La Jornada 31 de octubre de 1997

CT: encareció la canasta básica 180% en tres años

Patricia Muñoz Ríos Ť En el presente sexenio, el crecimiento de los precios ha nulificado prácticamente los aumentos a los salarios, comprimido el consumo a niveles inferiores a los de 1994, sacado de la dieta de los mexicanos diversos productos como la carne, y encarecido la canasta básica entre 170 y 180 por ciento en promedio.

El análisis mensual de precios del Congreso del Trabajo (CT) e información de la Asociación Mexicana de Estudios para la Defensa del Consumidor (Amedec) revelan lo anterior y apuntan qué productos alimenticios han sufrido incrementos por arriba de la inflación.

El documento del CT señala que en los últimos tres años el poder adquisitivo, lejos de recuperarse, se ha contraído más, debido a que el encarecimiento de la canasta básica familiar ha superado con mucho los incrementos otorgados a los salarios.

``El trabajador necesitaría ganar casi el triple del actual salario mínimo para poder adquirir sólo la canasta básica de alimentos, sin incluir los satisfactores básicos restantes como vivienda, salud, transporte, ropa, calzado, etcétera'', apunta este organismo.

Señala que los productos de mayor consumo, como los básicos, han tenido incrementos extraordinarios entre diciembre de 1994 y septiembre de este año. Por ejemplo, el aceite cártamo se elevó 164.6 por ciento; el azúcar 180.0; el atún 126.5; el frijol casi 250.0; la harina de trigo 430 por ciento; la avena 210.0; el pan de caja 108.0, y el garbanzo 285.0 por ciento entre otros.

Productos de primera necesidad, como la leche fresca y el huevo, aumentaron 160 por ciento; la carne de res, entre 120.0 y 180.0, y la harina de maíz, por arriba de 260 por ciento. En promedio, el encarecimiento generalizado de los precios en el mercado interno fue de entre 170 y 180 por ciento, apunta el documento del CT.

La Amedec considera que los incrementos de precios han hecho prohibitivo el consumo de diversos productos en la dieta diaria de los mexicanos, y se han sustituido proteínas como la de la carne por huevo, o incluso por vegetales de bajo costo, pues un solo kilogramo de carne de res de regular calidad equivale a un día y medio de minisalario.

Asimismo, se han dejado de consumir diversas frutas, embutidos de alta calidad, alimentos preparados, precongelados y de importación, y otros de uso generalizado como jabones, diversos tipos de papel y, sobre todo, limpiadores de diversos tipos, apuntó el organismo.

Según sus cálculos, el número de productos que adquieren los consumidores mexicanos se ha restringido a los alimentos más elementales de la dieta nacional.

Al respecto, la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio (Concanaco) señaló que se ha comprimido el consumo nacional a niveles por abajo de 1994, y que tardará en recuperarse todavía varios años.

En opinión de esta representación empresarial, en un entorno de recesión como el que ``todavía'' existe en el país, se ha marginado el intercambio de bienes y servicios en pequeño.

La economía mexicana ha observado en los últimos 25 años etapas de crisis recurrentes en las cuales se han intensificado la disminución del empleo y el ingreso real percápita, ``hechos que afectan el poder adquisitivo de la población y el consumo interno, lo que impacta negativamente el comercio formal y el nivel de vida de los mexicanos'', apuntó.