La Jornada 6 de noviembre de 1997

``Consideraciones políticas'' en México, el problema: funcionarios

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 5 de noviembre Ť El gobierno de Estados Unidos confirmó a La Jornada que en los últimos meses el gobierno mexicano ha aflojado sus restricciones a la operación de aeronaves y barcos antinarcóticos estadunidenses en su territorio, pero que todavía no se le ha otorgado autorización para misiones de persecución en caliente en México.

La Casa Blanca continúa solicitando que los procedimientos de autorización para el ingreso de naves estadunidenses a territorio mexicano, en persecución de presuntos narcotraficantes, sean todavía más eficaces, afirmaron varios funcionarios aquí, aunque evitaron utilizar el término persecución en caliente. Las fuentes mencionadas dijeron estar conscientes de que es casi imposible manejar ese concepto, debido a las ``sensibilidades'' mexicanas en torno al tema.

No obstante, en marzo pasado, el zar antinarcóticos, Barry McCaffrey, confirmó que una aprobación de las persecuciones en caliente en México, seguía siendo un objetivo de la política estadunidense.

En un ``no documento'' secreto distribuido entre legisladores en marzo, McCaffrey argumentó que el proceso de certificación (culminado en esas fechas) podría ser utilizado para presionar a que México se acoplara con los objetivos estadunidenses e identificó tres objetivos específicos, incluyendo ``la aprobación de la persecución en caliente por aeronaves y embarcaciones de ambas naciones, dentro del espacio aéreo y marítimo del otro''.

Pero funcionarios del gobierno de Clinton señalaron hoy que México no ha aceptado autorizar ejercicios de ese tipo de persecución en su territorio. ``La persecución en caliente es cuando uno corretea a los malos a través de una frontera, sin permiso previo. En 1880, contábamos con un acuerdo de persecución en caliente con México para perseguir a los apaches a través de la frontera, y ese país tenía la facultad de perseguir los apaches entrando a Estados Unidos'', explicó una fuente del gobierno a La Jornada. ``La idea --añadió-- era que si uno estaba disparándole a alguien, podría seguir a través de la frontera sin tener que obtener permiso adicional, siempre y cuando fuera una persecución activa''.

El funcionario señaló que, por el momento, Estados Unidos no tiene una aprobación genérica para ingresar a territorio mexicano en persecución de narcotraficantes, ya que debe obtener permiso caso por caso.

Lo que México y Estados Unidos han logrado hacer los últimos meses es facilitar el proceso a través del cual aeronaves y barcos estadunidenses obtienen permiso para ingresar a territorio mexicano. ``Finalmente, lo que nos gustaría es poder estar volando hacia la línea fronteriza en un avión o navegando hacia esa línea en un barco y llamarles por teléfono a los del otro lado y decir: `oigan ¿podemos seguir adelante?', y recibir el permiso para hacerlo'', explicó un funcionario.

El comisionado del Servicio de Aduanas de Estados Unidos, Samuel Banks, declaró ante el Congreso la semana pasada que Estados Unidos concluyó tres nuevos acuerdos con México que ampliarán la habilidad de sus aviones P-3 para sobrevolar territorio mexicano y aflojar otras restricciones. ``En situaciones excepcionales, el gobierno de México aprobará paradas de reabastecimiento y el pernoctar (en su territorio) en una base de caso por caso para operaciones provocadas por inteligencia sobre México'', afirmó Banks.

Pero gran parte de esta cooperación es de carácter continuo y Estados Unidos ha mantenido personal trabajando en México durante muchos años, como ha reportado La Jornada en el pasado. ``En el rubro de la interdicción aérea, hemos estado trabajando con México desde 1991. Tenemos dos aeronaves Citation, aviones jet, desplegados en México. Tenemos una tripulación y personal de apoyo de 11 gentes ahí....'', dijo Banks la semana pasada.

Pero lo que desean los funcionarios estadunidenses es la capacidad de obtener permiso ``de tiempo real'' --esto es, casi inmediato-- para ingresar al espacio aéreo o las aguas territoriales mexicanas en persecución de narcotraficantes. Mientras se reconoce que México probablemente no permitirá la persecución en caliente por ``consideraciones políticas'', funcionarios estadunidenses alegan que ese país puede hacer más eficaz su proceso al ``preaprobar'' escenarios en donde se podría esperar una solicitud. Así, cuando las solicitudes de permiso para continuar una persecución en territorio mexicano son recibidas, la autorización se puede otorgar con más agilidad.

``No hay un acuerdo formal sobre la persecución en caliente'', explicó un funcionario. Más bien, señaló, hay acuerdos recientes para permitir el acceso a territorio mexicano de una forma más rápida.