La Jornada 12 de octubre de 1997

HOMENAJE AL CHE

Afp, Efe, Dpa y Pl, La Habana, 11 de octubre Ť Miles de cubanos comenzaron a desfilar este sábado ante los restos de Ernesto Che Guevara y seis de sus compañeros de la guerrilla boliviana, expuestos en la base del monumento a José Martí, en la Plaza de la Revolución de La Habana, al comenzar siete días de honras fúnebres organizadas por el gobierno cubano.

El presidente Fidel Castro comenzó las ceremonias la medianoche del viernes, al hacer una guardia de honor acompañado por su hermano Raúl Castro y por el recién elegido buró político del gobernante Partido Comunista de Cuba, que venía de cerrar su quinto congreso.

Recién abierta la puerta del mausoleo a las 8 de la mañana, más de 5 mil personas aguardaban en una fila de cerca de un kilómetro y medio de largo.

Muchos de ellos habían pasado la noche fuera del memorial José Martí para ser los primeros en pasar al salón, que permanecerá abierto por espacio de 16 horas diarias hasta el próximo lunes.

Niños con uniforme escolar, jóvenes, ancianos, trabajadores, militares, turistas e incluso familias completas pasaron frente a las siete urnas, y sólo las cámaras fotográficas y de televisión rompieron el silencio del homenaje, al tiempo que en edificios públicos y unidades militares la bandera cubana fue izada a media asta en señal de duelo.

Cinco horas después de abiertas las puertas habían ingresado al lugar unas 20 mil personas, según informó la radio local.

Pero varios miles más aguardaban en la Plaza de la Revolución llegar al pie del monumento a Martí, héroe de la independencia cubana.

Los restos del mítico guerrillero argentino-cubano, asesinado hace 30 años en una escuelita rural tras haber caído herido en combate con tropas bolivianas asesoradas por instructores militares estadunidenses, permanecieron escondidos durante 30 años en una fosa común en la localidad de Vallegrande, pero en julio pasado fueron hallados y trasladados a Cuba, donde estuvieron hasta ayer guardados en el Ministerio de las Fuerzas Armadas.

Varias mujeres derramaron lágrimas al pasar frente a las urnas dispuestas en forma de media luna, en cuyo centro fue colocada la que contenía los restos del legendario guerrillero y héroe de la revolución cubana, cubierta con una bandera de su país de adopción y una flor roja, e identificada con dos nombres: Ernesto Guevara de la Serna y Che.

Grupos de argentinos que rindieron también tributo a Guevara ondearon la bandera de su país y lanzaron consignas de ``Cuba sí, yanquis no'' mientras esperaban entrar al recinto, en tanto que un grupo de jóvenes acudió al lugar con playeras con la imagen del Che.

``Ojalá tuviéramos muchos hombres como el Che en el mundo entero, y que hubiera justicia en el mundo'', dijo Yamile Gonzalvo, de 30 años, mientras que Lina González, de 60 años, sostuvo que esperaría para entrar ``lo que haga falta, porque es la única oportunidad que tenemos para mostrar nuestro cariño y respeto por todo lo que nos dio, por una vida tan dedicada a nosotros''.

Los pequeños cofres de madera, custodiados por soldados en uniforme de gala, tienen al frente el nombre de cada uno de los guerrilleros, cuatro de ellos cubanos, un boliviano y un peruano.

En una de las paredes del salón --bajo un letrero que reza ``Gloria eterna a los hé- roes''-- fueron colocadas las fotografías de todos los hombres y la única mujer (Tamara Bunke), que participaron en la columna del Che en Bolivia.

Al lugar concurrieron este sábado los cuatro hijos del Che y los familiares de los otros seis combatientes, entre ellos Willy Cuba, hijo del guerrillero boliviano Simón Cuba, y la viuda del peruano Inti Peredo, otro boliviano muerto y que fue lugarteniente de Guevara.

Junto a los osarios fueron colocadas siete ofrendas florales a nombre de Fidel y Raúl Castro, los familiares, el Comité Central del Partido Comunista, el Pueblo de Cuba, la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana y la Asamblea Popular.

Los restos permanecerán en el memorial José Martí hasta la mañana del próximo martes, cuando serán trasladados por la vieja carretera central hasta Santa Clara, ciudad que considera a Guevara hijo adoptivo por haberla liberado en diciembre de 1958 de las fuerzas militares del dictador Fulgencio Batista.

En esa ciudad, a 300 kilómetros de La Habana, serán sepultados el próximo viernes los restos de los guerrilleros en un mausoleo, en el que se levanta una estatua del Che.