La Jornada 25 de octubre de 1997

Ahora deberán erogarse 379 mil 800 millones de pesos: Fernández

Roberto González Amador Ť El costo fiscal de los programas gubernamentales de rescate bancario se incrementó a 379 mil 800 millones de pesos, cantidad 79 por ciento superior al monto original que el gobierno había previsto para el saneamiento de las instituciones de crédito, informó ayer Eduardo Fernández García, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

Al comparecer ante miembros de las comisiones de Hacienda y de Programación y Presupuesto de la Cámara de Diputados, Fernández García admitió que el incremento en el costo fiscal de los programas gubernamentales de rescate bancario se derivó de un mayor deterioro al originalmente estimado de las carteras de crédito de las instituciones financieras, así como a las compras de cartera por parte del gobierno, que no habían sido incluidas en los presupuestos anteriores.

En los anexos del tercer Informe de gobierno del presidente Ernesto Zedillo, entregados al Congreso el primero de septiembre pasado, el Ejecutivo dio a conocer que el costo fiscal de los programas de saneamiento financiero aplicados a raíz de la crisis económica de 1995, era de 212 mil 300 millones de pesos, de los cuales 54 mil 940 millones de pesos ya habían sido cubiertos con el superávit fiscal de 1994 y 1995, y con créditos de organismos multilaterales.

Sin embargo, Fernández García aseguró ayer que el costo fiscal de los programas de rescate bancario se incrementó hasta 379 mil 800 millones de pesos, cantidad equivalente al 11.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) previsto para 1997, y que representa un aumento de 167 mil 500 millones de pesos -79 por ciento- respecto de la cantidad informada por el Ejecutivo apenas en septiembre pasado.

``El incremento en los costos fiscales se explica principalmente por la actualización de las cifras a precios de 1997; los saneamientos de algunos bancos no incluidos en el cálculo anterior; las compras de cartera hechas por el gobierno y tampoco incluidas en la estimación anterior, así como por un mayor deterioro de las carteras de crédito bancarias'', explicó el presidente de la CNBV.

Eduardo Fernández, quien compareció durante unas tres horas y media ante los diputados de las comisiones citadas, mencionó que en la nueva estimación sobre el costo fiscal que representará a los contribuyentes el saneamiento de las instituciones de crédito, ``ya está comprendida la parte fundamental del saneamiento de la banca''.

El presidente de la CNBV detalló a los diputados que el monto total del costo fiscal de los programas de saneamiento bancario se integra de la siguiente manera:

Los programas de apoyo a deudores tendrán un costo fiscal de 93 mil 800 millones de pesos; las intervenciones gerenciales y saneamiento de instituciones con problemas de capitalización, otros 186 mil 600 millones de pesos; esquemas de capitalización, 80 mil 600 millones, y créditos de empresas constructoras beneficiadas con el programa de rescate carretero, otros 18 mil 800 millones de pesos.

``El rubro que fundamentalmente ha crecido es el relacionado con las intervenciones y el saneamiento de los bancos. Quiero resaltarlo porque, evidentemente, este rubro corresponde a aquellos bancos en los que los accionistas perdieron todo su capital; varios de ellos enfrentan un procesos penal por haber malversado los fondos de la institución. Pero en este tipo de programas no cabe ni siquiera la reflexión de que hubo apoyo a los accionistas'', aseguró.

En el transcurso de la comparecencia, el diputado Pablo Gómez, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), aseguró que con los programas de rescate el gobierno se había convertido en el mayor accionista de la banca en términos económicos. Dijo también que esa política de saneamiento estuvo articulada con base en dogmas que defendió el gobierno y que privilegiaron esquemas de financiamiento de la economía sobre otras opciones.

Fernández García respondió que cuando el gobierno se enfrentó a una situación de crisis como la de 1995 ``no actuamos definitivamente con dogma, sino en la forma más práctica que, hemos pensado, ahorraría mayores costos a la sociedad''.

El presidente de la CNBV también rechazó que el Estado se hubiera convertido en los hechos en el mayor accionista bancario. ``Eso no es así, porque haber caído en una inacción por parte de las autoridades habría llevado irremediablemente a que todo ese capital bancario que se hubiere perdido no hubiere sido repuesto. El gobierno hubiera tenido que asumir la responsabilidad de todas las instituciones y los problemas que eso hubiera acarreado para retener el ahorro'', respondió.

Miguel Angel Núñez, diputado del Partido Revolucionario Institucional, manifestó al funcionario que en el sector productivo existe preocupación por la falta de crédito bancario.

A esta inquietud, Fernández García contestó que existen expectativas de una recuperación más rápida del crédito en 1998, lo que sumado al crecimiento económico previsto, que va a ser impulsado en alguna medida por un mayor consumo, se pude traducir en un mayor flujo de crédito.

Por el Partido Acción Nacional, el diputado Alberto Cifuentes planteó que en los programas de rescate el gobierno ha menospreciado ``la lógica del deudor'' para responder a ``la lógica de los inversionistas''.

Como sucedió con los cuestionamientos al plan de rescate bancario, Fernández García aseguró que los programas aplicados hasta ahora por el gobierno han permitido aliviar la carga que representa a los usuarios el pago de sus deudas con las instituciones de crédito.

En la comparecencia, a la que también asistió Javier Arrigunaga, director del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), Eduardo Fernández anunció que en las próximas semanas el gobierno dará a conocer un calendario que permitirá, a lo largo de varios años, disminuir la cobertura que actualmente ha venido otorgando el Fobaproa a los depósitos bancarios.

Ahora, el Fobaproa garantiza al 100 por ciento los ahorros ante cualquier posibilidad de quiebra de un banco, pero con el nuevo plan ``quedarán cubiertos sólo los pequeños ahorradores no sofisticados'', indicó Fernández.