Rechaza la firma constructora que se vayan a contaminar mantos acuíferos en ese estado
Jesusa Cervantes Ť Servicios Ambientales de Coahuila, compañía que pretende instalar el primer centro de residuos industriales en México, rechazó las acusaciones de la agrupación ecologista Greenpeace y de comuneros de ese estado de que la planta contaminaría mantos acuíferos.
Miguel Angel de la Rosa Delgado, director de Operaciones Centro-Sur de la empresa, advirtió además que las obras no se eliminarán por razones políticas, sino ``sólo por cuestiones técnicas''. Aclaró que los trabajos para la construcción de la planta fueron suspendidos a petición del Senado de la República, el cual entregó a la secretaria del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca, Julia Carabias, una denuncia por contaminación.
El encuentro se realizó el 4 de septiembre, ahí se acordó realizar un estudio técnico donde se definirá si dichos terrenos ejidales y particulares ubicados en el municipio de General Cepeda, afectarán o no los mantos acuíferos, como lo han asegurado Greenpeace y campesinos del lugar.
``Se acordó suspender los trabajos y cumplimos, ahora sólo esperamos que se forme la comisión por parte del Senado, Semarnap y gente de la empresa, para emitir un dictamen sobre la viabilidad del proyecto'', explicó De la Rosa.
Agregó además que aun cuando el Senado declare improcedente el proyecto, lo que tomará en cuenta la empresa será el dictamen técnico que emita Semarnap.
Jorge Sánchez, director de Residuos Peligrosos del Instituto Nacional de Ecología (INE), que depende de Semarnap, explicó que la ubicación del Centro Integral para el Manejo y Aprovechamiento de Residuos Industriales (CIMARI) ya fue avalada.
Incluso, dijo, existen cientos de lugares detectados por el INE para la construcción de dichas plantas.
El directivo de la empresa expresó, a su vez, que las tres mil 500 hectáreas donde inicialmente se pensó la construcción del CIMARI, se redujeron a dos mil 450 ``debido a las recomendaciones de Semarnap, el gobierno del Estado y los conflictos con algunos de los ejidatarios''.
Explicó que de febrero de 1996 a la fecha, la empresa ha erogado entre 3 y 4 millones de dólares, ``sólo en estudios, nivelación del terrero y maquinaria''.
El costo de este proyecto se estima entre 40 y 100 millones de dólares.
De la Rosa dijo que el retraso se ha debido principalmente a problemas políticos, aunque aclaró que ``en Coahuila 80 por ciento de la población es priísta, y con ellos no hemos tenido diferencias''.
El directivo negó que haya una denuncia en Matamoros contra la empresa que representa, por ``el vertido clandestino de desechos peligrosos''.
Otro de los argumentos de los campesinos es que el área donde se pretende construir la planta de residuos industriales tiene a 19 metros los mantos acuíferos, lo que también rechazó.
``De acuerdo con nuestros estudios, el manto está a por lo menos 350 metros, pero además, quienes hemos ido a Alemania hemos podido ver que hay plantas residuales al ras del río Rhin'', comentó.
El CIMARI es un nuevo concepto para crear plantas residuales industriales, hasta el momento hay aproximadamente 20 solicitudes de empresas distintas que pretende construir dichos centros.