La Jornada 30 de septiembre de 1997

FORCEJEO E INDIFERENCIA

Rosa Elvira Vargas Ť Para demandar, una vez más, instancias educativas y respeto a su dignidad de discapacitados, la mañana de ayer medio centenar de sordomudos realizaron una protesta ante la residencia presidencial de Los Pinos.

Aunque la mayoría permaneció en las inmediaciones de la estación Constituyentes del Metro, algunos sí lograron llegar a la sala de prensa de la casa y ahí expusieron sus inconformidades y exigieron el respeto a sus derechos humanos para ``superar el mundo del silencio''.


Sordomudos afuera de Los Pinos. Foto: Ernesto Ramírez

Daniel Huerta, Fernando Ulises Hernández e Inocente Cortés Chávez, interpretados por Leticia Ortiz Toledo, señalaron que los sordomudos necesitan una escuela donde existan talleres y laboratorios de computación y recibir así conveniente capacitación para el trabajo.

Indicaron que mientras el gobierno ha dado ayuda amplia para los invidentes e incapacitados, con los sordomudos no ha habido la misma actitud. La población en el país de gente que no escucha ni oye, estimaron, es de entre 5 mil y 7 mil.

Ya en otra ocasión este grupo había presentado sus demandas en Los Pinos y fueron canalizados hacia el DIF, pero no obtuvieron una respuesta satisfactoria, ``y por eso nuevamente estamos aquí''.

``Nosotos no nos fuimos a Nueva York ni nos queremos ir, deseamos quedarnos en México, pero necesitamos trabajo. Queremos ver al presidente Zedillo, queremos superarnos'', reiteraron.

Al parecer, el grupo de sordomudos fue recibido por personal de la Dirección de Atención Ciudadana de Los Pinos.