Julio Boltvinik
Economía moral/II
El temor a la insuficiencia de alimentos ha dado lugar, en la mayoría de las sociedades campesinas precapitalistas, sostiene Scott, a una ética de subsistencia. Un amplio conjunto de arreglos sociales opera típicamente para asegurar un ingreso mínimo a los habitantes de un pueblo, un seguro de subsistencia. Durante el periodo colonial en el sudeste de Asia, estos mecanismos fueron erosionados sin ser sustituidos por mecanismos alternativos a nivel del Estado. Las protestas campesinas reflejaban esta inseguridad. En los motines relacionados con el precio del pan que analiza E. P. Thompson, queda claro también el derecho a la subsistencia.
Esta manera opcional de entender el mundo de lo económico, diferente del de la economía política, la de la economía moral, refleja el hecho ineludible de que la vida humana no puede ser resuelta por el mercado. Ninguna sociedad ha aceptado que el mercado decida sobre la vida y la muerte de las personas. La fuerza de trabajo no es una mercancía común y corriente, cuyo valor y grado de ocupación pueda ser decidido impunemente por las fuerzas del mercado. El elemento moral está involucrado inevitablemente. Cuando los gobiernos o los empresarios lo olvidan, la población se rebela de una u otra manera. El alza del precio del pan puede equilibrar la oferta y demanda de pan, pero no resuelve el hambre de la gente.
Las obras de Scott y de Thompson nos hacen ver que la responsabilidad moral por la vida de la gente es un hecho presente en la mayoría de las sociedades. Que lo que debemos considerar una anomalía son los periodos y lugares donde tal responsabilidad se ha diluido, como parece ser el México actual.
Las preguntas pendientes y que por falta de espacio abordaré la semana próxima son, entre otras: ¿Cuál es la relación entre violación sistemática de los derechos a una vida digna y criminalidad creciente? ¿El relajamiento de valores que menciona Zedillo no será el de las autoridades, que se han olvidado de la economía moral? ¿Por qué la población urbana de México ha aceptado tan pasivamente, en apariencia, esa violación a sus derechos de subsistencia? ¿Qué ha pasado en otras partes de América Latina? ¿Son el Barzón y las otras organizaciones de deudores, movimientos provocados por la violación de los supuestos morales?
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