La Jornada 30 de septiembre de 1997

Respetar nuevas formas sindicales, piden a Zedillo

Fabiola Martínez Ť El Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM) planteará hoy al presidente Ernesto Zedillo ``respeto hacia las nuevas formas de organización sindical, así como imparcialidad ante los cambios, posibles acuerdos y diálogo que establezcan los sindicatos en los próximos meses''.

Francisco Hernández Juárez, líder de los telefonistas y uno de los principales impulsores de una central obrera independiente, se pronunció por la constitución de la Convergencia Democrática Nacional ``para transitar del corporativismo a la democracia''.

En su propuesta ``Táctica y estrategia de la 22 convención nacional ordinaria democrática del STRM'', destaca que la nueva correlación de fuerzas en el país sienta las bases para establecer una nueva relación ``más autónoma, respetuosa y madura'' con el Presidente de la República.

Los telefonistas, agregó, han conocido en las últimas décadas la más amplia variedad de interacciones con la institución presidencial, y en ese lapso ``han evitado caer en la tentación de ser usados como fuerza contraria al gobierno o como elemento dócil, acrítico o incondicional en favor de sus intereses''.

Para este líder sindical, quien reconoce abiertamente su relación ``de amistad y respeto'' con el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, la transformación del presidencialismo, el equilibrio de poder y, sobre todo, la existencia de controles y contrapesos sociales sobre la autoridad, deben ser prioridades en la transformación que vive el país.

Ante el presidente Zedillo, los telefonistas plantearán una agenda de trabajo en materia laboral y de telecomunicaciones, para exigir compromisos y acuerdos concretos ante los contratos de protección y la autonomía sindical.

``Por una mayor autonomía que nos aleje de la manipulación''

Hernández Juárez dijo que ante el escenario de cambio, marcado por los resultados electorales del 6 de julio, las organizaciones de los trabajadores deberán ganar mayor autonomía frente al gobierno, las empresas y los partidos políticos.

El propósito es ``alejarnos del terreno de la manipulación y de pugnas de poder, ajenas a los intereses de los sindicalismo y de los trabajadores'', apuntó.

Sin embargo, reconoció que nada garantiza que los cambios políticos traigan por sí solos la transformación, por ejemplo, del PRI y de sus prácticas corporativas y autoritarias. Entonces, señaló, es necesario profundizar la participación social y política de los sindicatos.

El Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana, que aglutina a más de 50 mil trabajadores, propone al Congreso de la Unión el análisis de la reforma laboral y productiva para la eliminación gradual de la ``sobreintervención'' gubernamental en las relaciones obrero-patronales y en la vida sindical.

Asimismo, solicitan al Poder Legislativo consensar un Proyecto Nacional de Telecomunicaciones, las megarredes y las supercarreteras de la información, como prioridad nacional y ejes de la revolución tecnológica que definen la economía mundial. El proyecto precisaría un código de conducta para las empresas multinacionales de este ramo así como los compromisos con el desarrollo del país.