ASTILLERO Ť Julio Hernández López
El Partido de la Revolución Democrática ha entrado ya al jabonoso terreno del debate entre pragmatismo y principios.
Por debajo de la espuma electoralmente victoriosa se mueven corrientes y elementos que no tienen la transparencia ni la textura que en la superficie mueve a los electores a votar por la opción del nuevo sol. Sin embargo, muchas veces se justifican tales presencias con la necesidad pragmática de sumar para ganar.
Hoy, que el PRD es ya una realidad instalada en el ejercicio del poder, necesita enjuiciar, depurar y corregir, a riesgo de que la enorme esperanza generada se convierta en una terrible decepción frustrante.
En Veracruz, la asfixiante tozudez de la dupla de Patricio Chirinos y Miguel Angel Yunes ha hecho muy difícil el desarrollo de opciones como el PRD. Ciertamente, el esfuerzo para quitar del poder al salinismo allí empedernido tiene pocas esperanzas electorales si se opta por fórmulas tradicionales, pero también son ciertos los altos riesgos que en materia de principios conllevan alianzas como las que ya hicieron candidatos a presidencias municipales a personajes cercanos a Dante Delgado, Fernando Gutiérrez Barrios e Ignacio Morales Lechuga.
Ahora, con su renuncia al PRI, el ex procurador federal y capitalino aparece como una opción en busca del apoyo del PRD y el PAN. Temas como el narcotráfico, la violación de los derechos humanos, y el enriquecimiento, estarán en la mesa de discusiones y, en ese terreno, aun con la expectativa pragmática de conseguir votos en Veracruz, es posible que el PRD pierda más que ganar.
Cocopa: argumentos y resultados similares
Días atrás ya estaba decidido que los diputados federales representantes del PRI en la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa) serían el coahuilense Javier Guerrero y el duranguense Angel Sergio Guerrero Mier.
El primero fue subdirector del DIF con Mario Luis Fuentes --cargo que dejó para ganar por segunda ocasión una curul por el distrito de San Pedro de las Colonias, de donde también fue presidente municipal--y ha llegado a la Cocopa encomiado por su sensibilidad política y social.
El segundo tiene una larga carrera legislativa y partidista regida siempre por la disciplina institucional. Como senador, acaba de dejar la conducción de la comisión de ese ámbito encargada de investigar el asesinato de Luis Donaldo Colosio.
Sin embargo, las habilidades de Guerrero Mier no fueron suficientemente apreciadas y, en su lugar, quedó Roberto Albores Guillén, diputado por Chiapa de Corzo, Chiapas, con quien se garantiza no sólo la fidelidad institucional que habría en el propio Guerrero Mier, sino además la sujeción directa al mando político del gobernador Julio César Ruiz Ferro, y un mayor endurecimiento político.
Para justificar el cambio en uno de los representantes priístas a la Cocopa se invocó el sentimiento regional de los demás diputados chiapanecos, que habrían exigido que en la comisión relativa al asunto más grave de su tierra estuviera un propio.
En el PRD, por su parte, nunca hubo dudas respecto a uno de los dos representantes: Gilberto López y Rivas, cuyo conocimiento del zapatismo le instaló al margen de los jaloneos que, en todo caso, se trasladaron a la segunda posición disponible.
En la lucha por esa segunda posición compitieron Bernardo Bátiz y Carlos Morales Vázquez, pero al final, con argumentos parecidos a los usados en el ámbito priísta, se optó por un chiapaneco, en una maniobra benéfica para la corriente de Porfirio Muñoz Ledo y con el riesgo, que ven algunos perredistas, de que esa segunda posición sirva para dialoguismos y maniobras negociadoras orientadas más a propósitos de índole grupal que a los de la búsqueda genuina de la pacificación chiapaneca.
Mariano Palacios: historias de familia
En la columna de ayer se decía que en la formación del nuevo buró directivo priísta había ``la versión no confirmada de un increíble cuñadismo'' y que, ``siendo de tal dimensión el presunto yerro'', se había buscado sin éxito en tres distintas oficinas del PRI nacional una confirmación del dato antes de hacer comentario alguno.
La versión es cierta: Enrique González González sí es cuñado de Mariano Palacios Alcocer.
Sin embargo, se ha tomado la decisión de retirarle a González González el nombramiento de coordinador de giras con la explicación de que el anuncio en su favor fue un equívoco proveniente del hecho de que, provisionalmente, se encargaría sólo de la organización de las dos primeras giras del nuevo presidente del PRI, que serían a Jalisco y a Michoacán.
Ahora, la coordinación de giras será ocupada por el diputado chiapaneco Francisco Javier Martínez Zorrilla, quien ya antes había ejercido funciones logísticas similares con el propio Palacios Alcocer.
Pero los involucramientos familiares no quedan allí: la esposa de Alejandro Lambretón, recién nombrado coordinador de asesores de Palacios Alcocer, es María Concepción Lucía Alcocer Herrera, prima de Mariano. Vale consignar que la relación política entre Lambretón y Palacios Alcocer es anterior a la familiar y que, según se explica en el comité nacional priísta, la designación actual es de índole estrictamente política. Lambretón tiene una larga carrera desarrollada en Nuevo León.
Astillas: El general Enrique Salgado Cordero vino a poner la situación de la inseguridad pública en el Distrito Federal en un impensable punto de jaque para el próximo gobierno: exacerbadas las demandas populares de mano dura, la administración venidera tendría que optar por tales mecanismos de represión extrema, a riesgo de aparecer como blanda e ineficiente ante los electores... Para efectos priístas, en Tabasco y en Veracruz los gobernadores han asumido a plenitud la responsabilidad de los próximos resultados electorales. En Jalisco es donde están actuando directamente los enviados del comité nacional... La investigación camaral de la privatización ferroviaria y de la violación a los derechos laborales puede ser el modelo que se siga para muchos otros casos en los que San Lázaro se convertirá en el santo patrono de causas antaño perdidas a causa del mayoriteo priísta...