La Jornada 3 de octubre de 1997

Consignan a 19 zorros y jaguares

Alberto Nájar y Bertha Teresa Ramírez Ť La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) ejercitó ayer acción penal en contra de 19 elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), por su presunta participación en la balacera de la colonia Buenos Aires y la ejecución de tres jóvenes en Tláhuac. De ellos, solamente uno fue acusado de cometer los homicidios y al resto se les imputa el cargo de abuso de autoridad, por el cual tienen derecho a salir libres bajo fianza.

Familiares de las víctimas y compañeros de los detenidos rechazaron la versión oficial y acusaron a la PGJDF de pretender crear culpables. ``No fue sólo uno el que disparó en la colonia, ni tampoco se puede creer que ese mismo haya matado a cuatro personas. Es un chivo expiatorio'', afirmaron. Los policías no fueron presentados ni tampoco rindieron su declaración preparatoria.

Ayer mismo los 19 elementos --12 jaguares y 7 zorros-- fueron consignados al Reclusorio Oriente a disposición del juez 19 de lo penal, Cleofas Lucas Pérez, quien la noche del miércoles giró las órdenes de aprehensión correspondientes. La captura de los policías se efectuó a lo largo de la mañana en las instalaciones de la SSP, a donde fueron citados sin informarles el motivo, así como en la sede del Grupo Especial de Disuasión (GED) en Balbuena. Siete de ellos estaban uniformados y en servicio al momento de su aprehensión.

Los detenidos son: Oscar Palacios Flores, Alfredo Medrano García, Joel Calvo Ramírez, Guillermo Macedo Mata, Oscar Manuel Bazán Figueroa (quien resultó herido en la balacera), Rita Becerra López y Agustín Luna Ramírez, del Agrupamiento Fuerza de Tarea, Zorros.

Por parte del (GED) o Jaguares se detuvo a Juan Ismael Benítez Quintero Velázquez, Luis Enrique González Santiago, José Luis Casillas Cornejo, Hugo Erick Arriaga Martínez, Leonides Quintero Gómez, José Guadalupe Padilla Puga, Gonzalo Granados Villaseñor y Enrique Torres Hernández, todos ellos acusados de abuso de autoridad. La única consignación por homicidio corresponde a Eleazar Armando Pérez Zavala, también del GED.

Entre los consignados no existen oficiales ni tampoco elementos de extracción militar; la PGJDF no aclaró el móvil de la triple ejecución ni el homicidio de Guillermo Faustino Ramírez, quien murió durante la balacera del pasado 8 de septiembre.

De acuerdo con la versión oficial, Pérez Zavala es el autor material de los cuatro asesinatos, pues según los dictámenes balísticos fue su arma la que disparó durante la balacera, causó la muerte de Faustino Ramírez y victimó a los tres jóvenes en la delegación Tláhuac.

De hecho, según el director de Homicidios de la procuraduría, Jorge Peña Sandoval, 19 de los 20 impactos de bala registrados en la esquina de Doctor Andrade y Barajas Lozano fueron disparados por el arma del jaguar consignado, y cuatro de los ocho casquillos encontrados en las minas de Tláhuac junto a los ejecutados, eran similares. Del origen de los otros cuatro cartuchos no se dijo nada.

Hasta ayer ninguno de los policías había confesado su participación en los hechos, aunque, según el funcionario, todos actuaron por su cuenta. ``No hay ninguna orden'', subrayó.

A pesar que se le cuestionó varias veces, Peña Sandoval no aclaró el móvil de los homicidios y se limitó a decir que la balacera se originó por un enfrentamiento entre los ocupantes de un auto Crown Victoria y un grupo de zorros que viajaban en un camión de la ex Ruta 100, en el cual, por cierto, se encontraron rastros de sangre de Daniel Colín, una de las víctimas.

Por la noche, en entrevista televisada, Peña Sandoval aclaró que en los próximos días se pretende detener a otros policías que pudieran estar implicados en los hechos; la consignación del jaguar Pérez Zavala se realizó ``porque contamos con los elementos jurídicos para hacerlo'', pero ello no significa que sean los únicos. ``Podrían ser dos o tres más''.

Les tendieron una trampa

Los siete zorros implicados en el caso fueron detenidos en las instalaciones de la SSP, y para ello se montó un operativo en el que participaron 50 elementos del Grupo Especial de Reacción e Intervención (GERI), encabezados por el director de la Policía Judicial del DF, Luis Roberto Gutiérrez Flores.

Al filo de las 14:30 horas, los elementos uniformados --entre ellos una mujer-- fueron obligados a bajar por la rampa del estacionamiento del edificio. Enseguida los subieron a una camioneta blanca blindada y sin identificación, que tambien abordó el general Gutiérrez Flores

Para capturar a los jaguares se aplicó una estrategia similar. Las dos camionetas, custodiadas por tres Suburban del GERI y tres vehículos más, enfilaron al Reclusorio Oriente y a las 16:00 horas entraron al área de aduana. A lo largo del trayecto el convoy fue vigilado por un helicóptero del Agrupamiento Cóndores.

Compañeros de los policías detenidos calificaron de ilegal la detención, pues según ellos ``nuestro reglamento indica que ningún efectivo puede ser detenido portando el uniforme y al estar en servicio''. Dijeron, además, que se trata de chivos expiatorios para hacer creer que está resuelto el caso; ``es cuestión de los militares, ellos son los que lo llevaron a cabo, acusaron.

Tampoco los familiares de las víctimas creyeron la versión oficial. Entrevistados afuera del Reclusorio Oriente, Arturo Castillo, Jesús Romero Argüelles y la esposa de Daniel Colín, Claudia, afirmaron que en la balacera participaron más de 50 policías y varios de ellos dispararon.

``No puede ser nada más uno, ¡hombre!'', dijo Romero Argüelles. ``Uno solo no se puede echar la culpa, no puede ser posible que me haya golpeado, balaceó a todos los demás, se llevó a los otros dos... es ilógico'', sentenció Claudia.