La Jornada 13 de octubre de 1997

Kravzov, aspirante a rector de la UAM, plantea ampliar la matrícula estudiantil

Claudia Herrera Beltrán Ť Jaime Kravzov Jinich, segundo en manifestar públicamente su interés en competir para la rectoría general de la Universidad Autónoma Metropolitana, basa sus propuestas en que el sistema público de educación superior debe compartir las exigencias de la sociedad. Y, por ello, se expresó a favor de ampliar la matrícula escolar de esa institución, impulsar una nueva relación con el gobierno, basada en el respeto mutuo, y dar mejores condiciones de vida a los académicos.

El rector de la unidad Xochimilco dijo, en entrevista, que, ante los cambios políticos y sociales que vive México, es necesario democratizar más la vida interna de la institución, promoviendo modificaciones en su legislación para que las unidades académicas -Azcapotzalco, Xochimilco e Iztapalapa- dependan menos de la rectoría general y los diversos sectores de la comunidad universitaria participen en la toma de decisiones.

Pero, aclaró, la identificación de las universidades con un proyecto de nación democrática no quiere decir que éstas sean puestas al servicio de un partido político, pero ``sí que la vida nacional se debata en aquéllas''.

Sobre el aumento en la demanda de más lugares en educación superior, el químico señaló que la UAM debe hacer un esfuerzo por responder positivamente a este problema, utilizando al ciento por ciento sus instalaciones y contratando el personal administrativo y académico que se requiera, pero sin sacrificar la calidad educativa.

Y un tema que, en su opinión, tendría que analizar la siguiente administración en coordinación con la SEP, sería la creación de nuevas unidades en los municipios conurbados del estado de México y, en el futuro, en las grandes ciudades del país, como Monterrey, Guadalajara, Puebla y Tijuana.

La mundialización, expresó, ha creado una corriente que subordina la educación a la formación de técnicos para las empresas, y crecientemente tiende a hacer de los centros de enseñanza un instrumento de selección elitista, en contra del espíritu que animó, hace 60 años, la Reforma Universitaria de 1918, que se extendió por el continente.

Consideró que la democracia en los centros universitarios y la labor en común de autoridades, estudiantes, docentes y trabajadores, así como el carácter de servicio público de la enseñanza superior enfrentan un grave desafío, y las universidades públicas tienen el deber de contrarrestar una tendencia que afecta al desarrollo de nuestros países al deformar a sus técnicos e intelectuales.

Para el doctor honoris causa por la Universidad Autónoma de Puebla, el hecho de que en la historia de la UAM ninguno de los siete rectores generales haya surgido de la unidad Xochimilco no significa que ahora esa situación deba cambiar por fuerza, porque ``un rector tiene que ser una buena opción, independientemente de donde venga''. Pero confió en que ahora se podría cumplir con las dos cosas: ``Ser de Xochimilco y tener calidad''.

Sobre el financiamiento a las universidades, dijo que las instituciones de educación superior deben plantearse la participación en la definición de políticas públicas y hacer entender al gobierno que son un medio efectivo y fundamental para el desarrollo.

Una forma de intervenir directamente, añadió, es con la formulación hacia el Congreso de la Unión de una propuesta de elevación anual del presupuesto federal a estas entidades, de tal manera que se alcance el 2 por ciento del PIB para este nivel de educación.

En cuanto a las condiciones económicas de los profesores, expuso, se requiere integrar paulatinamente las becas al salario, porque su pago por separado ha generado que una minoría de la planta académica tenga buenos ingresos, pero inestables, además de que ha fomentado la individualización del trabajo, el abandono de las actividades poco significativas en búsqueda de puntos.

Según el miembro de la Academia Nacional de Ciencias Farmacéuticas, la relación entre la universidades públicas y las empresas tiene que cambiar. Hacer a un lado la desconfianza mutua y los ``abusos'', para así colaborar en la resolución de problemas.

Sin embargo, aclaró que no se podrá esperar que las universidades resuelvan todos los problemas de la industria, pues la función de los científicos, añadió, es brindar asesoría para la puesta en marcha de los procesos industriales, pero el control de los mismos tendrá que depender en adelante de los técnicos de las empresas.

Al considerar que las patentes registradas por investigadores de la UAM han sido desaprovechadas, se pronunció por que se facilite la difusión de los inventos entre empresarios nacionales y extranjeros, a fin de hacer pública la labor de la universidad y de esta forma conseguir recursos económicos para su sostenimiento.