La cuestión indígena, sin cambio desde 94: CNI
Martha García y Matilde Pérez U. Ť Si realmente hay voluntad del presidente Ernesto Zedillo para reanudar el diálogo en Chiapas, primero tiene que terminar con el grupo Paz y Justicia y las guardias blancas existentes en la zona norte de la entidad y cumplir con los acuerdos de San Andrés; no hacerlo es utilizar, una vez más, un ``doble lenguaje'', expusieron los diputados Manuel Pérez García y Marcelino Díaz de Jesús.
A su vez Genaro Domínguez y Melquiades Rosas Blanco, comisionados del Congreso Nacional Indígena (CNI), negaron que las condiciones de los pueblos indígenas hayan cambiado desde el levantamiento en Chiapas. Recordaron al presidente Ernesto Zedillo que la problemática indígena tiene un carácter nacional y sus demandas trascienden los meros programas del gobierno.
El diputado chiapaneco Pérez García dijo que las condiciones para los indígenas en Chiapas no han mejorado ni los gobiernos federal y estatal han hecho algo para frenar la violencia en la región.
Se refirió al plantón que un numeroso grupo de indígenas mantuvo afuera del palacio de gobierno en Tuxtla Gutiérrez durante 167 días, a lo largo de los cuales el gobernador Julio César Ruiz Ferro ``ensordeció y nunca quiso dialogar''. La semana pasada, el grupo Paz y Justicia saqueó y quemó 30 casas y golpeó a familias de Cruz Palenque, municipio de Tila. ¿Acaso es esto un avance?, preguntó.
Primero cumplir y luego el diálogo
Por su parte Marcelino Díaz de Jesús, legislador guerrerense y uno de los voceros del CNI, expuso que mientras el gobierno no cumpla los acuerdos de San Andrés, no puede hablar de diálogo; aceptar éste en los términos planteados por Zedillo sería una regresión.
Sentar las bases para el inicio de un diálogo, agregó, implica sacar al Ejército de las comunidades indígenas de Chiapas y del resto de los estados; terminar con los grupos de choque que ha creado el gobierno chiapaneco, reconocer la autonomía de los pueblos indígenas y su propuesta de recomposición territorial.
A su vez Genaro Domínguez, de la Comisión de Tierras y Territorios del CNI y de la Coordinadora Nacional de Pueblos Indios (CNPI), habló de la cuestión agraria sin solución favorable para muchos pueblos; el huichol, dijo, es el caso más ilustrativo en torno al reclamo de justicia sobre sus territorios.
Destacó la ola de persecución contra dirigentes indígenas ``acentuada en los últimos tres años''. De los expedientes particulares a cargo del CNI comentó el caso de los hermanos Juan y Marcos Zamora, del Consejo Indígena de Uxpana.
Genaro Domínguez acusó de racistas las acciones policiacas y judiciales por sus ``objetivos indios'', a quienes los ubica en una amplia nómina de delitos contra la seguridad nacional: sedición, sabotaje, ataques a las vías de comunicación o portación de armas de uso exclusivo del Ejército, y agrega las acusaciones de ``guerrilleros'', ``eperristas'' y ``narcotraficantes''.
En tanto Melquiades Rosas Blanco, de la Comisión Legislativa del CNI y de la Asamblea Comunitaria de Mazatlán de Villa de Flores, calificó de una provocación las declaraciones del presidente Zedillo en Chiapas al desconocer los problemas ancestrales en la entidad. La cordura debe venir del gobierno, ``es el señalado para mostrar voluntad política''.