DIA DEL MEDICO
Angeles Cruz y Rosa Elvira Vargas Ť El presupuesto federal asignado al sector salud y a la seguridad social es todavía insuficiente frente a la dimensión de las necesidades del país, admitió ayer el presidente Ernesto Zedillo al encabezar la ceremonia del Día del Médico.
Destacó que esa limitación presupuestal -25 por ciento de todo el gasto programable del gobierno federal- podrá resolverse si se mantiene una política económica que permita al país seguir creciendo, de manera que se pueda aumentar los recursos a la política social.
En el Instituto Nacional de Cardiología, Zedillo se refirió además a los efectos del huracán Paulina en Guerrero y Oaxaca, y aunque resaltó que en materia de salud ``se han superado los aspectos más críticos del problema'', dijo que se mantiene la vigilancia sanitaria, sobre todo en las escuelas y los albergues.
Ante ello, resaltó la labor del personal de salud que, ``una vez más, demostró que es aliado de los mexicanos que sufren, pues fueron los primeros en llegar y auxiliar a los damnificados por el meteoro''.
La movilización de los médicos fue muy importante para evitar las epidemias, aseguró ante los titulares de las dependencias del sector salud, el jefe del Departamento del Distrito Federal y los médicos invitados a la ceremonia, en la que además se entregó el reconocimiento al Mérito Médico al oftalmólogo Magin Puig Solanes.
Zedillo apuntó que en la etapa de reconstrucción en las zonas siniestradas los médicos también están ayudando, ``y así como respondieron a la necesidad urgente y excepcional, así todos los días responden a la necesidad permanente de atención a la salud del pueblo de México''.
``Con la reforma del sector salud, la descentralización de los servicios y una mejor coordinación sectorial se ha hecho más amplia y eficiente la atención. Ejemplos de ello son los programas de vacunación, salud reproductiva y prevención y tratamiento del cáncer en la mujer''. Sobre esto último, reiteró el interés del gobierno federal por abatir los índices de mortalidad entre el sector femenino.
Otra de las estrategias sanitarias tiene que ver con el Programa de Ampliación de Cobertura, el cual llega ya a 6 millones de personas. La meta para el 2000 es abarcar a los 4 millones que aún no tienen acceso a los servicios de salud, indicó.
Más adelante, Zedillo se refirió al Programa de Educación, Salud y Alimentación con el que se atenderá, a fines de este año, a 400 mil familias de las zonas más pobres de 10 estados de la República. Asimismo, recordó que a partir de los daños del huracán Paulina, el gobierno federal adelantó unos meses la aplicación del Progresa en la región de los Loxicha, en la sierra sur de Oaxaca.
Enseguida señaló que para cumplir esas metas se destinarán cada vez mayores recursos al sector salud, en la medida en que se consolide el crecimiento de la economía nacional. Dijo que el trabajo de los médicos seguirá ayudando a fortalecer las instituciones públicas de salud ``que están al lado del pueblo todos los días''.
Sobre el destacado oftalmólogo Puig Solanes, la semblanza que del especialista de 92 años hizo Octavio Rivero Serrano menciona que fue el fundador de la Escuela de Oftalmología Nacional, es maestro emérito de la UNAM, ha publicado más de 80 trabajos de investigación y ha sido miembro de seis sociedades médicas mexicanas y 12 extranjeras.
En la ceremonia intervino también Alejandro Cravioto, director de la Facultad de Medicina de la UNAM, quien ponderó el papel de los médicos dentro de la sociedad, aunque externó su preocupación ante el hecho de que por un ``número limitado de acciones cuestionables'' los galenos sean acusados de negligentes o faltos de ética.
Expresó el respaldo de la mayor parte de los médicos del país a la apertura del mercado de medicamentos genéricos, ``porque tiene como objetivo principal ponerlos al alcance de toda la población''.
Respecto al ejercicio profesional, Cravioto señaló la necesidad de examinar los modelos y ajustarlos o cambiarlos para que sean acordes con la realidad. Comentó que las escuelas de medicina incorporaron un proceso de acreditación realizado por instancias externas, y por el cual se verán las deficiencias y necesidades en la formación de profesionales de la salud.
A mediano plazo, agregó, ese proceso podría apoyarse en una nueva legislación para establecer los criterios de calidad que deberán cumplir las escuelas y lograr que los egresados ejerzan su profesión más allá de las fronteras nacionales.