La Jornada 13 de octubre de 1997

Coordinará Sedena el reparto de comida y despensas a afectados
La consigna, no a ``intermediarios políticos'', dice Aguirre Rivero
Por cuantificar, víctimas y daños en la Montaña y la Costa Chica

David Aponte, enviado, y Maribel Gutiérrez, corresponsal, Acapulco, Gro., 12 de octubre Ť El secretario de la Defensa Nacional, general Enrique Cervantes Aguirre, informó hoy que el Ejército Mexicano no entregará despensas a los damnificados del puerto. Los militares ofrecerán comida caliente en los 55 albergues y los víveres serán enviados a la Costa Chica y la Montaña, regiones incomunicadas y altamente impactadas por el huracán Paulina, explicó.

Las autoridades federales y estatales no han cuantificado el número de muertos y desaparecidos en la Costa Chica y la Montaña. Sus comunidades están totalmente aisladas.


Incomunicación de transporte en Pie de la Cuesta, Guerrero.
Foto: Carlos Ramos Mamahua

El general Cervantes Aguirre y el gobernador de Guerrero, Angel Aguirre Rivero, afirmaron que las autoridades federales y estatales han contabilizado 130 muertos en el puerto. Nadie conoce el número de desaparecidos.

--La Cruz Roja maneja que hay 400 muertos --dijo un reportero al general.

--No sé en que se basan. Nosotros nos atenemos a las cifras del Servicio Médico Forense --respondió el militar.

En conferencia de prensa celebrada en el Centro de Convenciones, los secretarios de la Defensa, Enrique Cervantes; Marina, José Ramón Lorenzo Franco; Comunicaciones, Carlos Ruiz Sacristán; Desarrollo Social, Carlos Rojas; Medio Ambiente, Julia Carabias, y el gobernador Aguirre dieron a conocer las medidas adoptadas para atender a la población.

Aguirre Rivero anunció que el Ejército estará a cargo de los 55 albergues instalados en el municipio de Acapulco por instrucciones del Ejecutivo federal. Los militares ofrecerán comida caliente a cualquier personas que la solicite.

Asimismo, informó que el gobierno estatal cuenta con 2 mil lotes que serán asignados a personas que hayan perdido sus viviendas, y en coordinación con Semarnap se espera llegar a disponer de por lo menos 10 mil predios para los afectados.

En materia de vivienda, explicó que el censo levantado arroja 5 mil viviendas destruidas y 25 mil parcialmente dañadas. La Sedeso instalará 20 módulos en la alcaldía para atender a los damnificados. ``Se tratará directamente con los afectados. No admitiremos ningún tipo de intermediarios'' que pretendan ``sacar provecho'' político, dijo.

Carlos Rojas detalló que la dependencia a su cargo ofrecerá apoyos consistentes en materiales para la reconstrucción de viviendas en ``sitios seguros'', y para la reubicación y construcción de nuevas viviendas. Al mismo tiempo, pondrá en marcha un programa de empleo temporal para las personas que perdieron sus fuentes de trabajo.

El gobernador dijo también que las escuelas ubicadas en el municipio de Acapulco suspenderán las clases en el curso de la semana, para no tener que afrontar una situación de ``peligro''.

Sin embargo, insistió en que la zona hotelera ``ha regresado a la normalidad''.

Los miembros del gabinete detallaron las acciones y las labores tomadas por las diferentes dependencias federales para resarcir los daños causados por el huracán Paulina en las redes eléctricas, las carreteras y el suministro de agua potable. De acuerdo con sus datos, en el curso de las próximas 48 horas podrían quedar solucionados los problemas de electricidad, de comunicación telefónica y de vialidad.

El problema más grave está en el flujo de agua potable. Las 500 mil botellas que llegaron al puerto en los últimos días no son suficientes para atender la demanda de la población, indicaron.

Respecto a posibles brotes de enfermedades, las autoridades federales mencionaron que hasta este domingo no se ha reportado ningún caso de cólera.

El general Cervantes Aguirre habló de los problemas en la distribución de los alimentos. La incomunicación, dijo, ha creado deficiencia en la distribución, pero el Ejército tiene capacidad para ofrecer comida caliente en los 55 albergues del puerto (donde permanecen 6 mil 500 damnificados), y trasladar las despensas a las regiones de la Costa Chica y la Montaña.

--¿General, cuál es el criterio para la entrega de las despensas? --se le preguntó al concluir la conferencia de prensa.

--Comida caliente a quien quiera. Las despensas son para la Costa Chica, la Montaña y las zonas más afectadas -explicó.

