La Jornada 29 de septiembre de 1997

Razzias o toque de queda, extremos del autoritarismo: Amalia García

Alonso Urrutia y Miriam Posada Ť La disyuntiva planteada por los mandos militares sobre la aplicación de los operativos policiacos o una futura necesidad del toque de queda ``en realidad son dos extremos de una misma visión autoritaria. Es inaceptable porque supone que el destino ya nos alcanzó y que la única alternativa que se nos propone es la consolidación de un régimen autoritario, policiaco y persecutorio'', afirma Amalia García, senadora electa.

La también consejera de la Comisión de Derechos Humanos del DF opina que el avance de la delincuencia organizada no puede explicarse racionalmente sin el involucramiento de altos mandos policiacos en la cadena delictiva que no se combate. ``Pareciera que al extraordinario poder económico tienen un importante poder político que impide su desmembramiento''.

En el balance de la situación de los derechos humanos a cuatro años de la creación de la CDHDF, García subraya que el órgano que encabeza Luis de la Barreda --que aspira a repetir un segundo periodo-- se ha caracterizado, entre otros aspectos, por dos elementos: por ser la única que se ha atrevido a hacer una recomendación por tortura y por no circunscribirse a la investigación de casos, sino también por asumir causas sociales.

No se defiende a delincuentes

García dice que la CDHDF ha abanderado causas como la prohibición del certificado de no gravidez a las mujeres, en apoyo de las prostitutas de La Merced o presentando iniciativas de restructuración de las corporaciones policiacas.

Al abundar en el tema de la relación inseguridad-derechos humanos, García señala: ``ni violación a los derechos humanos pero tampoco impunidad. La comisión no defiende delincuentes, pero combate los abusos de poder que representa la principal denuncia que recibe''.

Ex presidenta de la comisión de Seguridad Pública de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal, cuando se elaboró la ley de Seguridad Pública, dice que es un ordenamiento legal archivado por la autoridad, lo que incide en que no haya una política real de profesionalización de los cuadros policiacos y a cambio se preserve una visión autoritaria.

--¿Han fracasado los militares?

--Absolutamente, porque no tienen esa visión de profesionalizar la policía, de investigación científica, no tienen en el centro la posibilidad de incorporación social para el combate a la corrupción. Lo que se tiene es una mano dura con algunos ámbitos, pero una mano dura que selecciona, pues no combate a la corrupción y su vínculo con la delincuencia.

Tras indicar que hay un cierto avance hacia consolidar una violencia institucional, García considera ``preocupante, sobre todo en un entorno político tan complejo, que la alternativa que nos quieran proponer frente a la violencia de los delincuentes, es la violencia del Estado''.

La perredista sostiene que en momentos críticos es importante recurrir a la historia: ``en la Italia fascista se vanagloriaban de la seguridad que había y que la gente podía dormir con las puertas abiertas. Era cierto, pero porque los delincuentes eran ferozmente perseguidos y porque a cambio había un estado policiaco, autoritario y de terror''.

Al analizar las políticas de seguridad, García manifiesta que en la ciudad existe impotencia y fracaso en la autoridad que pone como alternativa un estado policiaco y persecutor. Las razzias que ha aplicado son totalmente inoperantes, son ``medidas publicitarias tendientes a acallar la inconformidad de la ciudadanía que a un efectivo combate a la delincuencia''.

La senadora electa agrega: ``hay delitos que no pueden explicarse sin la connivencia de las autoridades. El narcotráfico a nivel federal o el robo de autos y camiones de carga en la ciudad, porque involucran una cadena''. Quien roba autos o quien roba las mercancías no lo hace sin tener conocimiento de dónde las va a vender, ``son cadenas altamente sofisticadas que involucran a algunos funcionarios''.

Al referirse al escenario del nuevo gobierno, la perredista descarta el de la ingobernabilidad, pues es una administración con el respaldo de millones de votos que sufragaron por otro proyecto. ``Estoy segura de que habrá una investigación profunda a las cabezas de la delincuencia'', concluyó.