La explotación de un cacto podría salvar a los pai pai
Jorge Alberto Cornejo, corresponsal, Tijuana, BC, 2 de octubre Ť Las 50 familias de la comunidad indígena pai pai --que viven en el poblado de Santa Catarina, al este de Ensenada-- padecen una crítica situación debido a que la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnap) no les permite explotar la biznaga, un cacto que es su única alternativa de desarrollo.
Nativos de Baja California, los pai pai están ubicados en una extensión territorial de 64 mil hectáreas de tierras improductivas para la agricultura. La carencia de recursos y la falta de atención por parte de las autoridades ``tienen condenada a esa comunidad a la desaparición'', denunció el Comité Proetnias de Baja California.
Desde hace 10 meses la etnia pai pai solicitó a la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnap) que le permitiera aprovechar ese recurso, sin que hasta la fecha haya obtenido respuesta.
El activista Fernando Muñoz, colaborador del Comité Pro-Etnias de Baja California, señaló que la autorización para explotar en forma racional ese recurso natural mejoraría la situación de las 50 familias.
La biznaga, especie que abunda en la sierra bajacaliforniana, es utilizada como materia prima por fabricantes de dulces instalados en la entidad, quienes actualmente la adquieren de distribuidores en los estados de San Luis Potosí y Zacatecas.
Hasta ahora, la explotación de la biznaga en Baja California no ha sido autorizada por las autoridades gubernamentales, aun cuando el Comité Pro-Etnias estima que la especie es abundante, ya que existe un centenar de ellas por hectárea en el territorio correspondiente a los pai pai.
La comunidad pai pai, al igual que el resto de las etnias nativas de la península bajacaliforniana, padece una severa crisis, que se ve acentuada ante la falta de servicios educativos y de salud en sus comunidades, así como la carencia de oportunidades de empleo para sus integrantes.
Las reservas indígenas del estado se encuentran en zonas áridas con escasa vegetación y regiones sumamente rocosas que impiden la producción agrícola. La biznaga es el único recurso, pero hasta ahora las autoridades han ignorado las peticiones de los miembros de la comunidad indígena y del Comité Pro-Etnias de Baja California.