Durante la conferencia, el titular de la Comisión Nacional del Agua (CNA), Guillermo Guerrero Villalobos, informó que se están realizando las reparaciones de los acueductos y se espera que en dos días comience a suministrarse agua potable a algunas colonias de la ciudad.

Finalmente Carlos Ruiz Sacristán, titular de Comunicaciones, informó que el aeropuerto de Acapulco opera al ciento por ciento y que en un plazo de dos días se podrá utilizar la carretera Acapulco-Zihuatanejo, en donde ocurrieron dos derrumbes.


David Aponte, enviado, Acapulco, Gro., 12 de octubre Ť Los habitantes de las zonas marginadas del puerto, los más afectados por el huracán Paulina, no tienen agua ni alimentos. Durante horas, los acapulqueños hacen largas filas en los centros de acopio. Sólo les dicen: ``Traigan una lista''.

Los integrantes del Ejército Mexicano controlan la comida y el agua y las distribuyen de manera discrecional.

Muchas familias no prueban bocado desde la noche del jueves, después de que el meteoro golpeó Acapulco. Los comerciantes abusan: cinco pesos un kilo de tortillas y 50 un garrafón de agua potable.

Los pobladores del puerto van y vienen con cubetas, bolsas y botellas para conseguir un poco de agua. Hasta en los hoteles de la costera los empleados claman por un poco del líquido.

Las pipas procedentes de diversas partes del país, principalmente del Distrito Federal, y el agua embotellada son insuficientes. No hay agua en Acapulco.

El Ejército y las autoridades estatales colocaron 20 pequeñas plantas potabilizadoras en las colonias más afectadas. No obstante, el líquido no fluye o las raciones son insuficientes para las familias damnificadas.

``Me dieron un litro de agua embotellada para mi casa. Ahí vivimos tres familias, 12 personas. Eso es una grosería. La ayuda no ha llegado a las zonas más afectadas'', reclama la joven Flor de María Michelena.

Los habitantes de la colonia El Renacimiento no dejan la fila frente al deportivo. Los militares controlan las despensas, el agua, la ropa y las láminas de cartón.

-Váyanse a sus casas -insisten los integrantes del Ejército que custodian los alimentos y despensas entregadas por Sedeso y la sociedad civil.

La gente no da marcha atrás. Sigue pegada frente a la reja del deportivo. ``Tienen ahí todas las despensas y nos dicen que regresemos a nuestras casas. ¿Cuáles casas? No tenemos nada. Después nos dicen que hagamos una lista para ver si nos dan una caja con despensa'', dicen los damnificados.

La señora Francisca Molina Torres, de la ruta 3, sector uno de La Renacimiento, asegura que sus hijos no han comido nada desde el jueves. ``No hemos recibido nada de apoyo. No hay agua ni leche para los niños. Nos tienen aquí todo el día y no nos han dado nada. ¡No es posible!'', expresa.

Los habitantes de la zona se juntan frente a la reja y se quejan: ``Es poca la ayuda y mucha la necesidad, y el Ejército no ha llegado a nuestras colonias para ayudarnos a levantar los escombros'', dice Francisca.

La tropa limpia las principales avenidas del puerto, la Costera Miguel Alemán, la avenida Cuauhtémoc, y desasolva las alcantarillas de las calles que llevan a la zona hotelera. Pero no ha ido a las colonias afectadas para auxiliar a la población.

Flor de María Michelena afirma que los partidos políticos ya le dieron un tinte electorero al reparto de la comida. ``Tú no eres del PRI, tú no recibes. A los del PRI y del PRD si les dan. Nos están dividiendo. No son parejos'', reclama.

Los militares del deportivo dicen a los damnificados que anoten sus nombres en una lista. Todos buscan una hoja de papel.

``Son puras vueltas. Ellos le dan las despensas a quien quieren, a las jovencitas que se acercan a la tropa'', señala Isidro Viviano.

``Mi mujer parió hace 21 días y no ha comido nada. ¿Cómo le va a dar de comer al niño? El agua la mandan a los hoteles y la comida a la gente que no la necesita'', dice.

En la parte posterior de la Unidad Deportiva Ciudad Renacimiento, un militar, al que los pobladores llaman ``el mayor'', decide a quién le da cajas de despensa con el sello de Alianza para el Bienestar, Sedesol.

Los soldados suben cajas y cajas en una camioneta Chevrolet placas GH9-672 del estado de Texas. Con papeles en la mano derecha, ``el mayor'' da órdenes y las cajas de agua Alpura también entran al vehículo.

