La Jornada 4 de octubre de 1997

El atentado, contra una comisión judicial; se declararía el estado de conmoción interna

Reuter, Dpa, Efe, Afp y Ap, Santafé de Bogotá, 3 de octubre Ť Un nuevo ataque armado ocurrió hoy en una remota zona rural colombiana del Meta contra una comisión judicial, cuyo resultado fue de al menos 10 muertos y 12 heridos. Sin embargo, los informes son confusos, ya que las autoridades aún no saben si esa ofensiva fue obra de la guerrilla o de los grupos paramilitares de derecha.

Más aún, los primeros informes de prensa y radio comenzaron a difundir versiones contradictorias de que habría hasta una treintena de muertos. Pero esos datos no se confirmaron, y los nuevos reportes indicaban que la comisión judicial estaba integrada por 30 personas, y que en realidad no se sabía la suerte de la mayoría de ellos, ya que se trató de una emboscada en un sitio selvático de difícil acceso.

La comisión la integraban miembros de la Fiscalía y el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) y era escoltada por elementos del Ejército y la policía, y su misión era la de confiscar propiedades a un narcotraficante, de quien se dijo que era jefe de los grupos paramilitares que operan en la zona.

Los hechos ocurrieron aproximadamente a las 15:00 horas locales, cuando la caravana fue emboscada con fuego de fusilería y cinco vehículos resultaron incen- diados, en una zona del municipio de San Carlos Guaroa. Tres sobrevivientes caminaron durante cuatro horas hasta llegar a San Martín, en donde avisaron de lo ocurrido.

Explicaron que hubo un primer enfrentamiento en el que murieron tres delincuentes y cuatro fueron detenidos, además de confiscarse un automóvil. Pero fue al regreso cuando se produjo la emboscada, por lo que tropas de ejército fueron enviadas a la zona, y aviones sobrevolaban cuando la noche caía.

Aunque inicialmente las autoridades atribuían a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) este nuevo ataque, las dudas surgieron porque la misión confiscatoria fue lanzada contra un supuesto jefe de paramilitares de derecha, que precisamente combate a los insurgentes.

En tanto que las fuerzas armadas intensificaban las medidas de seguridad en torno a sus comandantes, ministros y candidatos presidenciales tras el atentado de ayer contra el general Manuel José Bonett, el gobierno dijo no descartar la imposición del estado de conmoción interna, según el ministro del Interior, Carlos Holmes Trujillo.

No obstante, el general Bonett reiteró que las acciones contra las guerrillas en Colombia serán incrementadas en los próximos días. Indicó que es hora de aumentar la ofensiva y que ahora todos en el ejército, la marina y la fuerza aérea están mayormente incentivados, e incluso estimó que a la postre el atentado puede ser ``positivo''.

El jefe de las fuerzas militares, quien se salvó el jueves milagrosamente de un atentado en las cercanías de Santa Marta cuando la guerrilla de las FARC hizo estallar tres bombas al paso de su auto blindado, apuntó que luego de lo ocurrido los colombianos están expresando su solidaridad con las fuerzas armadas, y los rebeldes se están quedando aislados.

El presidente Ernesto Samper, quien condenó el atentado y reiteró su oferta de negociaciones a la guerrilla, estimó que las FARC cometieron el ataque contra el general Bonett a raíz del ``éxito'' de la ofensiva militar en la selva del Yari, que comprende los límites de los departamentos de El Meta, Caquetá y Guaviare.

Con todo, en las últimas horas una columna de las FARC emboscó a una patrulla militar en Tame, Arauca, y causó un muerto y siete heridos.

A la par, lanzó un ataque con explosivos en Florencia, capital de Arauca, cuyo saldo en este caso fue de un uniformado muerto y otros seis heridos. También se informó de la muerte a manos de sicarios de un alcalde de Putumayo.

En ese contexto, un oficial del ejército informó que las fuerzas armadas han intensificado las medidas de seguridad en torno a sus comandantes, ministros y candidatos presidenciales, al señalar que la inteligencia militar ha detectado que la guerrilla tiene una lista de personalidades a ser atacadas.

Tales planes, dijo, obedecen a un intento por desestabilizar el país y el normal desarrollo de las elecciones del 26 de octubre. De hecho, las guerrillas han logrado hasta el momento la renuncia de unos mil candidatos a puestos de elección popular en unas 90 poblaciones, acorde con su plan de boicot a los comicios.

Por su parte, el ejército dio a conocer que en los primeros nueve meses del año han sido abatidos 561 guerrilleros, de los cuales 352 pertenecían a las FARC, 187 al Ejército de Liberación Nacional (ELN) y 22 al Ejército Popular de Liberación (EPL). Asimismo, se les confiscó un gran arsenal entre fusiles, armas cortas, monteros, granadas, ametralladoras y otras.

Mientras, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos en Colombia condenó el atentado contra el general Manuel José Bonett y la muerte de un civil, y representantes de las organizaciones humanitarias católicas Cáritas en Europa exhortaron al gobierno de Colombia a promover el diálogo y evitar la confrontación armada.