El acuerdo con la UE, atado a democracia y derechos humanos
David Aponte, enviado, Bruselas, 26 de octubre Ť La Unión Europea (UE) tendrá posibilidades de respaldar proyectos de cooperación destinados al desarrollo de la sociedad civil, el fortalecimiento de las instituciones, el estado de derecho y la promoción del respeto a los derechos humanos y los valores de la democracia en México, con base en el contenido de la cláusula democrática y un capítulo del nuevo Acuerdo de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación.
Las acciones de colaboración entre México y los 15 países europeos podrían quedar suspendidas en caso de que el gobierno mexicano viole de ``manera flagrante'' los derechos humanos o los procesos democráticos internos, mencionan los textos que serán firmados por las partes el próximo 8 de diciembre en esta ciudad.
Después de la rúbrica de diciembre, el documento podría ser aprobado por el Parlamento Europeo en un periodo de tres a seis meses. Las autoridades mexicanas consideran que las organizaciones no gubernamentales de defensa de los derechos humanos no tendrán margen de maniobra para realizar un ``boicot'' al proceso legislativo.
El embajador de la misión mexicana ante la UE, Manuel Armendáriz, consideró que las organizaciones internacionales ``tienen una función limitada. Obviamente hacen mucho lobby. Son escuchadas, pero no son el Parlamento Europeo, que tiene que formarse un juicio escuchando a todos. También nos escuchan a nosotros, a expertos y analistas''. señaló.
Luz verde de Gurría a la cláusula democrática
El trabajo y las negociaciones para el próximo acuerdo entre México y la UE -mismo que permitirá una zona de libre comercio y la cooperación política en asuntos relacionados con el respeto a los derechos humanos, el fortalecimiento del estado de derecho y la promoción de los valores democráticos- comenzaron en 1995. La declaración política signada en mayo de ese año en París abrió las puertas.
Anteriormente, las partes tenían un Acuerdo Marco de Cooperación, firmado en 1991. Sin embargo, el protocolo bilateral no considera una liberalización comercial ni la colaboración en materia de fortalecimiento a los derechos humanos y a la democracia.
El debate entre los negociadores de las partes inició en octubre de 1995. Para los representantes europeos las discusiones fueron ``complejas, difíciles y largas'' en la parte comercial. Los mexicanos querían avanzar muy rápido en el tema comercial y los miembros de la Comisión Europea también estaban interesados en los temas de protección de los derechos humanos y los valores de la democracia.
En el primer trimestre de 1997, el canciller José Angel Gurría viajó a la ciudad holandesa de Noordwijk para participar en la séptima reunión ministerial entre la UE y el Grupo de Río. El jefe de la diplomacia mexicana aceptó los términos generales de la clásula democrática, que ambas partes ``mantienen en secreto'' hasta el próximo 8 de diciembre.
Los negociadores sostuvieron largas conversaciones entre el 10 y 12 de junio del año en curso. El debate terminó a las cinco de la mañana del día 12. Posteriormente, el embajador Armendáriz y el director general de Relaciones Exteriores de la Comisión Europea, Enrico Cioffi, rubricaron el 23 de julio los textos acordados.
El acuerdo global y un texto interin permitirán iniciar las negociaciones comerciales en el curso del segundo semestre de 1998, según los cálculos de los negociadores europeos.
No obstante, el llamado Acuerdo de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación México-UE tiene que ser ratificado por el Parlamento Europeo y la Cámara de Senadores mexicana.
Los órganos no tienen facultades para modificar el contenido de los documentos negociados. Los 626 parlamentarios europeos y los mexicanos pueden dar o no su dictamen de conformidad, ratificar o no el contenido como sucedió con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
El proceso de ratificación en el Parlamento Europeo podría llevar entre tres y seis meses y la aprobación en los 15 parlamentos nacionales un periodo de entre dos y tres años, de conformidad con los procedimientos europeos.
``No anticipamos gran dificultad en la ratificación y esperamos que no tarde más de seis meses'', comentó un funcionario de la Comisión Europea.
