Zedillo: se superó la emergencia en Guerrero y Oaxaca
José Gil Olmos, enviado, San Bartolomé Loxicha, Oax., 19 de octubre Ť El presidente Ernesto Zedillo sostuvo que el estado de emergencia en las zonas afectadas por el huracán Paulina en Guerrero y Oaxaca ya fue superado. ``Lo digo categóricamente'', asentó, luego de señalar que se ha satisfecho el abasto de alimentos y medicina y que ahora se ha entrado a la etapa de reconstrucción en la red carretera y en los sistemas de salud, agua y empleo.
Sin embargo, durante su recorrido por las montañas de esta región zapoteca incomunicada por la creciente de ríos y los miles de árboles arrancados de raíz que obstaculizan caminos y brechas, algunas familias indígenas demandaron más apoyo ante la pérdida de las cosechas de café, maíz, frijol y jamaica, así como de sus chozas de adobe que volaron por las ráfagas de aire y agua que duraron hasta cuatro horas.
``No los vamos a dejar solos'', dijo Zedillo a los zapotecos de la región de Los Loxichas, que desde el aire se observa como una larga fila de montañas arrasadas en su vegetación, con miles de árboles caídos y las cañas de maíz tiradas en la tierra en la dirección en que entró el huracán.
Por su parte, el secretario de Salud, Juan Ramón de la Fuente, dijo que oficialmente no se tiene registrado ningún caso de muerte por inanición en las comunidades oaxaqueñas. ``No tenemos en el sistema de salud ningún reporte de que alguien se haya muerto de hambre desde el día 9'', dijo a la pregunta de un periodista que aludió a las publicaciones de diarios que reportaron este sábado hasta 10 muertes por la falta de alimentos en comunidades aisladas de Oaxaca.
En conferencia de prensa al concluir la gira presidencial en la que estuvieron los secretarios de Educación, Desarrollo Social, Salud, Defensa Nacional, Marina, Comunicaciones y Medio Ambiente, el gobernador oaxaqueño Diódoro Carrasco reconoció, sin precisar la procedencia, que en los municipios de Pochutla y Pinotepa Nacional partidos políticos intentaron manipular la entrega de la ayuda humanitaria.
Ahí, el diputado federal César Lonche trató de increpar a Diódoro Carrasco señalando que muchas comunidades indígenas de la región de Los Loxichas no han sido atendidas, como lo afirmaron las autoridades.
Con un gafete de la Cámara de Diputados en el pecho, sin reconocer representación partidista y ungiéndose como ``representante del Congreso de la Unión y miembro de la Comisión de Asuntos Indígenas'', el legislador dijo haber estado en varias comunidades de esta zona que no han recibido ayuda, entre ellas San Agustín Loxicha.
El diputado César Lonche, de origen oaxaqueño y uno de los líderes de los afectados por las explosiones en San Juan Ixhuatepec, no pudo cuestionar al gobernador como era su intención. ``Esto es una conferencia de prensa para los medios de comunicación, usted no puede preguntar'', le precisó el director de Comunicación de la Presidencia, Fernando Lerdo de Tejada.
Sin embargo, al terminar esta conferencia, en la sala de espera del aeropuerto de Huatulco, el legislador trató de enfrentar al gobernador enfrascándose en un breve intercambio de gritos con éste y dos de sus ayudantes. ``Baje la voz, cuando quiera le doy una audiencia'', le espetó Carrasco antes de abandonar las instalaciones aéreas.
Momentos antes, en la conferencia de prensa insistió en la afirmación presidencial de que ya se superó la fase de emergencia en el abasto de alimento y medicina a los 59 municipios donde viven mil 200 pueblos, muchos afectados por el huracán Paulina.
Aseguró que ya no existen estos dos problemas y quiso precisar el uso del término damnificado, al señalar que sólo se les puede llamar así a los que viven en los albergues. Según el gobernador, quedan sólo unas decenas de aquéllos en los de Santa María Huatulco y Pinotepa Nacional. Aunque habló de cerca de 25 mil afectados.
50 millones para el fondo de contingencia
En esta misma conferencia, el secretario de Desarrollo Social, Carlos Rojas, informó que se han destinado 50 millones de pesos del fondo de contingencia. Precisó que cada una de las secretarías podrá hacer una solicitud de mayor presupuesto para responder al programa de emergencia, e indicó que ya se aplicaron 11 millones de pesos para dar empleo provisional a los cafeticultores.
Por su parte, la secretaria de Medio Ambiente, Julia Carabias, indicó que el huracán afectó 45 mil hectáreas de selva negra de Oaxaca, y que se estima existen 2 mil 500 hectáreas de madera muerta que podrán ser utilizadas para comercializar, y para ello se ha programado una inversión de 10 millones de pesos.
Sin embargo, advirtió sobre la urgencia de recoger todos esos árboles antes de la temporada de sequía, porque podrían provocar grandes incendios, para lo cual ya se trabaja con la Secretaría de la Defensa Nacional en un programa de prevención.
A su vez, el secretario de Comunicaciones, Carlos Ruiz Sacristán, dijo que ya se recuperó 35 por ciento de los 2 mil kilómetros de la red secundaria de caminos que usan mil 200 comunidades para comunicarse en la Sierra Sur.
El de Educación, por su parte, informó que se necesitarán 17 millones de pesos para reparar las escuelas dañadas en Oaxaca, y anunció que este lunes ya reanudará clases 50 por ciento de los niños, y el restante lo hará paulatinamente.
Ayer, lodo en Acapulco; hoy, la montaña de Oaxaca
Desde el helicóptero Puma, en el que viajaban el Presidente y los reporteros, el panorama era desolador. Miles de hectáreas devastadas en las montañas de la Sierra Sur eran la escena que se repetía por varios minutos a través de las ventanas de la aeronave. Los troncos de los árboles arrancados de raíz tirados hacia el norte daban la idea de la fuerza y el sentido en que entró el huracán a esta región. Las miles de cañas de
maíz a punto de cosechar tiradas en el misma dirección completaban la escena. Parecía como si hubieran peinado las montañas.
Los ríos mostraban una creciente de agua con lodo bajando por la montaña con rumbo al mar. Al descender en la cima de una de las montañas de San Bartolomé Loxicha, el Presidente oteó las casas sin techos que eran reparadas. Otras ya no existían.
Amaricio Muñoz, con siete hijos, vive desde hace diez días en una enramada provisional; el huracán se llevó su casa. A su cafetal también. Mientras escucha las palabras del Presidente, se pregunta cuánto tiempo habrá de pasar antes de recuperar su tierra de maíz y café.
``Ya no mandaré a mi hija a la escuela en San Agustín Loxicha; no tengo dinero pa pagar el cuarto allá donde estudia la secundaria'', confiesa mientras sigue escuchando las afirmaciones presidenciales de que ya se superó la emergencia de abasto de medicinas y alimentos en las comunidades afectadas por Paulina.
En esta comunidad y en Santo Domingo de Morelos, ambas con autoridades priístas, el presidente Zedillo ratificó el compromiso del gobierno federal ``hasta que se restablezca todo'' porque, dijo, sin la asistencia del gobierno de la República hubiera sido difícil superar la situación de emergencia.