Se harían clérigos pruebas del sida y antidoping si se les ordenara: obispos
De los corresponsales Ť Todos los sacerdotes de Sonora estarían dispuestos a practicarse exámenes para detectar el consumo de drogas y el virus del sida en caso de que se les ordenara, manifestó el arzobispo de Hermosillo, José Ulises Macías Salcedo, en tanto el obispo de Tabasco, Florencio Olvera Ochoa, calificó de ``ridícula'' esa posibilidad, aunque afirmó que él sí se sometería a esas pruebas para dar ejemplo a los clérigos y mostrar que no hay nada que temer.
``La sola duda ofende'', comentó Macías Salcedo en la capital sonorense, respecto de la posible existencia de adicciones y enfermedades de transmisión sexual entre los miembros del clero. No obstante, aclaró que ``si un día nos dieran la orden de hacerlo (practicarse dichas pruebas) lo haríamos con mucho gusto''.
El jerarca religioso agregó, sin embargo, que no lo considera necesario, ``porque si alguno fuera adicto no tendríamos cara para promover que se dejen esos vicios''.
Regresan un rancho de Amado Carrillo
Por otra parte, informó que para demostrar que la arquidiócesis de Sonora no tiene interés en beneficiarse con bienes del narcotráfico, devolvió al gobierno del estado el rancho asegurado a Amado Carrillo, que mantenía en comodato desde hace dos años.
``El nuestro no es un clero rico pero tampoco ha tenido ningún apoyo de esos ni aceptaría ninguno'', sostuvo el arzobispo y aseguró que no tienen necesidad de narcolimosnas, pues en Sonora las ofrendas de los fieles ``son muy generosas''.
A su vez, el obispo tabasqueño Florencio Olvera Ochoa se mostró sorprendido ante la simple mención de que los sacerdotes pudieran ser sometidos a exámenes antisida y antidoping, pero insistió en que no hay nada que temer y que él estaría dispuesto a ``dar el ejemplo''.
Olvera Ochoa partió esta mañana de la terminal aérea de Villahermosa con destino a Brasil, donde participará en el Congreso Mundial de la Familia, el cual informó que estará presidido por el papa Juan Pablo II.
En tanto, el obispo de la diócesis de Tijuana, Rafael Romo Muñoz, señaló que la Iglesia católica en Baja California no ha aceptado ni aceptará lismosnas de narcotraficantes y sostuvo que sería un gravísimo error admitir donativos a sabiendas de que su procedencia es ilegal.
El prelado reconoció que tanto la Iglesia como el gobierno federal carecen de mecanismos para rastrear el origen del dinero que es entregado en donativos, por lo que sólo cabe confiar en la honorabilidad de sus benefactores, aunque agregó que es posible suponer que ``algunas personas quieran expiar sus culpas donando dinero a la Iglesia''. Si se detecta alguna situación sospechosa de ese tipo, apuntó, el ofrecimiento deberá ser rechazado.
Por su parte, el párroco de la catedral de esa frontera, Salvador Díaz Mercado, señaló que la mayoría de las limosnas que recibe la Iglesia se colectan durante los servicios en los templos.
Al respecto, el obispo de La Paz, Baja California Sur, Braulio Rafael León, subrayó que los recursos económicos que provienen del tráfico de drogas ``no son aceptables ni convenientes y estoy plenamente seguro de que la Iglesia no está abierta a ese tipo de dinero''.
En Mazatlán, Sinaloa, el presidente de la comisión de honor y justicia de la Federación Mexicana de Abogados, Nicolás Gutiérrez Medina, manifestó que los donativos entregados a la Iglesia y las fundaciones religiosas deben ser regulados por autoridades de la Secretaría de Gobernación. (Emilse Valencia, René Alberto López, Jorge Alberto Cornejo, Víctor Guerra y Alfonso Gavito)