La instalación camaral colimense se negoció en el Distrito Federal; sigue la lucha del frente cívico local
Oscar Camacho Guzmán, enviado, y Topiltzin Ochoa, corresponsal, Colima, Col., 1o. de octubre Ť La crisis política que puso en riesgo la instalación del Congreso de Colima se resolvió en las últimas horas, con un acuerdo negociado en la ciudad de México entre las dirigencias nacionales de PRI, PAN y PRD, y la Secretaría de Gobernación, mediante el cual los priístas aceptan derogar el voto de calidad en el Congreso, en tanto que panistas y perredistas quedaron obligados a no promover más acciones de protesta electoral.
Pero si bien los partidos políticos ``ya se arreglaron'', y con ello pudo llevarse a cabo este miércoles la instalación de la 52 Legislatura local sin problema alguno, el conflicto poselectoral aún no ha terminado, toda vez que el Frente Cívico de Colima anunció que continuará su lucha en demanda de nuevas elecciones para gobernador.
Incluso el grupo de mujeres integrado en la organización Madres de la Libertad, que mantiene desde hace 84 días un plantón frente al palacio de gobierno, estará en la Cámara de Diputados federal, en la ciudad de México, para dar a conocer que la ``concertacesión tripartita'' en Colima no hará que abandonen su lucha contra el ``fraude'' de Fernando Moreno Peña.
Sin embargo, el camino para el gobernador electo priísta quedó virtualmente allanado en la vía institucional, pues luego de la primera ``concertacesión tripartita'' que se da en los últimos años, los diputados locales de PRD y PAN anunciaron que como legisladores se apegarán en todo momento a la institucionalidad y a la legalidad, y que estarán presentes en la sesión del primero de noviembre en la que tomará posesión como gobernador Moreno Peña.
``Como lazos de cochino''
En ese sentido, tanto los panistas como los perredistas cayeron de pronto en un estado de amnesia temporal al afirmar que ni ellos ni sus respectivos partidos (PAN y PRD) han formado parte del Frente Cívico de Colima, y por tanto no participarán en sus movilizaciones de protesta.
En ese mismo estado de ``pérdida de memoria'', PAN y PRD se olvidaron también de que un día antes habían considerado ``ilegal'' el proceso de instalación de la mesa directiva del Congreso, al presentarse a la sesión de este día ``como si nada hubiera pasado''.
¿Cómo es que asisten a esta sesión si apenas ayer decían que era ilegal la mesa directiva?, se le preguntó al panista Antonio García del Toro, quien dijo que el PAN hizo ``consultas'' con abogados ``y unos dijeron que sí había ilegalidad y otros que no'', y que ante esas ``diferencias de interpretaciones'' fue que decidieron presentarse.
Incluso, García del Toro anunció que ``como legislador'' pedirá a los integrantes del Frente Cívico de Colima que ``se desistan'' de su lucha en contra de Moreno Peña, y que levanten el plantón que tienen instalado frente al palacio de gobierno desde hace 84 días las Madres de la Libertad.
Por su parte, el perredista Enrique Salazar Abaroa indicó que si bien él como legislador y el PRD como partido no solicitarán al Frente Cívico que abandone su lucha, también dejó claro que como diputado está ``obligado'' a reconocer que el proceso electoral de Colima ha terminado, así como las decisiones emitidas por las instancias oficiales sobre el resultado de los comicios.
--¿Y la ilegalidad que ustedes denunciaron sobre la mesa directiva? --también se le cuestionó a Salazar Abaroa.
--Se subsana con nuestra presencia aquí en esta sesión... --respondió.
Los priístas tampoco tuvieron argumentos para explicar por qué un día antes hicieron del voto de calidad una necesidad en torno a la cual --decían-- no podía haber negociación alguna, y por qué de la noche a la mañana su discurso cambió por el de la ``concertación política, donde lo que importa es el interés general sobre el interés particular o partidista'', según señaló el priísta Jorge Armando Gaytán Gudiño.
