La Jornada 16 de octubre de 1997

Se asignarán cuantiosos recursos económicos, ofrece el Presidente

Rosa Elvira Vargas, enviada, Chacahua, municipio de Tututepec, Oax., 15 de octubre Ť El gobierno federal tendrá que ``entrarle al toro por los cuernos'' y reasignar destinos presupuestales para resarcir las cuantiosas pérdidas materiales y económicas que dejó el huracán Paulina , dijo hoy aquí el presidente Ernesto Zedillo.

Frente a la realidad hasta ahora incuantificable en términos monetarios, de los destrozos provocados por el meteoro en vías de comunicación, viviendas, electrificación, sistemas de agua potable, infraestructura educativa y de salud, y en la agricultura, así como las pérdidas de vidas humanas, el jefe del Ejecutivo destacó que en los próximos meses tendrán que hacerse cuantiosas erogaciones económicas.

Asimismo, el Presidente advirtió que es urgente redoblar medidas en materia de salud en las regiones de la costa oaxaqueña devastadas por el huracán, ante la posibilidad de que surjan brotes de dengue y paludismo.

Luego de llegar a esta región procedente de Acapulco, donde el martes supervisó los trabajos de reparación en las colonias que fueron afectadas por el fenómeno meteorológico el pasado 9 de octubre, el presidente Zedillo afirmó que en Oaxaca ``las cosas siguen estando muy difíciles''.

Ante los pobladores de Chacahua, quienes desde hace una semana carecen de energía eléctrica y están incomunicados por tierra, Zedillo aseguró que ``no escatimaremos recursos'' para restablecer en breve el funcionamiento de las carreteras, y ofreció que ante la pérdida de las parcelas, se desarrollará un programa de empleos temporales para paliar en parte lo que los agricultores no percibirán por sus cosechas.

Puntualizó que en el caso de Oaxaca, en el renglón de comunicaciones, primero tendrán que hacerse arreglos temporales y después la reparación permanente de carreteras y caminos. Ilustró el problema al mencionar que la carretera Puerto Escondido-Pinotepa sufrió cortes impresionantes, se perdieron muchísimos puentes. En síntesis, ``no quedó prácticamente nada de ellos y lo que quedó no sirve para nada''.

Admitió que el problema de los caminos rurales no es menor. Se harán algunos arreglos urgentes, pero de inmediato tendrá que desplegarse un programa permanente que requerirá también cuantiosos recursos.

Aquí en Oaxaca, donde mil 200 poblados de 59 municipios sufrieron los estragos de Paulina y que incluso han llevado a la conclusión de la necesidad de reconstruir totalmente varias comunidades, Zedillo dijo que se aplicará un programa emergente de apoyo a la vivienda. La idea es que en muchos lados ``aprovechemos esta situación para hacer un esfuerzo adicional y la gente pueda tener una vivienda un poco más digna de la que tenía antes de la afectación del huracán'', completó.

En su mensaje a los pobladores de este productivo lugar que acusa la pobreza del olvido, incomunicación y falta de apoyos a su principal actividad, la pesca, el Presidente tocó cada uno de los aspectos que deben abordarse. Mencionó que en el abastecimiento de agua potable se redoblarán las brigadas de la Comisión Nacional del Agua para reparar los pequeños sistemas; en educación, donde numerosas aulas fueron destruidas y se perdieron libros de texto y útiles de prácticamente todos los educandos, habrá reposición total y los espacios escolares serán rehabilitados por el Conafe.

Habló también de las acciones en salud e hizo un reconocimiento a los brigadistas que en las comunidades brindan atención médica y despliegan un intenso trabajo preventivo con la cloración de depósitos de agua, encalamiento de letrinas, orientación para eliminar charcos y otros depósitos de agua sucia, la vacunación y un sinnúmero de acciones donde, dijo Zedillo, ese personal ha demostrado su compromiso, vocación y enorme esfuerzo.

Luego se refirió a las pérdidas en el agro --en Collantes, primer punto de su recorrido por Oaxaca, las siembras fueron totalmente arrasadas-- y subrayó que especialmente en el café, se procederá con la reposición de nuevas matas para acelerar el programa de sustitución que se había previsto y que busca incrementar la productividad de ese cultivo.

En materia agrícola, aseveró, ``veo esto como un acicate, como una oportunidad para hacer cosas que íbamos a hacer, pero que ahora las circunstancias nos aconsejan apresurar el paso''. A los pobladores de Chacahua, ahora con una gran capacidad de captura de peces, pero sin infraestructura para su comercialización, Zedillo ofreció ayudarlos no sólo para estar como antes ``sino que tratemos todos de que las cosas, incluso, estén mejores''.