La Jornada 18 de octubre de 1997

Situación crítica en el IFE, pero no hay bloques internos: consejera Peschard

<>Luis A. Boffil Gómez, corresponsal, Mébrida, Yuc., 17 de octubre Ť La consejera electoral Jacqueline Peschard Mariscal admitió que el Instituto Federal Electoral (IFE) atraviesa por una ``situación crítica'' derivada del cuestionamiento al secretario ejecutivo Felipe Solís Acero, pero negó la conformación de bloques internos.

En rueda de prensa, al término de su ponencia en el foro La importancia del voto de la mujer, organizado por el Grupo Plural de Mujeres, la funcionaria rechazó tajante que la pugna actual tenga la intención final de pedir la renuncia de José Woldenberg. ``De ninguna manera'', dijo, pero reconoció que el consejero en jefe del IFE ``mantiene su postura de apoyo a Solís Acero''.

Sin embargo, Peschard Mariscal reconoció la polarización de intereses en el IFE. ``Ciertamente, todos (los consejeros) tienen sus objetivos, pero la coincidencia es aplicar el reglamento interno por el bien de la institución, sin intereses partidistas'', añadió.

La funcionaria manifestó que en caso de una ``crisis extrema'', entonces los partidos decidirán qué hacer con los consejeros. ``Si consideran que ya no servimos entonces podríamos ser renovados, ya que nosotros llegamos a los cargos por el consenso de ellos'', manifestó.

Por otra parte, Peschard Mariscal aseveró que por el alto grado de ``competitividad'' en materia electoral, las elecciones presidenciales del 2000 representarán un problema. Aclaró que el voto es muy ``volátil'' -algunas veces se inclina por el PRD, otras por el PRI-, y eso provocará que los partidos políticos difícilmente reconozcan resultados desfavorables.

Comentó que la labor del instituto será mantener un mayor grado de credibilidad y confianza entre el electorado, no obstante las estrategias que los propios partidos saquen a relucir. ``Ese es el gran reto que enfrenta el IFE'', concluyó la consejera electoral.

Relaciones políticas ``normalizadas''

Notimex, Caracas Ť La reforma electoral en México y las elecciones del pasado 6 de julio lograron normalizar las relaciones políticas entre partidos y movimientos, aseguró hoy en esta capital el presidente del IFE, José Woldenberg.

``Las elecciones de 1997 y la reforma electoral de 1996 han sido eslabones muy importantes para empezar a normalizar las relaciones políticas del país en términos democráticos'', comentó.

Woldenberg, quien asiste en Venezuela a un encuentro de autoridades electorales de América Latina, insistió en que la reforma electoral ``abrió el cauce para una coexistencia de la pluralidad en términos institucionales, legales y pacíficos''.

La reforma permitió también ``abrir las puertas para que a través de las elecciones las distintas ofertas políticas puedan llegar a los cuerpos legislativos, es decir, acabar de asentar la normalidad democrática.