Fernando Benítez
Carlos y los dinos
En un artículo publicado en La Jornada Carlos Fuentes nos ha dado la gran noticia: Manuel Bartlett ¿quién lo dijera?, el más furibundo priísta de la vieja escuela, ha dado la solución de algo tan simple y tan complicado a la vez: que el PRI vuelva a sus orígenes y sea partidario de la democracia.
Como dice Carlos: el partido puede optar por el regreso a sus orígenes, pero lo que no puede hacer es imponer desde arriba, autoritariamente, ese programa sin pasar por una democratización interna. Ahí está el meollo del asunto: el electorado no puede creer en un PRI democrático si el propio PRI no cree en la democracia empezando por la democracia interna.
Por otra parte, en una conferencia realizada en Madrid y publicada en Proceso, Carlos retoma el asunto. Señala que el PRI y sus dinosaurios no están muertos y deseó que el PAN y el PRD sigan unidos para ``desmantelar'' al sistema priísta. No obstante, aclaró que no hay que prescindir del PRI, porque hay mucha gente valiosa que debería procurar una reforma interna. ``Lo mejor es que el PRI se autorretire, que aporte procedimientos democráticos.''
No cabe duda que Carlos Fuentes, como acaba de señalarlo atinadamente Felipe González, es la conciencia crítica de México y América Latina.