La Jornada 15 de octubre de 1997

Comunidades de Oaxaca siguen aisladas; miles, sin alimentos

Víctor Ruiz Arrazola, corresponsal, Oaxaca, Oax., 14 de octubre Ť Comunidades incomunicadas en la sierra; miles de familias refugiadas en improvisados albergues, adonde no ha llegado aún agua potable ni comida ni ropa; riesgo latente de brotes de cólera, dengue y paludismo, y desorganización en las cabeceras municipales para proporcionar ayuda, son el panorama que se vive hoy en Oaxaca, a seis días del paso del huracán Paulina por el estado.

En tanto, el último reporte oficial sobre las víctimas del meteoro indica el deceso de 63 personas y otras 25 desaparecidas.

Por otra parte, el jefe del Departamento de Planeación del sector salud en la franja costera de Oaxaca, Miguel Angel Colmenares, informó que ya hay brotes de enfermedades gastrointestinales, y manifestó su temor de que éstos podrían incrementarse en los próximos días, debido a que ``varias comunidades'' se encuentran incomunicadas.


Caminata por el malecón de Puerto Angel, Oaxaca, donde las
lanchas de los pescadores quedaron averiadas a causa de
Paulina. Foto: Cristina Rodríguez

Respecto a la situación que priva en diversos poblados oaxaqueños, varios centros de derechos humanos y cabeceras parroquiales dieron hoy la señal de alerta ante la falta de ayuda y los riesgos en que están viviendo miles de familias que se encuentran aisladas.

Los centros de Derechos Humanos Tepeyac y el de Promoción Comunitaria de la diócesis de Tehuantepec reportaron que la situación de mayor gravedad se presenta en Juchitán, en donde hay alrededor de 2 mil familias afectadas por el huracán; además, en la zona costera todos los caminos están bloqueados y no se ha podido proporcionar ayuda a comunidades como Morro Mazatán, Playa Cangrejo, El Coyul y Santiago Astata.

Mientras, a los poblados de Brasilito y Guelaguichi, a la orilla del mar, llegaron algunos helicópteros, que hace dos días dejaron algunas despensas, ``pero la desorganización que priva en la agencia municipal de reparto provocó que muchas familias necesitadas no tuvieran acceso a los medicamentos y comida que llegaron''.

El problema en esta zona se recrudeció ante la falta de agua potable, pues ya se agotó la poca que llegó de Huajuapan de León y de la organización Cáritas de México y Guadalajara.

En esa región empieza a presentarse una plaga muy fuerte de mosquitos, por lo que se prevé que, de no establecerse un cerco sanitario, la población será víctima de brotes de paludismo, dengue y cólera, por la falta de agua potable.

Según el Centro de Promoción Comunitaria de la diócesis de Tehuantepec, en esta región son por lo menos 3 mil familias que, ante la falta de agua potable, empiezan a recurrir al líquido de los pozos.

Por lo que hace a la región de la sierra, el centro indicó: ``no sabemos nada de esas comunidades'', y que la gente de poblados como Quechapa, Quiegolani y Santa Lucía ``no ha podido bajar y no se han podido recibir mensajes sobre su situación, debido a que las únicas dos casetas telefónicas con las que contaban seguramente fueron destruidas''.

No hay forma de llevar víveres

La Comisión de Pastoral Indígena informó que todavía hay ``mucha comunidades totalmente incomunicadas que no han recibido ningún tipo de ayuda''. Reportó que a través de la cabecera parroquial de Santa María Huatulco han querido canalizar alimentos a esas poblaciones, ``pero todo ha quedado en intentos, porque no es posible llegar por tierra''.

``Ante esa situación -añadió-, desde el viernes solicitamos un helicóptero y hemos pedido apoyo al gobierno, a particulares y a las comisiones nacionales de Iglesia, y no hemos logrado nada, porque toda la ayuda se ha concentrado en las cabeceras municipales, donde existe una total desorganización para atender a comunidades tan dispersas como San Agustín y Candelaria Loxicha, Panixtlahuaca y Pluma Hidalgo'', entre otras.

Por lo que hace a la zona de los Loxichas, informó que se ha mandado ``un poco de ayuda'' con los jóvenes brigadistas de Rescate Nacional, que se han internado a la sierra a pie, además de que se instaló una centro de acopio de víveres en El Manzanal, un pequeño poblado ubicado en las inmediaciones serranas.

Las enfermedades continúan, hay algunos heridos y mujeres embarazadas que no han podido recibir atención médica adecuada. El arzobispo Héctor González Martínez recorrió durante el fin de semana la región de los Loxichas y su reporte es desalentador:

``Cada día es mayor la insalubridad, la falta de letrinas es total y la población corres un enorme riesgo en caso de que la atención médica no llegue pronto''.

Cerco sanitario en la franja costera

Mientras que las autoridades de la Secretaría de Salud informaron que se aplica un dispositivo sanitario en la franja costera, el jefe del Departamento de Planeación, Miguel Angel Colmenares Martínez, señaló que en el municipio de Jimiltepec, 370 kilómetros al suroeste de la capital, ya se registraron los primeros casos de dengue, en tanto que en otras comunidades de la costa empiezan a multiplicarse los casos de diarrea, dermatitis, infecciones respiratorias, además de que se reportan lesionados de todo tipo.

Por su parte, el jefe de Servicios Médicos, Ernesto Pérez Matus, señaló que hasta ahora no se han registrado brotes epidémicos, y manifestó que en la zona más afectada por Paulina hay más de mil 500 trabajadores del sector salud atendiendo a la población en tareas de saneamiento básico, ambiental y ayuda médica de todo tipo.