Miguel Concha
Lenguas y literaturas indígenas

Las libertades públicas y los derechos humanos no existen realmente mientras no se reivindican y ejercen. Tal es el caso también de los derechos culturales, que si además no se reconocen y disfrutan colectivamente, se ven nulificados en la práctica. Por ello, la Asociación de Escritores en Lenguas Indígenas de nuestro país acaba de ratificar en una Declaración a México y al mundo de su comité directivo (La Jornada, 5 de octubre, p.30) su exigencia de garantías para ejercer sus legítimos derechos a tener voz propia en todos los ámbitos de la vida nacional; a preservar y desarrollar sus lenguas; a una educación que tome en cuenta su acervo étnico, lingüístico y cultural; a participar en los medios de comunicación, y a expresar su verdad y sus derechos para alcanzar la igualdad, la justicia y la paz. ``Creemos en el diálogo cultural y en la riqueza creativa de las lenguas y culturas indígenas -dicen con sabiduría profética--, que también son mexicanas y patrimonio de la humanidad''. ``Los Acuerdos de San Andrés, relativos a derecho y cultura indígena --reconocen con honestidad y firmeza-- contribuyen a este propósito, por lo que nos sumamos a su cumplimiento por parte del gobierno federal''.

Por ello también, junto con la Dirección General de Culturas Populares, la Dirección General de Educación Indígena, el Instituto Nacional Indigenista, la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, y el Instituto Nacional de Antropología e Historia, acaba de realizar un primer Coloquio sobre Lenguas y Literaturas Indígenas. Alrededor de 40 escritores, profesores e investigadores en lenguas indígenas de distintos estados de la República, se dieron cita durante los últimos tres días en la Casa de los Escritores en Lenguas Indígenas de esta ciudad, para debatir en tres mesas de trabajo en torno a la enseñanza de lenguas indígenas a hispanohablantes, la atención lingüística y cultural de la población indígena migrante, los proyectos de formación e investigación en instituciones académicas de nivel superior, la educación rural y urbana que atiende la diversidad de lenguas y culturas del país, y los proyectos de creación literaria que involucran a niños, jóvenes y adultos.

El Coloquio fue inaugurado el 8 de octubre con una mesa redonda sobre ``la antigua y la nueva palabra'' en el Auditorio Sahagún del Museo Nacional de Antropología e Historia, en el que tomaron parte el escritor tzotzil Jacinto Arias, el escritor zapoteca Víctor de la Cruz, el escritor mazateco Juan Gregorio Regino y nuestro ilustre investigador y escritor Miguel León Portilla. Dieciséis lenguas indígenas, que junto con el español forman parte del legado cultural y el patrimonio lingüístico de nuestra nación, estuvieron representadas en tan importante y fructífero coloquio: náhuatl, maya, mixteco, mazateco, totonaco, p'urhépecha, mehpa (tlapaneco), tarahumara, seri, kiliwa, chihimeca, tzeltal, tzotzil, hñahñu (otomí), mazahua y tojolabal.

Al finalizar se asumieron algunas tareas y compromisos concretos sobre educación, comunicación y coordinación interinstitucional, con el fin de proponer a mediano plazo una política de planeación lingüística para el desarrollo de las lenguas indígenas y sus relaciones con el español en igualdad de circunstancias. Por razones de espacio únicamente destacamos de entre éstas las siguientes:

Impulsar actividades y propuestas hasta lograr que las lenguas indígenas se enseñen en todos los niveles educativos, como materia de aprendizaje obligatoria de los alumnos y estudiantes indígenas y no indígenas, que conlleve a su reconocimiento oficial en las constituciones de los estados y del país. Trabajar por que las lenguas indígenas sean en las escuelas del medio indígena no sólo lenguas de instrucción para que los niños y jóvenes indígenas aprendan de manera indirecta el español, sino que se conviertan en contenidos de estudios junto con las culturas a las que pertenecen y en las que se expresan. Establecer de manera permanente una red de comunicación que permita compartir experiencias y realizar actividades conjuntas en favor de las lenguas y culturas indígenas en los ámbitos regionales y nacional.

Realizar esfuerzos que permitan que las diversas instituciones gubernamentales y no gubernamentales que trabajan en favor de las lenguas y culturas indígenas lleven a cabo actividades conjuntas, a fin de evitar el aislamiento de los proyectos y aprovechar al máximo los recursos técnicos, humanos y financieros.

Organizar en 1998 tres coloquios regionales y uno en 1999 a nivel nacional.