La Jornada 25 de octubre de 1997

En diez años, el subempleo en la población ocupada aumentó 60.5%

Fabiola Martínez Ť La política de concertación de precios y salarios entre los sectores productivos --aplicada desde 1987-- ha dejado un saldo ``desfavorable'' para los trabajadores, reconoció la CTM.

En el documento A diez años de pactos y alianzas, elaborado por la subsecretaría de Asuntos Económicos de la central obrera, se destaca que de 1988 a 1995 ``el subempleo y la desocupación se elevaron 71.3 por ciento'', al pasar de 4 millones 782 mil a 8 millones 191 mil personas, indicadores que hasta 1997 ``avanzan rápidamente''.

En ese lapso, precisa el informe, la población económicamente activa (mexicanos de 12 años o más que participan en algún tipo de actividad productiva) creció 23.2 por ciento, mientras que el personal ocupado remunerado sólo lo hizo en 13.7 por ciento.

El subempleo de la población ocupada se incrementó 60.5 por ciento, al pasar de 4 millones 58 mil a 6 millones 514 mil; en tanto, la desocupación abierta lo hizo en 131.6 por ciento, al crecer de 724 mil en 1988 a 1 millón 677 mil.

La subsecretaría de Asuntos Económicos cetemista señala, con base en información del INEGI, Banamex-Accival y el Tercer Informe de Gobierno, que entre 1987 y 1997 las retribuciones a la fuerza de trabajo han retrocedido en términos generales.

Tan sólo en los últimos tres años las mayores contracciones en la capacidad de compra han sido de 57.8 por ciento en el salario contractual promedio en ramas de jurisdicción federal; 51.0 por ciento en el salario mínimo general y 21.2 por ciento en la industria de la construcción.

Con menores descensos aparecen el salario promedio de cotización del IMSS (6.3 por ciento) y las remuneraciones promedio en la industria maquiladora de exportación (3.0 por ciento).

Al respecto, Porfirio Camarena Castro, subsecretario de Asuntos Económicos de la CTM, considera que, ante las expectativas de crecimiento en el país para 1998 (6 por ciento en el producto interno bruto --PIB--) el movimiento obrero organizado exige ``que se oriente este indicador hacia la distribución de la riqueza''.

Lo anterior, añade el también senador por Guerrero, sólo podrá ser por la vía del fortalecimiento del mercado interno, es decir, ``regresando a los obreros su poder adquisitivo''.

Dijo que mientras la producción ha registrado avances sustantivos, los salarios redujeron su participación en el PIB, al bajar del 45 al 42 por ciento.

Los sectores tenemos que sentarnos a renegociar la Alianza para el Crecimiento en términos distintos, ``ya no para regresarle a la economía la estabilidad y mantener condiciones de desigualdad, sino para precisar cómo vamos a distribuir ese 6 por ciento de crecimiento'', expresó.