La gente rodea al militar y le reclama: ``Le dan despensas a gente que no las necesita y a las jovencitas que se ponen a platicar con los soldados''. ``El mayor'' insiste en que se deben anotar en las listas. ``Ustedes se tienen que organizar'', agrega, y se va al deportivo.

Los habitantes de La Renacimiento no dejan la puerta del inmueble. Más tarde reciben su recompensa. La llegada de un fotógrafo de una de las paraestatales que enviaron despensas obliga al ``mayor'' a entregar algunas botellas de agua Alpura. Los militares entregan un envase por persona.

La camioneta con placas de Texas abandona el lugar. La escoltan dos militares. La gente no se mueve. Necesita agua y comida.

Por la tarde, la lluvia vuelve a caer sobre Acapulco. Una cuadrilla de rescate con perros entrenados, llamados Sax, Luca, Antrax y Chaneque, busca cuerpos en la zona de Santa Cecilia, en el Anfiteatro, la parte más alta del puerto.

Sin embargo, los generales mencionan que la situación más dramática se vive en la Costa Chica y la Montaña. Los habitantes están incomunicados. El Ejército entregará las despensas en esas regiones de Guerrero.

Once muertos en Cuajinicuilapa

Raúl García, corresponsal, Chilpancingo, Gro., 12 de octubre Ť En la región de la Costa Chica el municipio más dañado fue Cuajinicuilapa, donde se reporta al menos el fallecimiento de 11 personas, la destrucción de 10 mil hectáreas de cultivo y su incomunicación, al igual que las poblaciones de Tlacoachistlahuaca y Xochistlahuaca, informó Gerardo Gaitán Montoya, promotor cultural de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), informó vía fax.

El funcionario de la UAG indicó que también las comunidades de El Terrero, La Bocana, El Pitayo y Barajillas sufrieron la pérdida de sus cultivos y entre 3 mil y 5 mil cabezas de ganado.

Por su parte, el director de la Unidad Estatal de Protección Civil, Gustavo Piña Lagunes, negó que hubiera existido negligencia por parte de las autoridades estatales para prevenir los daños dejados por el huracán Paulina.

Dijo que ante meteoros de esa intensidad resultaría muy difícil tomar prevenciones que impidieran los arrastres y deslaves y reconoció la carencia de recursos para las labores de monitoreo, ya que el presupuesto es muy limitado.

Por otra parte, la diócesis de Chilpancingo-Chilapa realizó hoy una ``colecta extraordinaria'' de carácter ``obligatorio para todos los párrocos''.

En un comunicado, el obispo Efrén Ramos Salazar informó que los bienes fueron concentrados en las ciudades de Chilpancingo, Chilapa, Zumpango del Río, Iguala, Taxco, Huitzuco y Teloloapan, y que centros de acopio similares se han instalado en esta capital del estado en el quiosco de la Plaza Primer Congreso de Anáhuac por parte del Comité de Jóvenes en Apoyo al Pueblo Damnificado, y en el ayuntamiento de Chilpancingo, el palacio de gobierno, los DIF estatal y municipal, la Cruz Roja y las sedes estatales de PRI y PRD.

En tanto, el delegado en Guerrero de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Miguel Rodríguez Bocanegra, informó que esa dependencia levantó 250 actas contra comercios en Acapulco por alterar precios.

Condena el obispo Reynoso a quienes negocian con la ayuda

Carlos Figueroa, Jorge Alberto Cornejo y Francisco Guerrero Garro, corresponsales Ť El obispo de Cuernavaca, Luis Reynoso Cervantes, exhortó a los mexicanos a solidarizarse con los damnificados, especialmente con las comunidades indígenas, y condenó a quienes se han aprovechado de la situación para negociar con la ayuda enviada a las zonas de desastre.

Por su parte, el gobernador de Baja California, el panista Héctor Terán Terán, convocó a todos los empleados de su administración a sumarse de manera voluntaria a la campaña ``Un día de salario por los mexicanos'' para enviar recursos en apoyo a los damnificados. Dijo a través de un comunicado que ``para que exista plena confianza en el destino de los recursos que sean donados, el gobierno del estado dará a conocer la lista de donantes así como la forma en la que dichos recursos fueron canalizados para atender a los mexicanos en desgracia''.

A su vez, habitantes de Nuevo Laredo, Tamaulipas, reunieron 120 toneladas de ayuda humanitaria, de la que tres toneladas ya fueron enviadas por avión a Santa Cruz Huatulco, Oaxaca. En la recolección y envío de la ayuda han participado integrantes del Club Rotaract, Scouts de México, Cruz Roja, Protección Civil, Tránsito local, Sistema DIF Municipal, Servicios Generales y Comunicación Social.