La Jornada 3 de noviembre de 1997

Intentan desalojar por la fuerza a colonos de varias zonas de Acapulco

Maribel Gutiérrez, corresponsal, Acapulco, Gro., 2 de noviembre Ť Con el argumento de proteger a familias damnificadas por el huracán Paulina asentadas en lugares peligrosos, grupos policiacos del estado y agentes de Gobernación intentaron realizar desalojos de manera violenta en las colonias altos de Costa Azul, Palma Sola y Nuevo Puerto Marqués, sin ofrecer un lugar para la reubicación.

Prevalece un ambiente de tensión en esos lugares porque los habitantes temen el regreso de los policías y se han organizado para resistir mientras no haya una propuesta de vivienda.

Por otra parte, la noche del sábado, con motivo del Día de Muertos, familias acapulqueñas colocaron velas en las márgenes del río del Camarón, donde decenas de personas murieron arrastradas por la corriente provocada por Paulina.

Asimismo, a tres semanas del huracán, el viernes y sábado se encontraron los cadáveres de dos niñas que fueron arrastradas por la corriente en la colonia Santa Cecilia, localizada en el anfiteatro de Acapulco, la franja conformada por los cerros que rodean la bahía.

Brigadas de rescate del gobierno del estado hallaron este sábado bajo toneladas de lodo y piedras el cuerpo de Adriana Canales Gutiérrez, de 7 años. En el mismo lugar, bajo los escombros de su casa, fue localizado el cuerpo de su hermana, María Guadalupe Canales Gutiérrez, de 11 años.

En partes altas de la ciudad continúa la búsqueda de desaparecidos, como en la colonia Santa Cruz, donde murieron 18 personas arrastradas por la corriente. No se han encontrado los cuerpos de cuatro personas, uno de ellos menor de edad, integrantes de la familia Hernández Gallardo.

El sábado los habitantes de la colonia Nuevo Puerto Marqués vivieron una noche de tensión. Montaron guardias para resistir ante las advertencias de que serían desalojados por la fuerza. Previamente, el jueves 30 al mediodía, llegaron más de 100 policías judiciales y motorizados, así como agentes de Gobernación, acompañados por un agente del Ministerio Público. Bajo sus órdenes, trabajadores contratados por el Programa de Empleo Emergente para los damnificados destruyeron 12 casas de cerca de 500 que conforman este asentamiento irregular.

Los colonos dicen tener escrituras de los terrenos que pertenecieron a sus antepasados, ejidatarios de Puerto Marqués, y afirman que este lugar no es un sitio de riesgo. ``Son terrenos codiciados para el desarrollo turístico, por eso quieren utilizar como pretexto el huracán para desalojarnos'', afirmó María Elena Palma Salinas.

Los predios son reclamados por el empresario Ambrosio Gómez Corona, propietario del fraccionamiento Vista Brisa y de la constructora Paraíso Diamante.

Los pobladores exigen dialogar con las autoridades responsables y piden la libertad de uno de los vecinos, Alberto Estévez Urbina. Este fue detenido durante el operativo del jueves, acusado de instigar a la comunidad a resistirse al desalojo, de daños a dos patrullas y de lesiones a una mujer policía.

Los vecinos aseguran que el detenido no participó en las acciones de resistencia con las que lograron impedir que se consumara el desalojo. Los funcionarios que dirigieron la operación advirtieron que regresa- rían en 48 horas.

A su vez, en la colonia Palma Sola, una de las más afectadas por el huracán y donde quedaron destruidas o dañadas unas 70 casas, el sábado en la tarde llegaron 16 policías motorizados con funcionarios del Instituto de Vivienda del gobierno estatal y trabajadores contratados por el Programa de Empleo Emergente, quienes destruyeron cinco de las casas dañadas por la corriente del huracán.

Raúl García, dirigente del Partido de la Revolución Democrática, informó que sin explicación alguna los policías comenzaron a derribar las casas que por el momento están deshabitadas.

Unas 100 personas se reunieron para tratar de dialogar con los funcionarios del gobierno e impedir la destrucción de las viviendas. Ante las protestas de los vecinos los policías se retiraron.

Raúl García afirmó que las autoridades han dicho que reubicarán a las familias afectadas sin especificar en qué lugar, y criticó que se intenten los desalojos sin ofrecer una propuesta de vivienda.

Por otra parte, el miércoles 29 agentes de Gobernación municipal, acompañados por policías motorizados del estado, llegaron a la colonia Altos de Costa Azul y emplazaron a los colonos a desalojar sus viviendas de cartón y madera en un término de diez minutos.

Ante la resistencia de los vecinos, que protestaron a gritos y se negaron a abandonar sus casas, los funcionarios se retiraron advirtiendo que si el área no es desocupada en tres días se desalojará a sus habitantes por la fuerza para prevenir un nuevo desastre.