La Jornada 29 de septiembre de 1997

Zedillo: no hay crisis de derechos humanos en el país

Dpa Ť El presidente Ernesto Zedillo puso en tela de juicio las recientes declaraciones de la organización humanitaria Amnistía Internacional (AI) sobre una ``crisis de los derechos humanos'' en México, pues, sostuvo, esas afirmaciones ``no coinciden con los reportes de la Comisión Nacional y de las comisiones estatales de derechos humanos de nuestro país''.

``Lo que sí le puedo decir es que, como política de Estado, tenemos la de proteger y garantizar los derechos humanos de los mexicanos'', subrayó en entrevista con la agencia alemana de prensa Dpa.

Preguntado por qué no recibió al secretario general de Amnistía Internacional, Pierre Sané, durante su reciente visita a México, insistió en que nunca hubo una solicitud de audiencia.

Por otra parte, admitió que la reforma de la justicia y el problema de la seguridad pública siguen siendo ``una tarea importante'' en México.

``Ahí sí estoy francamente insatisfecho con lo que hemos logrado'', dijo, y aceptó que en México, al igual que en otros países, hay un agravamiento en la situación de la seguridad pública.

Por otra parte, Zedillo calificó como ``desafortunada'' una expresión del jefe de la policía capitalina, general Enrique Salgado Cordero, quien ante la Asamblea Legislativa del DF habló de la remota posibilidad de un ``toque de queda'', si no se lucha enérgicamente contra la delincuencia.

A juicio del presidente Zedillo, no se puede achacar el problema de la delincuencia a la crisis económica o al modelo económico.

``No acepto esta interpretación, porque decir que los pobres son criminales no es justo'', aseguró, y alegó que en la cuestión de la delincuencia hay más bien ``un problema moral, de relajamiento de valores''.

Interrogado acerca del conflicto armado en el suroriental estado de Chiapas, Ernesto Zedillo responsabilizó al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) por no querer dialogar.

Dijo que el EZLN pide una reforma constitucional ``que, según nuestro punto de vista, no está incluida en los acuerdos de San Andrés Larráinzar'', sobre cultura y derechos indígenas, firmados entre una delegación gubernamental y dirigentes zapatistas el 16 de febrero de 1996.

El problema de Chiapas, añadió, es mucho más amplio que el conflicto con el EZLN.

Argumentó que en aquel estado existen múltiples organizaciones, incluso más radicales que el EZLN, pero que el Ejecutivo llegó a acuerdos sobre el problema de la tierra con 70 organizaciones, pero ``donde estamos atorados es con el EZLN'', expresó.

El primer mandatario mexicano insistió en que el conflicto con los zapatistas sólo se puede resolver mediante el diálogo. ``Hay que discutir -dijo-, pero no se puede discutir si no hay diálogo, no podemos escuchar, si el EZLN no se sienta a negociar''.