Uno de los legisladores del PRD definió sin ambages: ``aquí todos hemos quedado como lazos de cochino...''.
La única explicación para tan repentinos cambios en declaraciones y posiciones no fue otra que el acuerdo que en la ciudad de México negociaron las dirigencias nacionales de PRI, PAN y PRD con la Secretaría de Gobernación, para dar salida a la crisis política del estado.
Dicho acuerdo consta de 11 puntos y fue dado a conocer la noche del martes, luego de intensas negociaciones en el Distrito Federal en las que intervinieron: por el PRI, la secretaría general Socorro Díaz Palacios (colimense que forma parte de un grupo político contrario al de Moreno Peña) y Carlos Armando Biebrich; por el PAN, Antonio Lozano Gracia, también en su carácter de secretario general, y César Jáuregui; mientras que por el PRD, el secretario general Jesús Ortega y Ramón Sosamontes.
Negociado en el Distrito Federal, el acuerdo fue ratificado aquí por las dirigencias de los partidos, por el gobernador electo Fernando Moreno Peña, y por todos los legisladores entrantes.
¿Qué pactaron estos tres partidos?
En primer lugar, que la presidencia del Congreso sea rotativa cada dos meses, comenzando con los priístas. Esto fue así porque ni PAN ni PRD quisieron aceptar que fuera rotativa cada mes, toda vez que ello hubiera provocado que el primero de noviembre un diputado de oposición sería quien tuviera que tomarle la protesta de ley a Moreno Peña.
Los priístas, por su parte, aceptaron que se derogue del Reglamento de la Ley Orgánica del Congreso local el artículo 112, que estipula la figura de ``voto de calidad'' que el PRI pretendía utilizar para ``romper'' los previsibles empates en la votación camaral, toda vez que el resultado de los pasados comicios les dio 10 curules a los priístas y 10 al bloque opositor.
Asimismo, se suprimirá la figura del coordinador del Congreso y se sustituirá por una Comisión de Gobierno Interno formada por los tres coordinadores de cada fracción, con voto proporcional al número de sus diputados, y con presidencia rotativa que comenzará con algún legislador del bloque opositor.
Crean asimismo la Comisión de Vigilancia; se establece que todos los diputados tendrán salarios iguales; que el presupuesto del Congreso será aprobado por consenso; que tendrán derecho a gastos operativos y asesores con base en una proporción de 41 por ciento para el PRI; 31 por ciento para el PAN y 24 por ciento para el PRD.
De igual forma, se comprometen a modificar el formato del informe del gobernador, a designar a los funcionarios por consenso, y a que en el reparto de comisiones el PRI presida y tenga mayoría en el 50 por ciento, mientras que el bloque presidirá y tendrá mayoría en el restante 50 por ciento de las comisiones.
Y por último, ``los diputados se comprometen a propiciar dentro de sus respectivos ámbitos de acción las condiciones sociales y políticas que garanticen un clima de gobernabilidad en el estado''.
Concesiones de todos
Con el acuerdo prácticamente todos tuvieron que ceder: Moreno Peña y el PRI tuvieron que conformarse con no tener mayoría en el Congreso. ``No nos queda más remedio que hacer política, mucha política para buscar los consensos'', dijo el priísta Jorge Armando Gaytán Gudiño.
Por su parte, PAN y PRD aceptan los resultados electorales, darán posesión y legitimarán la elección de Moreno Peña, y se olvidarán de los movimientos de protesta con el Frente Cívico de Colima.
--A la luz de este acuerdo, da la impresión que tanto el PAN como el PRD sólo utilizaron el movimiento de protesta del Frente Cívico para sus propios fines y hoy que ya lo lograron se olvidan de todo eso --se les cuestionó tanto al panista Antonio García del Toro como al perredista Enrique Salazar Abaroa.
Coincidentes en la respuesta, sólo dijeron: ``No, de ninguna manera, de ninguna manera...'', luego de lo cual se fueron a seguir trabajando, junto con el PRI, la concreción del acuerdo.