Se ha perdido el humanismo en la medicina, afirma Arnoldo Kraus
Adriana Malvido Ť En las pasadas dos décadas los adelantos en la medicina han sido vertiginosos, más rápidos que los que se han efectuado en toda la historia de la humanidad. Descubrimientos científicos y tecnologías capaces de propiciar fenómenos como la clonación o la manipulación genética, que sólo concebíamos en los relatos de ciencia-ficción, son hoy una realidad. Pero también lo son las nuevas enfermedades, como el sida, así como viejas patologías que afectan sobre todo a los más pobres y les quitan la vida innecesariamente.
Esto forma parte del universo de la medicina a fin de siglo y de una sociedad que convive con el dolor cotidianamente.
En medio de estos avances, algo se ha perdido en el camino: el humanismo en la medicina. Por eso, y por la necesidad ingente de hablar sobre ética, un grupo de médicos del Instituto Nacional de la Nutrición (INN): Arnoldo Kraus, Eucario León Rodríguez, Samuel Ponce de León y Guillermo Robles, organizaron el congreso Medicina interna, fundamentos y controversias, que se inicia mañana, mismo que estará abierto al público y sus preguntas, además de la participación de los médicos.
El tema del congreso se aborda desde otras miradas, como la psicología, la filosofía y los derechos humanos.
Medicina de masas
Entre los asuntos que se abordarán, cuatro destacan en el contexto de la reflexión de fin de siglo: ética médica; clonación; sida y tuberculosis, y práctica de la medicina en época de crisis.
Arnoldo Kraus platica en entrevista:
``Hay muchas formas de ver la medicina. Sin embargo, lo que destaca son las críticas hacia la pérdida de humanismo de la medicina, que ha perdido el vínculo maravilloso entre médico y paciente, de la figura del médico-amigo de la familia, como alguien que sabía de ti aun más que tus padres o el sacerdote. Se habla de medicina de masas, de su metalización. Es un mal moderno, que tiene que ver con la despersonalización y la deshumanización, que ha tocado también a la medicina.
``Asimismo, fuentes como la flamante Comisión de Arbitraje Médico han revelado que las denuncias principales en la medicina mexicana son en torno a negligencia médica, falta de ética y descuido hacia el paciente. En algunos casos esto es cierto y en otros no, pero es verdad que el paciente se queja de la falta de presencia del médico.
``Por eso, este primer congreso, en el que hay una parte de ciencia con una dosis de humanismo. Buscamos hacerlo estimulante, no sólo para médicos y pacientes sino para cualquier persona interesada en la condición humana.''
El simposio sobre ética médica --que se iniciará mañana a las 10:30 horas-- es con personas que vienen de historias diferentes: de la medicina (Antonio Cabral), de la filosofía (Lizbeth Sagols), de los derechos humanos (Luis de la Barreda) y de la psicología (Asunción Alvarez); son --señala Kraus, coordinador de esta mesa-- cuatro puntos de vista diferentes para abordar un tema universal.
Los expositores parten de cuatro preguntas: ¿por qué surge la necesidad de hablar sobre ética y medicina?, ¿por qué a través de la enfermedad (o el mal) renace ese vínculo?, ¿por qué el desencanto de los enfermos hacia la medicina?, ¿se sienten cobijados los pacientes terminales y sus familiares al final de la vida?
El jueves 23, a las 12 horas, se llevará a cabo el debate sobre clonación en el que participarán Rubén Lisker, experto en genética del INN y miembro del Comité Internacional de Bioética de la UNESCO; Enrique Beascochea, sacerdote jesuita de la Universidad Iberoamericana, y como coordinador Samuel Ponce de León. A las 13:30 de ese día, Carlos del Río hablará sobre sida y tuberculosis.
