La Jornada 18 de octubre de 1997

Estudia México someterse a la jurisdicción de la CIDH, indica Gurría

Ciro Pérez Silva, Jesús Aranda y Oscar Camacho Ť El gobierno mexicano explora la posibilidad de acatar la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, informó el canciller José Angel Gurría, quien adelantó que la Comisión Intersecretarial para la Atención de los Compromisos Internacionales en Materia de Derechos Humanos incluirá en sus trabajos, ``cuando lo crea conveniente'', a las organizaciones no gubernamentales mexicanas en la materia.

Al comparecer ayer ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, presidida por el priísta Alfredo Phillips Olmedo, Gurría escuchó los comentarios de los diputados de PRD, PRI, PAN y PT, quienes cuestionaron que en la pasada gira por Francia y Alemania se ``desgastó innecesariamente'' la figura presidencial en el incidente con las ONG internacionales.

En respuesta, el funcionario aceptó que ``independientemente del incidente o del momento incómodo que pasamos todos, incluyendo al señor Presidente'', el Ejecutivo ratificó su compromiso de promover y defender los derechos humanos.

Ante los señalamientos sobre por qué el presidente Zedillo no se entrevistó en México con el secretario general de Amnistía Internacional, Pierre Sané, el canciller aseguró que éste nunca planteó oficialmente su interés de entrevistarse con el primer mandatario, y que sólo comentó al embajador en Londres, Santiago Oñate Laborde, que ``sería un honor hacer una visita de cortesía al presidente Zedillo. De manera que la cancillería no solicitó a la Presidencia de la República la reunión de Sané con el Presidente, por lo que no hubo ninguna cancelación ni negativa expresa de su parte para recibirlo'', aseguró.

En cuanto a los resultados de las visitas de Estado a Francia y Alemania, Gurría dijo que el acuerdo comercial con la Unión Europea, el segundo socio comercial de México, es probablemente la iniciativa de política exterior más importante de esta administración hasta ahora, ``porque no sólo nos da un elemento de diversificación económica y comercial, sino un importantísimo elemento de equilibrio político que a México le hace mucha falta''.

El secretario de Relaciones Exteriores señaló que uno de los temas importantes en los que se trabaja y que será materia de análisis de la Comisión Intersecretarial que ayer se oficializó, es la posibilidad de reconocer la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos; sin embargo, reconoció que hasta el gobierno ha sido reticente a asumir este compromiso, toda vez que Estados Unidos no reconoce la jurisdicción de dicha corte y, de hacerlo nosotros, podríamos estar en desventaja, explicó.

Pormenores de la gira presidencial por Francia y Alemania

El encuentro con el canciller inició con una equivocación de Phillips Olmedo, quien cedió la palabra al diputado petista José Luis López López, cuando el primer turno le correspondía al funcionario.

Gurría lo hizo notar al ex embajador en Canadá y éste de inmediato le cedió la palabra al canciller.

El canciller Gurría Treviño dio lectura a un documento en el que explicó los pormenores de la gira presidencial realizada en Francia y Alemania; enfatizó que en el caso de la controvertida reunión con ONG, la presencia de los medios de comunicación dio lugar a que la actitud de los representantes de dichas organizaciones fuese discursiva y más dirigida hacia los propios medios que hacia el establecimiento de un diálogo constructivo.

``En el caso de aquellas organizaciones que prefirieron la denuncia estridente y el discurso frente a la oportunidad del diálogo, habría que subrayar que incurrieron en afirmaciones a todas luces infundadas'', señaló el funcionario. Insistió en que nunca se tramitó formalmente una entrevista del secretario general de Amnistía Internacional con el presidente Zedillo.

A la lectura del documento, siguió un espacio para preguntas de los diputados.

El panista Javier Algara Cossío aseguró que existe un malestar a nivel popular, por la aparente indiferencia del presidente Zedillo para atender los requerimientos de las ONG. ``Se presentó una imagen del Ejecutivo que está empeñado en decir `nosotros somos el gobierno, somos los que sabemos cómo se hacen las cosas, los demás no tienen nada que decir aquí, ni el pueblo ni los organismos intermedios'. Esa fue la imagen que quedó de la gira del Presidente y eso nos preocupa''.

Gurría respondió que, independientemente del incidente, el primer mandatario señaló: ``Señores, aquí venimos a comentar con ustedes la política, los avances que hemos hecho y a recibir de ustedes comentarios para responderlos''. Con ello se demuestra que nadie pretende negar la existencia de las ONG, dijo.

En alusión al cuestionamiento sobre el desempeño del embajador en Francia, Jorge Carpizo, y de otros que son embajadores ``no por sus méritos diplomáticos sino por sus méritos partidistas'', el canciller aseveró que en el caso del embajador en París, por su experiencia como secretario de Gobernación, ex procurador y ex presidente de la CNDH, ``parecía ser una de las personas más autorizadas para evaluar si el diálogo iba a ser fructífero o no, y lo fue en la mayor parte de los casos, salvo dos que manifestaron una actitud más bien crispada o de estridencia''.

Las intervenciones continuaron en el mismo tenor. El priísta Carlos Jiménez Macías preguntó si pudo haberse evitado ``ese desaguisado'' con un trato diferente a esas organizaciones en sus visitas a México, y ``si se considera importante recomponer la relación con Amnistía Internacional, más allá de estas aclaraciones y malentendidos''.

Gurría insistió en que la entrevista del Presidente con esos organismos demuestra que no se desestima su importancia y que, cuando un jefe de Estado decide que vale la pena un encuentro con un grupo con el que se sabía que la reunión ``no iba a ser un día de campo'', lo hace porque hay algo que ganar, porque hay información que intercambiar y actualizar o corregir defectos o distorsiones de la información, y que esto vale la pena hacerlo al más alto nivel.

Por el PRD, Lázaro Cárdenas Batel sostuvo que las raíces de este problema fueron, por una parte, la realidad que se vive en nuestro país en materia de derechos humanos, y la falta de previsión y tacto de los funcionarios encargados de las relaciones exteriores.

``En el caso de Sané, el gobierno dijo que no hubo una solicitud formal, lo que se concede, pero no se acepta, aunque parece increíble que para el gobierno fuera imposible abrir un espacio de media hora en la agenda del señor Presidente para por lo menos, en aras de la cortesía y la previsión, recibir a un visitante del nivel del señor Sané. Además de que mostró una carta fechada el 29 de julio pasado y dirigida al embajador de México en Londres, Santiago Oñate, en la que Sané explica que se sentiría honrado por la posibilidad de reunirse con el presidente Ernesto Zedillo''.