La Jornada 21 de octubre de 1997

Maribel Gutiérrez: de las listas negras al reconocimiento internacional

César Güemes Ť Al menos por el día de hoy la reportera Maribel Gutiérrez Moreno dejará su fuente en el semanario guerrerense El Sur, que dirige el periodista Juan Angulo, y su corresponsalía en ese estado que desempeña para La Jornada. Sin embargo, no se olvidará de su labor porque justamente se encuentra en Nueva York para recibir por parte de la International Womens's Media Foundation, el Premio Valor en Periodismo, por su reciente trabajo sobre los conflictos sociales en la entidad.

--¿Podemos hablar en su caso de cierta especialización en periodismo de conflicto, Maribel?

--De partida, no. No me especialicé previamente para poder cubrir estas áreas. En el camino vas conociendo con detalle el sector, y bueno, sobre la marcha podríamos pensar en cierta especialización desde el momento en que te dedicas fundamentalmente a determinados temas.

--¿Se trabaja lo mismo la temática por gusto y por compromiso?

--Sabemos cómo se manejan las cosas en un periódico: te asignan determinadas fuentes, no las elige uno. Y claro que finalmente le tomas gusto y cariño a esa fuente conforme la vas conociendo.

--¿Qué fuente o sector habría elegido si estuviera en su mano?

--Trabajaría en lo mismo, sin duda.

--El premio que ahora le dan implica un reconocimiento al periodismo que se hace bajo condiciones de peligro. ¿Esto tiene que ver un tanto con la personalidad del reportero, con el carácter?

--Tiene que ver más directamente con la violencia política que se da en el medio donde desarrollamos nuestra labor. El peligro es parte de una situación que vive la población del medio en que trabajamos. Cuando las personas que confieren el premio se refieren a situaciones de peligro, aluden a que, en mi caso, los compañeros que me propusieron como candidata a obtenerlo describieron el ambiente de hostigamiento que habíamos tenido desde que empezamos a trabajar en El Sur. Después de estas hostilidades dirigidas contra el periódico en general, los hechos se centraron ya sobre ciertas personas en particular. Por ejemplo, hubo tres compañeros que fueron denunciados penalmente por el ex secretario general de Gobierno del estado. Y a mí en lo personal, se me ha querido involucrar tres veces como miembro del EPR.

Obstaculizar el quehacer periodístico

``Muy al inicio sí veía que las hostilidades eran directas, pero no pensé entonces que eso fuera una agresión, ni que implicara un riesgo para mi trabajo. El último dato que tengo al respecto, sin embargo, implica que mi nombre figura en una lista negra en la cual el resto de los integrantes son campesinos de la sierra de Guerrero. Presuntos agentes de Inteligencia militar o de la PGR relacionan a estos campesinos con el EPR y han dicho que los ahí señalados son `los que siguen'. A eso se refiere el término de peligro que menciona el premio. Y debo decir que no hay ningún motivo por el cual, personalmente, algún cuerpo de seguridad pueda suponer que tengo vínculos con el EPR.''

--¿Ha tomado algunas medidas de protección al respecto?

--No se puede. Sigo trabajando de manera normal. Lo que sí hice fue enviar una carta a Jorge Madrazo Cuéllar solicitándole una explicación sobre las listas donde aparece mi nombre. Hay evidencia de que el campesino a quien le leyeron la lista, Gerónimo Hernández Refugio, fue detenido por agentes de la Policía Judicial Federal acompañados por militares, lo cual sucedió en la sierra de Coyuca de Benítez. De ahí que para mí quien puede dar una explicación que merecemos sobre estas listas negras y las amenazas es el procurador. Hasta la fecha no ha habido respuesta.

--¿De cuánto tiempo estamos hablando?, ¿en qué momento aparece la lista que menciona?

--El 22 de septiembre fue detenido Hernández Refugio en la sierra de Coyuca de Benítez. El es militante de la Organización Campesina de la Sierra del Sur y del PRD. Luego de la detención fue trasladado a un lugar que desconoce, al cual lo llevaron vendado y donde fue víctima de tortura. Las personas que lo detuvieron le hicieron saber que su misión era acabar con el EPR. A Hernández Refugio lo conminaron a que aceptara su colaboración con ese grupo armado, y le leyeron una lista de personas que estaban consideradas como vinculadas con el EPR. En esa lista, compuesta en su mayoría por campesinos, aparece mi nombre y el de otro periodista que Gerónimo Hernández no recuerda. Por la descripción que le hicieron, sin embargo, podemos concluir que se trata de Héctor Téllez, fotógrafo de El Sur.

--Ante estos hechos, ¿cuál es ahora la situación de El Sur?

--En la época de Figueroa había todo un cerco sobre los posibles anunciantes para evitar de ese modo que el periódico se allegara recursos. Desde luego que el hecho de que aparezcan nombres de periodistas en listas negras no es sino un intento por desprestigiar nuestro trabajo. Y para algunas fuentes, como la del Ejército, implica colocarnos dentro de la ilegalidad y de lo que ellos ven como el enemigo. Entonces, es una manera de obstaculizar nuestro trabajo y es un ataque a los medios en que nos desempeñamos, El Sur y La Jornada.

--¿El premio servirá como un apoyo para el buen desempeño de su labor?

--El reconocimiento proviene de periodistas prestigiados en otros países. El hecho de que ellos pongan atención en un trabajo como el nuestro, que en principio es estatal y en un medio relativamente pequeño como El Sur, es una manera de sumarse a nuestro esfuerzo. Es como expresar que somos parte de un gremio que rebasa Guerrero e incluso México. Finalmente se podría ver como un desmentido a quienes tratan de colocarnos del lado de la ilegalidad o de quienes desean considerarnos como guerrilleros antes que como periodistas.