``Una invención'', decir que el público mexicano es menor de edad: Pérez Gay
Arturo García Hernández/ I Ť En agosto de 1993, Canal 22 inició operaciones como televisora cultural, respondiendo así a la petición que un grupo de intelectuales hizo al entonces presidente, Carlos Salinas, para que esa señal de UHF (siglas en inglés de Ultra Alta Frecuencia) se destinara a la difusión del arte y la cultura. El nombramiento de José María Pérez Gay como director del canal fue cuestionado por otra parte de la comunidad intelectual, señalando la falta de experiencia del escritor en el ámbito televisivo. Cuatro años después, Canal 22 ha obtenido el Premio Camera que otorga el Consejo Audiovisual Mundial de Publicaciones e Investigación sobre Artes de la UNESCO, que le será entregado hoy en París.
Con ese motivo, Pérez Gay habla en entrevista de la labor realizada en Canal 22 durante estos cuatro años.
--Cuando apareció Canal 22 y fuiste nombrado director, surgieron una serie de cuestionamientos. ¿Este premio a Canal 22 lo ves hoy como un triunfo personal?
--Ante todo, aunque suene demagógico, creo que es un premio para México, porque la UNESCO ha decidido que el Canal 22 es, en materia de programación cultural, el mejor en el mundo. Me enorgullece porque es el resultado no sólo de un triunfo personal, sino de todos los que laboran aquí, personas que han estado conmigo desde que el canal salió al aire y tuvieron siempre mucha fe en el proyecto.
Diversión, interés y pasión
``Poco a poco hemos avanzado en dos o tres rubros importantes. Primero, la consolidación técnica del canal, que salió en la banda UHF, que no se veía entonces. Necesitamos tanto como año y medio para que por lo menos se viera en todo el Valle de México. Hoy día, a través del sistema de cable de la República Mexicana, estamos todos los días en 470 ciudades, en lo que es ya una pequeña red nacional. Esto ha implicado, sobre todo, el esfuerzo de imponer una programación cultural que sea a la vez divertida, interesante y que no sólo se dirija a las personas cuya cultura queda fuera de toda sospecha, sino también a quienes, aunque no estén tan informados, encuentran diversión, interés y yo diría que hasta pasión por cierto tipo de programas. Empezamos de una manera muy exigua y hoy tenemos 48 por ciento de programación nacional y 52 por ciento de internacional.''
De las producciones que han contribuido, por su calidad, a prestigiar a Canal 22, Pérez Gay señala el documental Eisenstein en México, de Alejandra Islas, y Luz de la memoria, una serie conformada por programas sobre escritores mexicanos, filmados y grabados por Julio Pliego a lo largo de más de 20 años. Uno de ellos es sobre Juan Rulfo e incluye la única película que hizo el autor de El llano en llamas. A la lista de aciertos de Canal 22, su director añade Poeta en Nueva York, un programa para celebrar los 80 años del Premio Nobel de Literatura mexicano, Octavio Paz.
Canal 22, explica, tiene como política no producir toda su propia programación, sino darla también en consignación. De este modo, ``productores sumamente talentosos, algunos muy jóvenes que no habían incursionado en el campo de la televisión, han tenido oportunidad de darse a conocer aquí''. Al principio, la programación internacional era la columna vertebral del canal, pero en la medida en que ``renovamos e impusimos un nuevo sistema de transmisión vía satélite, nuestros parámetros de producción y nuestra perspectiva de lo que era el canal cambió''. Así, la programación se vio equilibrada con un aumento en la producción nacional. No obstante, los programas internacionales tienen todavía un peso decisivo en la emisora, resultado del propósito que desde el principio tuvo Pérez Gay para adquirir ``lo mejor de la programación internacional televisiva'' en materia cultural: producciones de Inglaterra, Francia, España, Italia, de la televisión pública estadunidense y del franco-germano Canal Arte. Y algo ``muy importante: descubrimos lo que es la televisión cultural sudamericana''. Por ejemplo: ``La telenovela Agosto, basada en la novela de Rubem Fonseca, que tuvo para nuestros records y para nuestros ratings bastante éxito. Creo que Agosto abrió la posibilidad de hacer un nuevo tipo de telenovela en México''.
