Clonación en moratoria. Más de 52 mil biólogos en Estados Unidos decidieron voluntariamente suspender por cinco años todo intento de crear un niño por el proceso llamado clonación. Catorce sociedades científicas estadunidenses lanzaron una moratoria de cinco años sobre el discutido proceso. Esperan de esta manera tranquilizar a la opinión pública, tan alarmada desde que biólogos escoceses lograran producir una borrega empleando una célula común adulta, sin intervención de las células sexuales, ni el óvulo ni el espermatozoide. Es el proceso llamado clonación. El presidente Clinton dejó sin fondos federales, desde marzo pasado, a los investigadores interesados en clonar una persona y ya se habla de legislar en torno al debatido tema. Piensan los investigadores que, bajo la presión actual de la opinión pública, dicha legislación podría ser excesiva. Por lo mismo, han preferido esperar a que las aguas se calmen. Por medio del proceso de clonación, ya empleado con entero éxito al producir la borrega que recibió el nombre de Dolly, se podría duplicar un ser humano, tanto vivo como muerto. Para hacerlo basta con tener el núcleo de una célula de su cuerpo, implantar ese núcleo celular en un óvulo al que se le haya eliminado su propio núcleo, y el producto resultante implantarlo en cualquier mujer para la gestación hasta el nacimiento. El humano así nacido no tendría parentesco alguno con la mujer que lo diera a luz ni con la que suministrara el óvulo. En cambio, sería genéticamente idéntico a la persona de quien se hubiera tomado el núcleo celular, ya hubiera sido hombre o mujer. Los biólogos desean dar cinco años a la sociedad para que el proceso pueda verse en sus términos reales, sin los ánimos caldeados. Con esta moratoria se espera que otros experimentos biológicos, menos inquietantes, como la producción de leche humana en vacas tratadas genéticamente, no sean detenidos. L. G. A.