La Jornada 7 de octubre de 1997

Fallecen al día 12 mujeres por cáncer cérvico uterino: Ssa

Angeles Cruz Ť Con una invitación para que en octubre de 1998 se realice una evaluación pública del Programa de Prevención y Control del Cáncer Cérvico Uterino, respondió el secretario de Salud, Juan Ramón de la Fuente, a los cuestionamientos que hicieron mujeres en la presentación de la nueva estrategia de salud, la cual tiene como objetivo reducir 15 por ciento el índice de mortalidad por este padecimiento e incrementar la detección temprana, que ahora es de 17 por ciento.

Según cifras oficiales, la enfermedad ocupa el primer lugar como causa de muerte por cáncer en la mujer y provoca el fallecimiento de 12 personas todos los días. Se estima que este año finalizará con un aumento en el número de casos de 24 por ciento, al detectarse unas 5 mil 100 mujeres con cáncer cérvico uterino, mentras que en 1996 se registraron 4 mil 114.


Enfermera prepara una dosis para un tratamiento de quimioterapia
en el Instituto Nacional de Cancerología.
Foto: Fabrizio León

De la Fuente sostuvo que el programa es un instrumento para avanzar en el combate al cáncer cérvico uterino, ``sin prometer demagógicamente lo que no podemos cumplir, sin quedarnos en una denuncia retórica que finalmente poco nos ayuda para realmente llegar al fondo del problema y resolverlo''.

Antes, Irma Eugenia Gutiérrez, directora general de los Servicios de Salud en el estado de Hidalgo, señaló la necesidad de no sólo atender la demanda, sino que los servicios médicos para la detección y control de alteraciones en el cuello de la matriz lleguen a la población en riesgo.

De nada servirá, explicó, que exista la infraestructura si está centralizada en las ciudades y las mujeres que viven en comunidades alejadas no podrán acceder a ella. El obstáculo geográfico es uno y el cultural es otro. En el caso de Hidalgo, Eugenia Gutiérrez destacó que la cuarta parte de su población es indígena.

De ahí la importancia de que las unidades médicas se ubiquen donde están los núcleos de mayor riesgo y menor capacidad de atención, porque hoy enfrentamos la paradoja de que ``hay equidad de oportunidades pero inequidad en el acceso'', apuntó.

María del Carmen Elu, secretaria técnica del Comité Promotor por una Maternidad sin Riesgos, AC, demandó una mayor participación de la mujer en la toma de decisiones y mejoramiento en la calidad de los servicios.

Habló de la perspectiva de género, que ya ha sido incluida en algunos programas de gobierno, aunque ``una cosa es su anuncio y otra su operación''. Se requiere, agregó, el reconocimiento a la capacidad de la mujer para entender lo que afecta su salud y, en esa medida, poder incidir en la toma de decisiones, siempre que esté bien informada. Más adelante, Elu apuntó que si se trata del propio cuerpo el derecho de las mujeres a decidir es incuestionable.

Al acto, en la Unidad de Congresos del Centro Médico Nacional Siglo XXI, asistieron, entre otros, los directores de IMSS e ISSSTE, Genaro Borrego Estrada y José Antonio González Fernández, de manera respectiva; Dulce María Sauri, coordinadora del Programa de la Mujer; la senadora electa Amalia García; las diputadas federales María Mercedes Maciel, Mercedes Juan y Carolina O'Farril; los representantes de la OPS y Unicef, José Luis Zeballos y José Carlos Cuentas Zavala, respectivamente.

Ahí, Juan Ramón de la Fuente también dijo que todos los días hay cambios y retos nuevos que obligan a la evaluación constante y al perfeccionamiento del programa para que ``sea bueno en su concepción y viable en la operación''.

Señaló que la evaluación pública servirá para ver ``si hemos sido capaces de avanzar en los tiempos y en las formas y si hemos encontrado obstáculos que seamos capaces de señalar dónde han estado y qué podemos hacer para superarlos''.

Mayor riesgo, después de los 35 años

En su oportunidad para explicar los principales lineamientos del Programa de Prevención y Control del Cáncer Cérvico Uterino, el director de Salud Reproductiva, Gregorio Pérez Palacios, dijo que entre 80 y 90 por ciento de los casos confirmados de la enfermedad ocurren en mujeres mayores de 35 años y hasta hoy los exámenes de detección (papanicolau) se han venido realizando en forma repetitiva a mujeres jóvenes cuyo grado de riesgo es menor.

Por eso, el programa considera la estratificación de la población en tres grupos de edades, el prioritario para 1998 será de las mujeres entre 45 y 64 años. Al año siguiente se enfocarán los esfuerzos en el rango de 35 a 44 años y después en el de 25 a 34.

Este esquema operativo permitirá incrementar la cobertura del programa, la detección en mujeres que nunca se han realizado el papanicolau, así como realizar el seguimiento de mujeres con citologías cervicales anormales.

Las metas del programa son incrementar a 70 por ciento la cobertura de detección en mujeres mayores de 25 años, tratar adecuadamente a 90 por ciento de los casos con diagnóstico de displasias (lesiones) cérvicouterinas y de cáncer in situ; reducir a 30 por ciento los casos de cáncer invasor con relación al total de casos diagnosticados y con todo ello disminuir la mortalidad en 15 por ciento, tomando como base las cifras de 1995, cuando fallecieron 4 mil 392 mujeres.

El programa empezará en enero de 1998 e incluye la distribución de la Cartilla Nacional de la Mujer, una nueva Norma Oficial Mexicana para la detección y control del cáncer cérvico uterino que establece la obligación de practicar análisis de detección cada tres años, así como el fortalecimiento del sistema de vigilancia epidemiológica.

Habrá control de calidad externa e interna en los laboratorios de citopatología, programas de capacitación al personal médico para la toma de muestras y aplicación de tratamiento de lesiones tempranas, entre otras.

Asimismo, ayer se publicaron en el Diario Oficial dos acuerdos del despacho de salud. Uno es sobre el establecimiento del Comité Nacional para la Prevención de Cánceres Cérvico Uterino y Mamario, y otro se refiere a la restructuración de los Centros Nacional y Regionales de Displasias del Cuello Uterino.