La Jornada 29 de octubre de 1997

Una política económica responsable permitió enfrentar la emergencia, expresa el Presidente

Jesús Aranda, enviado, Puerto Escondido, Oaxaca, 28 de octubre Ť Una de las razones para tener una política económica ``responsable, seria, congruente y prudente'', es precisamente para que la nación esté lista para resistir ``este tipo de huracanes (como el Paulina), y luego también los huracanes que nos vienen de los mercados financieros internacionales'', afirmó aquí el presidente Ernesto Zedillo.

En el marco de la gira de trabajo que realizó por Puerto Angel, Candelaria Loxicha, Río de la Arena y Puerto Escondido, donde sostuvo encuentros de evaluación sobre los trabajos de reconstrucción y apoyo a damnificados por el huracán Paulina -que dejó una estela de 83 muertos y 24 desaparecidos, en esta entidad- el Ejecutivo dijo que gracias a la ``fortaleza nacional e institucional'' el gobierno federal tiene capacidad para hacerle frente al gasto de más de 800 millones de pesos que tendrán que hacerse en materia de vivienda, infraestructura carretera, agricultura y salud, entre otros.

Agregó que a pesar de lo ``costosa'' que será la recuperación en los 62 municipios afectados, la reconstrucción de más de 29 mil 312 viviendas (de las cuales, 9 mil 448 sufrieron daño total) para las 146 mil 500 personas que se quedaron sin techo, 188 kilómetros de carreteras federales y 2 mil de caminos rurales, 37 puentes, así como apoyar a los agricultores propietarios de 122 mil 828 hectáreas siniestradas, eso ``no importa'', porque estamos listos para afrontarlo.

``No nos causará un problema presupuestal que nos derive hacia otros costos lamentables en la economía del país'', dijo.

Por eso, insistió, es motivo de tranquilidad haber prevenido pérdidas adicionales de vidas humanas por falta de abasto o de medicinas, lo que nos permitió pasar de la etapa de emergencia a la de reconstrucción.

Evitamos, aseveró, lo que hubiera sido una verdadera tragedia y ``un motivo de aflicción y de vergüenza nacional'', al lograr que ni una persona haya muerto de hambre o por falta de medicamentos como consecuencia del fenómeno natural.

En su último encuentro con autoridades locales -encabezadas por el gobernador Diódoro Carrasco-, y con los secretarios de Defensa, Marina, Desarrollo Social, Salud, Agricultura Ganadería y Desarrollo Rural y Comunicaciones y Transportes, el presidente Zedillo insistió en sentirse satisfecho porque hubo la capacidad suficiente para superar los riesgos que se presentaron los primeros días después del huracán.

Aceptó en esta que fue su cuarta visita a las zonas afectadas de Oaxaca, que los riesgos en aquel momento ``fueron terribles'' y que había una gran preocupación porque ocurriera una ``hambruna terrible'', pues por el aislamiento de muchas comunidades no había abasto y ``la pesadilla en ese momento era ver pueblos donde se empezara a sufrir verdaderamente una hambruna con terribles consecuencias, incluso mortandad''.

Afirmó que la operación de abasto de alimentos y medicamentos -en que participaron de manera activa las secretarías de Defensa y Marina-, en el que se transportaron más de 4 mil 400 toneladas de alimentos y medicinas, no tiene comparación ``en ninguna parte del mundo''.

Por otro lado, Zedillo hizo un recuento de los avances alcanzados y las preocupaciones que le manifestaron los lugareños durante cinco reuniones: una de presentación del programa de reconstrucción de vivienda para la Costa oaxaqueña y otra para la evaluación del mismo, una más de evaluación del sector agropecuario y otra de presentación del plan emergente de caminos.

Al respecto, se comprometió ante el titular de Comunicaciones y Transportes, Carlos Ruiz Sacristán a que, a más tardar antes de junio próximo, quedará totalmente reparada la red de carreteras federales y de caminos rurales afectados, que se calcula tendrá un costo de 400 millones de pesos, de los cuales 250 millones corresponderán a la reconstrucción de la infraestructura federal.

En cuanto a vivienda, dijo que una vez superado el problema de falta de logística -apenas este lunes se inició el flujo de materiales de construcción para las 20 mil 312 viviendas afectadas- se pretende destinar 110 millones de pesos y se calcula que, a más tardar en 90 días, todas las casas afectadas hayan sido construidas o reconstruidas.

Educación y producción cafetalera: preocupación grande

Por otra parte, el presidente Ernesto Zedillo llamó la atención en torno del problema que enfrenta la educación en las zonas afectadas, donde apenas 70 por ciento de los alumnos reciben clases.

Dijo que, además de la destrucción total de 29 planteles educativos y de 420 espacios educativos, principalmente, es particularmente preocupante la falta de asistencia de gran número de maestros oaxaqueños a sus planteles, lo que se traduce en que 30 por ciento de los menores de las zonas afectadas no asistan a clase.

Así, exhortó ``con el mayor de mis respetos, pero también con claridad'', a los maestros a que se presenten a sus planteles, porque ``ni siquiera se han presentado a preguntar en que condiciones está su escuela''. Eso me parece muy grave, comentó.

Ante funcionarios estatales, federales y los 62 presidentes municipales de las áreas damnificadas, el presidente de la república señaló: ``Desde aquí yo les estoy pidiendo (a los maestros) no que abandonen sus cuestiones políticas, no que abandonen sus cuestiones sindicales, porque están en su derecho de hacerlo; pero también tienen la obligación de cumplir con esa función fundamental que les ha encomendado la nación, que es educar a nuestros hijos''.

Por otro lado, puso particular énfasis en el problema del café, pues en la zona cafetalera cercana a Calendaria Loxicha no sólo se destruyó la cosecha, sino también se perdió la sombra y la tierra misma de los plantíos, razón por la que la destrucción es particularmente grave y se llevará por lo menos cuatro o cinco años para que los productores de café estén nuevamente en condiciones de producir el aromático.

Se comprometió el Ejecutivo a impulsarar programas de trabajo en el corto, mediano y largo plazos, con apoyos federales por 54 millones de pesos y 3 millones más de fondos estatales, para aplicar programas de regeneración de las áreas cultivables, así como programas emergentes de empleo laboral aplicables también a otros agricultores que resultaron afectados.

En el encuentro, el presidente municipal de Juquila, de extracción perredista, Jorge Guzmán López, afirmó que no era tiempo de reproches o de diferencias partidistas, sino de trabajar todos de manera conjunta para salir adelante e incluso, en algunos renglones, quedar mejor que antes de Paulina.

El presidente Zedillo hizo eco a estas palabras y exhortó a los presentes a trabajar unidos para superar la difícil situación que vivió Oaxaca y lograr que, con el paulatino reabastecimiento de los servicios de salud, agua potable, caminos, energía pública y líneas telefónicas -éstás últimas llevan un avance de 60 por ciento-, la sociedad oaxaqueña salga adelante.