En Caminos del Che, Serguera narra la lucha del rebelde en Africa
-¿Por qué tardó tanto en sacar este libro?
-Esperé 32 años para publicarlo, pero no lo escribí en seis meses, lo he trabajado años, porque el tema es particularmente difícil para mí; hay situaciones, hechos y decisiones cuya complejidad, por una parte, requiere meditación y, por otra, había que esperar a que la coyuntura internacional y el tiempo permitieran decir cosas que antes era muy complicado expresar.
``Hay situaciones descritas en el libro que hubieran provocado problemas en las relaciones con la Unión Soviética, pero ahora ya se pueden decir. Por otro lado, ya no soy un alto funcionario de gobierno, sino un hombre retirado, así que los criterios y las opiniones personales únicamente me alcanzan a mí: soy responsable de lo que afirmo, nadie podrá sentirse afectado en el terreno internacional por lo que digo en el libro. No miento, no exagero.
Nombramiento de autoridades rebeldes de la región autónoma durante
la misa y declaración del municipio autónomo Ernesto Che Guevara,
en la zona de Ocosingo, Chiapas. Foto: Frida Hartz
-Hay muchos libros sobre la figura del Che. ¿El suyo es condescendiente o crítico?
-En primer lugar, este libro no fue escrito con la idea de publicarlo en el 30 aniversario de su muerte, eso es una simple coincidencia; jamás se propuso provocar una polémica con ningún autor, porque ninguno de los temas que se apuntan en esta pequeña etapa los conoce nadie al dedillo, así que esta es la primera vez que se habla de ello. Si alguien niega algo de lo que digo, primero tiene que demostrarlo y luego esperar una respuesta contundente.
``Este libro es un homenaje al Che, porque muchas veces se habla de él pero no se explica cómo pensaba. El pensamiento del Che es muy complejo y naturalmente su alcance es difícil. La concepción estratégica de lucha antimperialista en Latinoamérica y llevarla a Africa estuvo en su cabeza y en la del Fidel en esa época, y esas son cosas que no pueden evadirse.
Necedades intelectualoides
-¿Por qué no prosperó la penetración cubana en Africa?
-Hubo fuerzas extrañas que propiciaron varios golpes de Estado a los que me refiero en el libro, incluso hubo que esperar 15 años para volver a Africa y solidarizarnos con Angola, y así evitar que los sudafricanos impidiesen su independencia. Muchos autores, periodistas inclusive, tienen una visión muy regional del problema y, además, ideas erróneas sobre los líderes de la revolución cubana, que no son ajenas a influencias exteriores de carácter propagandístico, y quieren explicar cosas por caminos trillados que solamente se entienden por la experiencia propia, que en el caso de nuestra revolución es muy particular. Por eso intento explicar las razones que nos llevaron a Africa.
``Además, no se puede ver la presencia del Che en Africa como la de un aventurero con afán de protagonismo histórico, esas son necedades que sólo caben en la cabeza de intelectualoides o de revolucionarios a medias.
-¿Por qué sólo seleccionó la etapa de 1963 a 1965?
-Porque va de la llamada ``crisis de octubre'' hasta el colapso africano. Es un periodo en que la concepción ideológica del Che y su lectura de la revolución a escala mundial fue influida por dos elementos: el hostigamiento permanente de los yankis contra Cuba y la guerra inexplicable y absurda contra el pueblo de Vietnam. Ambas son clave para entender el pensamiento de la época. Además, en ese periodo yo estuve muy cerca del Che en Africa, y me di cuenta cómo se produjo una vía para proteger a la revolución cubana de manera distinta. Esto forma parte del proceso evolutivo de su pensamiento. Simultáneamente, se advierte que Estados Unidos no quería sentarse a conversar con Cuba.
-¿Por qué termina el libro en 1965?
-Estoy trabajando en una secuencia del libro. Ahí abordaré las crisis de los sistemas de dominación, porque me parece que hay un agotamiento de posibilidades al final del siglo XX, pero a la vez surgen nuevas opciones, nuevos métodos que deben dar respuesta a las crisis actuales en todos los aspectos. El planeta no puede continuar sin una lucha del hombre en favor del hombre. En ese sentido, el mayor homenaje que puedo hacer al Che es reconocer su gran esfuerzo por ayudar al continente africano. Africa tendrá que esperar al próximo siglo para un cambio de condiciones y coyunturas que le permitan salir de su atraso y miseria terribles. Por eso resulta doloroso el hecho de que no se haya comprendido en su época el alcance de los propósitos cubanos.
-¿Cuál es la principal crítica que se ha hecho al proceso cubano en Africa?
-No es fácil hacer una crítica seria, porque siempre hay una respuesta de los adversarios vinculada con la tricontinental; los golpes de Estado africanos no pueden verse sólo como una lucha por el poder político, el vacío dejado por las fuerzas colonialistas debía ser llenado, y naturalmente Estados Unidos tenía ambiciones allí. El libro es conmovedor en la medida en que refleja la lucha de una pequeña fuerza con ambiciones universales en medio de la bipolaridad. Ese es su enfoque.
Siempre hay contradicciones<
-Humanamente, ¿cómo retrata usted al Che de esos años?