¿Por qué hablar de sida y tuberculosis? Kraus responde: ``El sida es un fenómeno más social que médico. Cuando lees que diariamente hay 7 mil nuevos enfermos en todo el mundo, que hay pueblos en Africa donde 30 o 40 por ciento de los niños que nacen tienen el mal, o lo que cuestan los medicamentos, te das cuenta que el problema rebasa el ámbito médico. Si tomas en cuenta el movimiento que se ha generado y la concientización de tanta gente, ves al sida como un fenómeno mucho más amplio, social y humanamente.
Crear una cultura médica
``De la tuberculosis se decía, sobre todo en Estados Unidos, que era una enfermedad prácticamente extinguida. El tiempo y la emergencia de nuevas enfermedades, en este caso el sida, han hecho que enfermedades que estaban dormidas o se consideraban extintas, como la tuberculosis, tengan una emergencia muy seria que produce muertes. Muchos enfermos son subtratados, no tienen recursos para medicamentos óptimos, y cuando esto pasa la bacteria no muere sino que muta y se hace resistente a los tratamientos. Eso está pasando.''
Kraus advierte que poca gente conoce el problema, ya que en nuestro medio falta mucha cultura médica.
``El enfermo debe estar mejor informado y eso sólo se adquiere por medio de su cultura personal y mediante el diálogo médico-paciente. Estas carencias son más frecuente en un medio pobre y despersonalizado como el de la medicina pública, pero también sucede en la privada. Volvemos a lo mismo: los médicos no dan información porque se ha roto ese vínculo con sus pacientes''.
La paradoja es que mientras la tecnología médica avanza, prevé y cura lo antes inimaginable, resurgen enfermedades como la tuberculosis. Esto, dice Kraus, implica una referencia ética.
``Sí, es terrible que la gente muera de cólera, de tuberculosis, de abortos mal hechos o simplemente de hambre, mientras llegamos a una tecnología tan inimaginable como la clonación".
Y se pregunta: ``¿es ético investigar hasta los órganos subcelulares más infinitos mientras la gente muere de pobreza? Es una pregunta difícil de responder''. Y recuerda a su maestro, Albore Saavedra, quien en alguna ocasión contestó a un cuestionamiento similar: ``Entonces, en un país con tantos analfabetas, ¿para qué tenemos universidades?''
En torno del tema la práctica de la medicina en época de crisis, que abordará Ruy Pérez Tamayo el viernes 24 a las 13:30 horas en una conferencia magistral, Kraus adelanta que se redondean varias crisis: la del diálogo médico-paciente: ``la plática, el vínculo mediante la palabra, que muchas veces hace innecesario recetar medicinas''; la crisis económica, ``¿cómo ejercer la medicina a sabiendas de que muy probablemente el paciente no podrá comprar lo que se le receta?''; la crisis de los médicos que quieren combinar la atención al paciente con la docencia, en medio de la presión por publicar y hacer medicina científica para formar parte del Sistema Nacional de Investigadores.
Además de los temas abordados en la entrevista, se invitó a médicos internistas que tratarán problemas de la medicina como la diabetes, la diarrea crónica, la meningitis, el lupus, la anemia y la hepatitis, entre otros. Por un lado se busca que a la gente le sea útil la interacción y, por otro, tratar los puntos adecuados para disminuir la iatrogenia (enfermedades producidas por el médico) ``esa otra cara de la medicina, tan temida, provocada por lo que haces, recetas o dejas de hacer, y que lamentablemente es frecuente'', dice Kraus.
La figura del médico a fin de siglo está cambiando. La presión económica conlleva el riesgo de hacer medicina deshonesta, la presión tecnológica influye en la despersonalización de la medicina, al grado de que hay médicos que ya no tocan a su paciente... El universo de la medicina en el que todos estamos metidos, en un congreso donde se vale preguntar.
(Fundamentos y controversias en medicina interna tendrá lugar del 22 al 24 de octubre en el auditorio del INN. El registro se llevará a cabo a partir de las 8:15 horas del primer día y el costo es de 200 pesos. Las conferencias, simposios y mesas redondas iniciarán cada día a las 9 para concluir a las 15 horas.)