ONG limitadas para frenar el acuerdo: Armendáriz
El representante de México ante la UE, Manuel Armendáriz, opinó que las organizaciones no gubernamentales internacionales no tienen capacidad de acción para frenar o boicotear la ratificación del acuerdo comercial en el Parlamento Europeo, con la argumentación de que en nuestro país existen graves violaciones a los derechos humanos, como lo anunciaron en la ciudad de París después de un encuentro con el presidente Ernesto Zedillo.
``Las ONG tienen una participación limitada. Tienen un lobby muy importante. (Pero) no participan en las deliberaciones del Parlamento'', aunque son invitadas por los parlamentarios. Además, las autoridades mexicanas también son escuchadas y los eurodiputados ``tienen que formarse un juicio con las exposiciones de todos'', argumentó Armendáriz.
-¿Cuánto va a invertir el gobierno de México en dinero, en recursos humanos para las tareas de lobby, para ganarle la opinión a las ONG.
-El mejor recurso que tenemos es hablar con la verdad. Ese es el mejor recurso que tenemos y no tenemos salida para hacer otra cosa...No necesitamos recurrir al lobby por la sencilla razón de que nosotros como gobierno estamos negociando directamente con las instituciones y el Parlamento Europeo nos invita. Nosotros hablamos con los parlamentarios y tenemos un contacto y una interlocución directa.
En conversación con periodistas mexicanos, Armendáriz comentó que el debate sobre el contenido de la cláusula democrática -incorporada por la UE a todos sus acuerdos comerciales bilaterales desde 1995- no ocasionó problemas, a pesar del énfasis en los medios de comunicación. En todo caso, los temas comerciales fueron los que prolongaron las discusiones, aseguró.
``Tan es así que nuestro acuerdo es un acuerdo que logró concesiones en la parte comercial que otros países no han logrado. Nos pusimos en una posición en la que tratamos, que bueno que la parte europea así lo aceptó y entendió, que si no lográbamos una garantía de que ibámos a tener una liberalización comercial ambiciosa, sino comprábamos ese boleto de garantía, sería muy difícil que pudiéramos tener una negociación que realmente tuviera un interés sustancial para nosotro''', agregó el funcionario.
La ``cláusula secreta''.
El contenido de la cláusula democrática, que las partes mantienen bajo ``secreto'', aparece en el texto en tres partes del preámbulo y en dos disposiciones del acuerdo. En las mismas, las partes mencionan total adhesión a los principios democráticos y de los derechos humanos fundamentales, tal y como lo enuncia la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los principio de derechos internacional consagrados en la Carta de las Naciones Unidas.
El artículo primero del documento establece: ``El respeto a los principios democráticos y a los derechos humanos fundamentales inspira las políticas internas e internacionales de las partes y constituye un elemento esencial del presente acuerdo''.
Como parte adicional a la cláusula democrática, el capítulo de cooperación considera que la Unión Europea y México tienen posibilidades de poner en marcha acciones de colaboración en materia de derechos humanos y democracia, con proyectos destinados al desarrollo de la sociedad civil, el fortalecimiento de las instituciones y el estado de derecho y la promoción y respeto de los derechos humanos y los valores democráticos.
El documento incluye un artículo sobre el cumplimiento de estas obligaciones. De acuerdo con una fuente cercana a las negociaciones, las partes pueden suspender el acuerdo en caso de violaciones flagrantes a los derechos humanos, si en un lapso de 90 días no existe una respuesta adecuada y fundamentada.
Manuel Armendáriz confirmó que existen disposiciones en la materia: ``Entonces, en este caso se prevé incluso llegar hasta la suspensión del acuerdo. Eso quiere decir que en algunos casos, la UE ha llegado hasta una situación de suspensión del acuerdo. Lo ha hecho en el caso de algunos países que han adoptado golpes de Estado. Pero lo único que ha hecho es suspender no el acuerdo, sino los programas de cooperación que tiene la UE con ese país.
``La disposición en el acuerdo es esa: en el caso de violaciones flagrantes a las cláusulas fundamentales, y la cláusula de derechos humanos es considerada cláusula esencial, pues violaciones flagrantes sí dan pie para una posibilidad de suspender el acuerdo''.
Según la parte mexicana, la cláusula democrática es consistente con el contenido de la Constitución y los principios de la política exterior del país.