-Fue una persona formidable. Mucha gente habla ahora de su carácter, sin comprender que era un extranjero en Cuba que quería asimilarse. Sólo que el cubano es fiestero, caribeño, y el Che tenía una personalidad más europea: frío, estudioso, por eso tuvo que hacer un esfuerzo tremendo para comprendernos y adaptarse a nuestras condiciones. Eso fue un reto permanente, por eso yo respetaba su carácter, su temperamento y, sobre todo, su inteligencia. Su valor personal era incuestionable, en lo personal y en lo moral. Yo no lo vi sólo como al hombre de la guerrilla, al antimperialista, sino también al hombre culto, de ideas, discusiones y conversaciones serias; al hombre preocupado por su época, estudioso, extraordinariamente trabajador, un hombre con voluntad de hierro. Era demasiado exigente consigo mismo, eso da una idea de su personalidad.
-Se dice que Fidel y el Che tuvieron diferencias en su perspectiva revolucionaria, ¿es eso cierto?
-Eso se dice y se seguirá diciendo, porque siempre hay contradicciones, lo que importa es si éstas son de principios, sustantivas o formales. Las acciones de la revolución en el campo internacional, en esa época, debían ser muy cuidadosas. Por eso, pretender ver al Che, desde el punto de vista político, de forma aislada y desvinculada de la revolución cubana es absurdo. Su idea de que la mejor defensa de la revolución era la ofensiva internacional era una propuesta en la que Fidel Castro estaba totalmente de acuerdo. Eso no implica que no se hayan dado contradicciones entre importar un tornillo o un clavo, naturalmente que si las hubiera, yo las habría puesto en mi libro, pero ni siquiera las enuncio.
-¿Su libro coincide con la visión oficial de la historia cubana o hay propuestas divergentes?
-Hay cosas que no convenía decir antes y ahora sí. No tengo ninguna versión oficial de que haya alguna discrepancia con el volumen. Los libros son polémicos y dan lugar a desacuerdos, pero la vida es así.
-¿Qué sería lo polémico en este libro?
-En él se plantea que las causas que dieron lugar a la concepción estratégica de esa época no han desaparecido, que la situación ahora es más aguda, que la miseria es mayor, que el incremento demográfico crea una situación de inestabilidad en las relaciones sociales internas de los Estados y las agrupaciones de Estados. En el caso de las izquierdas, plantea la falta de un profundo análisis crítico del pasado para estar en condiciones de superar las situaciones del presente, un análisis de las coyunturas y circunstancias pasadas para proyectar nuevas ideas al futuro, que pongan a la izquierda en condiciones de enfrentar la lucha que se aproxima y evitar el aislamiento actual. Si el libro contribuye a ponernos en alerta, por medio del ejemplo del Che, eso sería el mejor homenaje que podría hacerse al amigo, compañero y comandante del ejército rebelde.
-¿Qué le cuestionaría a la izquierda?
-Que debe dejar atrás los dogmatismos, hacer análisis mesurados y ver cómo el mundo se hunde cada vez más en la droga, el narcotráfico, el terrorismo, los aspectos altamente negativos de la globalización, en la que no va aparejado lo económico con lo cultural, sino la superestructura de los dominantes; es la globalización de la propiedad industrial, el poder militar y las ideas dominantes de la lucha por una hegemonía. Los revolucionarios deben buscar la globalización de su ideología, universalizar las concepciones, pero para eso hay que partir de un análisis crítico y autocrítico.
-¿Esa autocrítica también es aplicable a la antidemocracia que se advierte en Cuba?
-No considero que el gobierno cubano sea antidemocrático: está atrapado en una gran contradicción con Estados Unidos, que nos hostiga permanentemente; eso, para cualquier pueblo, es muy difícil de soportar indefinidamente. Por fortuna el pueblo cubano cuenta con una dirección política inflexible que no teme absolutamente a ningún tipo de enfrentamiento con los estadunidenses. Es increíble el derroche que se ha hecho contra la revolución cubana. Las bombitas que acaban de estallar aquí, ¿se imagina a un centroamericano viniendo justamente a torpedear la solidaridad? ¿Un centroamericano como aliado de las fuerzas más oscuras de la humanidad que llega a poner bombas que le costaron la vida incluso a un extranjero, para amedrentar al turismo y cortar una de las fuentes de divisas del país? Es algo bochornoso, y es ahí donde se ve la ausencia de la solidaridad de las izquierdas a escala continental. Lamento mucho decir esto, pero lo tengo que expresar: las izquierdas no son coherentes en este momento, no saben lo que persiguen, ven el problema como si fuera una lucha política a escala estatal y regional, sin percatarse que es de carácter continental y universal.
-Si el Che viviera, ¿cuál sería su actitud?
-Conspiraría contra el imperialismo.
-¿Fidel Castro conoce su libro?
-No. Si se lo hubiera mostrado antes, habría querido añadir o quitar cosas, entonces ya no hubiera sido mi libro. Prefiero, si Fidel está en contra en algo, asentarlo en la segunda edición, que entonces tendrá más lectores y será más polémica.
(Caminos del Che se presentará el próximo 3 de octubre, a las 19 horas, en la Casa Universitaria del Libro, Orizaba y Puebla, colonia Roma.)