La Jornada 6 de octubre de 1997

Al no convertirse en fuerza política, el EZLN ``pierde eficacia'': Krauze

Martha García Ť El historiador Enrique Krauze consideró que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) ha perdido eficacia en términos políticos por la inahibilidad de su dirigencia para convertirse en un movimiento político.

``Por desgracia, y a pesar de la legitimidad de muchas de sus causas'', indicó, los zapatistas ``probablemente van a tener menos lugar en el México democrático que de manera tan acelerada se ésta revelando y construyendo''.

Aunque resaltó que la rebelión en Chiapas trascendió al levantamiento armado para transformarse en un movimiento de resistencia civil ``casi gandhiano'', su resonancia en el contexto actual ha disminuido en la nueva correlación de fuerzas. El autor de diversas biografías sobre caudillos de la historia nacional opinó en una entrevista acerca de la parálisis de las negociaciones de paz entre el gobierno federal y el EZLN, que está de por medio la concreción de las reformas constitucionales sobre derechos y cultura indígenas.

Krauze reconoció en los resultados de la Consulta Nacional por la Paz con justicia y Dignidad (27 de agosto de 1995) sobre el futuro del EZLN, ``el mandato claro'' de que los rebeldes se integraran a un partido o convertirse él mismo Ejército Zapatista en un partido político regional, lo cual ``no ha hecho'' el zapatismo.

En suma, dijo que parte de la responsabilidad de que el proceso se haya estancado sí corresponde a los propios zapatistas y a su dirigencia. Sin embargo, la del gobierno la ubicó en el papel que deberá jugar el Poder Legislativo.

A los legisladores, apuntó, les ``corresponderá discutir profundamente cuál va a ser la salida, las reformas jurídicas que permitan solucionar el problema y responder en términos de la realidad histórica y política del país''.

El historiador desechó la viabilidad de la propuesta zapatista de un movimiento apartidista, tal como lo ha expresado en varios escritos al hablar de la rebelión chipaneca y de los principios expuestos por el subcomandante Marcos desde 1994, a quien envió una carta abierta en la cual rechazó la vía armada.

De la cuestión indígena sostuvo que el caso de México es ejemplar en contraste con otros países del continente, Aquí ``hay aristas mucho menos violentas'', lo cual ``no quiere decir que no haya muchísimo quehacer para mejorar la situación concreta de las comunidades indígenas''.

La vía, sostuvo, son ``las instituciones republicanas y democráticas que han sido avaladas como nunca antes en las elecciones el 6 de julio''. Confió en que las grandes mayorías de México están por la reivindicación de la vida indígena y el respeto a sus comunidades.

Desde este ángulo advirtió que un indigenismo a rajatabla debe evitar la idealización de la vida indígena ``porque hay muchas instituciones en la vida indígena absolutamente incompatibles'', como el lugar de las mujeres y el papel preponderante de los caciques, lo cual ``no podemos considerar admisible''.

Para Krauze, costará mucho trabajo remolcar al México pobre hacia un orden moderno. La vocación de México, agregó, ``es avanzar sin dejar fuera a ninguno de esos grupos. Necesitamos de verdad un nuevo acuerdo nacional y estoy seguro que lo vamos a construir en estos tres años para empezar con un nuevo liderazgo plenamente democrático el año 2000''.