De nueva cuenta la máxima cúpula empresarial aborda el espinoso y aún no resuelto tema de la democracia en el país, así como los grandes objetivos que el presidente Ernesto Zedillo tiene que resolver en los próximos tres años de gobierno que le quedan. En su órgano interno denominado Página Siete, los analistas de la Coparmex indican que la incertidumbre democrática aparece como la definición que pretende explicar nuestro horizonte político; la incertidumbre nos lleva a plantear interrogantes, pero también a tener pocas respuestas.
No sabemos con certeza qué va a pasar, pero tenemos visualizados los objetivos sobre el rumbo que deseamos seguir; falta que los diferentes actores sociales y políticos se pongan de acuerdo en el cómo y hasta dónde, dicen los analistas de ese órgano empresarial. Bajo el título ``A mitad del sexenio: ¿Hacia dónde vamos?'', señalan que el presidente Zedillo ha realizado varios recuentos de lo que ha logrado hacer en casi tres años de gobierno, pero poco se ha referido a lo que hará durante los próximos tres.
El problema es que ahora no sólo depende de lo que quiera hacer, sino también de los consensos a los que pueda llegar con la oposición y las organizaciones representativas de la sociedad mexicana. El mismo jefe del Ejecutivo reconoció ante el Chicago Tribune los nuevos escenarios, al declarar: ``No puedo decirle que automáticamente quien sea el candidato del PRI va a ser el próximo presidente de México, debido a que ahora hemos llegado a un verdadero sistema democrático''.
La Coparmex sostiene en su órgano de circulación restringida que el mismo doctor Ernesto Zedillo palpó el nuevo entorno en su más reciente Informe de gobierno. Anteriormente el tercer Informe era especial, pues se pronunciaba luego de los comicios federales de medio sexenio, y con ello empezaba la etapa de la consolidación del presidente en turno.
En ese momento se encontraba fuerte por haber triunfado electoralmente y era tradición que al contar con una Cámara de Diputados ``propia'', echaba a andar las iniciativas y reformas más importantes de su gobierno. ``Así había sido al menos durante los últimos siete sexenios''. Sin embargo, ahora su partido sólo es la primera minoría en la Cámara de Diputados y no tiene mayoría calificada en el Senado de la República.
La Coparmex considera que de entre los ``grandes objetivos'' que aún le faltan por resolver al primer mandatario se encuentran: la revisión de las nuevas relaciones entre los Poderes de la Unión; la consolidación de la alternancia y la normalidad democrática. Un punto clave por resolver también es el programa económico; la paz social que se ve amenazada por las manifestaciones del orden violento y sus promotores, pero también por los conflictos armados aún no resueltos.
Sin embargo, hasta ahora el mensaje presidencial podría ser el mismo de hace tres años: ``Podemos lograr, por primera vez en nuestra historia, un crecimiento económico sano y duradero, con una democracia plena, plural y armónica''.
De aquí, de allá y de todas partes
En lo que se refiere a la agenda legislativa, también el jefe del Ejecutivo deberá enviar una iniciativa sobre Comunicación Social, entre otras muchas. Por lo pronto, la Comisión de Régimen Interno de la Cámara de Diputados --que coordina a cinco grupos parlamentarios-- se ha dado a la tarea de desaparecer todo tipo de canonjías y prebendas para los reporteros que cubren la información de ese órgano legislativo, así como reorganizar la publicidad y los convenios que había en la legislatura pasada con los medios de información. Esa comisión se encontró con que, por ejemplo, se destinaban más de 600 mil pesos mensuales ``para atender a la prensa''; 100 mil pesos, también mensuales --que en ocasiones se duplicaba--, para la compra de periódicos y gastos especiales millonarios para la adquisición de supuestos equipos que aún no han sido ubicados físicamente. Ahí también existe otro problema: en ocasiones, los jefes de esas oficinas crean ``listas'' para repartir dinero entre la prensa, pero este nunca llega a su destinatario, por lo que se supone que se lo embolsan. De eso sabe muchísimo Leonardo Valadés quien, por cierto, esta misma semana será separado de su ``responsabilidad'' en la Subdirección de Comunicación de la Cámara de Diputados por ``malos manejos''. El director todavía interino de esa área, Juan Antonio Martínez, ha iniciado bien su labor, pero le espera todavía una mayor que será transparentar las relaciones entre los medios de comunicación y ese órgano legislativo.