Otro rubro en el que Pérez Gay destaca la labor de Canal 22 es el subtitulaje, con más de mil 500 horas traducidas, lo que significa ``una importante contribución a lo que es el español visto en la pantalla''. La idea de subtitular todos los programas nació de la convicción de que el público escuchara el programa original, aunque no necesariamente hablara otro idioma. ``El solo hecho de oír un programa en un idioma que no es el español le abre a uno ciertas perspectivas''.
El director de Canal 22 pone como ejemplo la serie de la BBC de Londres, Los de arriba y los de abajo, que fue transmitida y doblada en México hace 20 años, pero no se percibían las diferencias lingüísticas entre unos y otros, las que constituían ``el corazón del programa''. Entonces ``una entretenida comedia, a veces una entretenida tragedia, pero el lenguaje no estaba ahí como algo importante''.
Por todo lo anterior, para José María Pérez Gay el premio Camera de la UNESCO es, más que un triunfo, un ``motivo de orgullo''.
--¿Dirías que ya estás haciendo la televisión cultural que querías hacer?
--No, todavía no. Yo era un amateur de esta profesión, pero una de las cosas que he aprendido es que la televisión, la programación, la vida de un canal, es cuestión de tiempo. Suena fácil, pero no lo es. Si la variable tiempo la tienes siempre en tus cáculos y estrategias, no te puede ir mal. La televisión es un negocio generoso si lo ves en perspectiva. Si cuando salimos al aire con los programas que compramos hubiéramos creído que teníamos en un puño a la televisión cultural mexicana, hubiera sido no sólo un despropósito sino una locura.
El zapping, gran apuesta de la tv
``El tiempo me ha enseñado que el ritmo con el que la gente ve un canal de televisión está de acuerdo con sus necesidades y no con las de uno. Los grandes consorcios televisivos del mundo imponen una programación; nosotros también lo hacemos, pero nos hemos fijado mucho en lo que el público pide. Somos muy atentos o muy sensibles a la cantidad significativa de llamadas telefónicas que entran al canal para decir que no les gusta algún programa o que quieren otro.''
Estas consideraciones hacen concluir a Pérez Gay que ``el mayor error es haber creído que el público mexicano es menor de edad, porque esa es una de las grandes invenciones. El público no es menor de edad; ve lo que quiere.
``La gran apuesta democrática de la televisión es el llamado zapping, que es el cambio de canales con el control remoto; nadie te obliga a permanecer en un canal o en otro. No hay una propuesta más democrática en la libertad individual, íntima y radical de tu cuarto, que ver lo que quieras''.
Cuando el público llama al Canal 22, ``hay que tener en cuenta no sólo que nos están viendo, sino que llaman por el interés de corregir nuestra programación o de añadir sus gustos a nuestra programación. Quizá no sean los gustos de todos, pero son los de personas que ven el canal y saben. Desde luego, la industria de la audiencia --el famoso rating--, que está hecha para los grandes canales; en todo el mundo los canales culturales se miden por encuestas y ratings cualitativos. El mismo Canal Arte franco-germano no sube de 1.8 o de 2.5 del rating medido y hecho para los canales comerciales. Por eso tiene mucho sentido tener un canal cultural cuyos ratings cualitativos se dupliquen, en el mejor sentido de la palabra, en gente que deja la minoría de edad y escoge programas de otro tipo, que le dicen más. Esa es la línea en la que el televidente y el programador del Canal 22 se unen''.
José María Pérez Gay recibirá esta noche el Premio Camera de manos del vicepresidente de la UNESCO, Jean Michel Arnold, durante la clausura del XIV Encuentro Internacional de Imagen y Ciencia, en la Gran Sala de Conferencias de la sede de la UNESCO en París.