes. Un Congreso pluripartidista con posiciones encontradas y distintas significaría que cada fracción hiciera sus pro- puestas y cada quien vería donde está la parte floja, la parte falsa, la parte que está fallando y entre todos harían algo mucho mejor.

``Pero, además, insisto, si el Legislativo legisla, y el Ejecutivo aplica las leyes y el Judicial juzga la aplicación de las leyes, entonces que no se olviden que los tres son poderes, o sea, que los tres representan lo que el pueblo quiere o tratan de interpretar lo que el pueblo quiere, y ahorita lo que el pueblo quiere es paz, trabajo, salario digno, y aunque les cueste trabajo pensar, el pueblo quiere instrucción y capacitación''.

-¿El hecho de que algunos vean todavía al Poder Judicial como dependiente del Legislativo, no le quita fuerza en una iniciativa como la suya?

-Le quitaría fuerza a un Poder Judicial que se sometiera a cualquiera de los dos poderes o a ambos, eso es lo que le quitaría fuerza, aunque tuviera poco campo el Poder Judicial, pero si lo lleva con dignidad, con valor, con autonomía y con ética, no importaría que el papel del Judicial fuera el más modesto.

-¿Eso le ayudaría a crecer al Poder Judicial?

-Lo obligaría a crecer, a medida que al Judicial se le responsabilice más en la solución de los problemas de México. Es lógico que le irán tocando papeles, entonces, es lógico que le va a tocar tomar una determinación: qué tanto de nuestro trabajo lo dejamos a lo jurisdiccional, qué tanto para ver el bien de México en todos sentidos.

-¿Es decir, que la actuación de la Corte vaya más allá de emitir un dictamen?

-Más allá de dictar sentencia y de decir si estuvo bien aplicado el derecho, en cooperación con los otros dos poderes, cómo acabamos con esos grandes problemas: corrupción, inseguridad, narcotráfico, delincuencia organizada y, sobre todo, el poco respeto que se tiene hacia nuestros ciudadanos que desgraciadamente tienen que huir del país, porque aquí no pueden mantenerse y allá se encuentran con un trato todavía peor.

Concluye el ministro que un paso inicial sería dejar atrás la ``discusión estéril'' sobre quién es el corrupto que deja libres a los delincuentes, el Ministerio Público o el juez.

``Lo que importa es que haya seguridad y justicia para la población en general. Si nos peleamos entre nosotros (sobre todo, entre la Procuraduría General de la República por un lado, y el aparato judicial federal por el otro), la que va a seguir perdiendo es la ciudadanía.