Fue innecesario informar a la cancillería; no hubo irregularidades
Jesús Aranda /I Ť El secretario de Marina, almirante José Ramón Lorenzo Franco, señaló que ``lo ideal'' sería que la Armada contara con aviones suficientes y bien equipados para vigilar con recursos propios el mar patrimonial y la zona económica exclusiva del país, porque actualmente gran parte de la información sobre narcotráfico que recibe la Marina proviene de las agencias estadunidenses, por medio del Centro Nacional para el Control de Drogas (Cendro).
De contar con por lo menos 10 aeronaves bien equipadas -actualmente hay dos en operación y otras dos próximas a hacerlo-, se evitarían ``malas interpretaciones'' como la relacionada con la acción en que fueron detectadas más de dos toneladas de cocaína frente a las costas de Guerrero en agosto pasado. Hechos en los que participaron un guardacosta de Estados Unidos, así como seis buques y cuatro aviones mexicanos.
En entrevista con La Jornada, Lorenzo Franco rechazó que naves estadunidenses hayan realizado una ``persecución en caliente'' en aguas patrimoniales durante la captura de la droga citada frente a las costas de Acapulco en los operativos del 9 al 13 de agosto pasado, y aseveró que ``ese tipo de persecuciones no ha sido aceptado, ni lo será, en ningún momento, por el gobierno mexicano''.
Asimismo, por lo que toca al documento en el que la oficina del zar antidrogas de Estados Unidos, Barry McCaffrey, afirma que naves de su país persiguieron ``en caliente'' al barco que cargaba droga, el almirante contestó:
``Personalmente, desconozco el documento, no dudo de lo que digan los medios informativos, pero o hay una mala interpretación, o fue una declaración desafortunada del señor (McCaffrey)''.
Subrayó que de haber sido una ``persecución en caliente'' como dice el documento, entonces no habría sido un éxito, sino un fracaso, porque finalmente no se capturó a ninguna de las dos embarcaciones, pues una huyó hacia México al burlar la persecución frente a las costas de Oaxaca, mientras que se desconoce el paradero de la otra. ``Por lo que dudo que ellos puedan fracasar en esa forma''.
No teníamos por qué informar a la cancillería, asegura
Respecto a las declaraciones del subsecretario de Relaciones Exteriores, Juan Rebolledo, quien señaló que la Secretaría de Marina no informó a la cancillería nada al respecto, el almirante Lorenzo Franco precisó que, efectivamente, su dependencia no informó nada al respecto, porque en esa acción se coordinó directamente con el Centro de la Procuraduría General de la República (PGR) y que, como ninguna nave estadunidense ingresó a mar patrimonial, ``no tenía por qué reportar el asunto''.
Aclaró que de acuerdo con los lineamientos establecidos en el acuerdo interinstitucional para ingreso de naves extranjeras a territorio nacional, la Armada debe notificar a la cancillería únicamente cuando buques de guerra de otros países ingresen al mar patrimonial con rumbo a los puertos del país, ya sea en visita ``protocolaria'', o por tratarse de una operación para abastecerse en puerto de víveres y agua potable.
Durante la entrevista realizada en sus oficinas, Lorenzo Franco informó que la Armada adquirió cuatro aviones rusos Antonov para detección en altamar y que se destinarán a la lucha contra el narcotráfico. De éstos, dos ya están en operaciones y los otros dos lo harán en fecha próxima.
Si bien dijo que con estos aviones, ``otros pequeños'' de la Armada y los de la PGR se cubrirá totalmente el territorio nacional, admitió que ``una ambición mía y lo que sería el ideal'', es que fueran 10 aeronaves equipadas con sonar y radar, para destinar cuatro a la zona del Golfo de México y seis a la del Pacífico.
Así, dijo, se cubriría el mar patrimonial, la zona económica exclusiva y se evitarían ``malas interpretaciones, ya que en lugar de recibir información del otro lado, la obtendríamos nosotros mismos''.
Antes de detallar el operativo, explicó que de acuerdo con la Ley del Mar -que es de carácter internacional-, las aguas patrimoniales van de la costa a 12 millas náuticas -22 kilómetros-, en donde el Estado ``tiene plena soberanía como si se tratara de tierra firme''.
Mientras que en las 200 millas náuticas de zona económica exclusiva -que incluye a las 12 millas ya mencionadas-, el Estado tiene derechos soberanos exclusivamente con fines de exploración, explotación y conservación de los recursos marítimos renovables y no renovables. ``Existe libertad de tránsito y de actividad, siempre y cuando no se pretenda explotar nuestros recursos''.
Tal fue el caso del guardacostas estadounidense, que ingresó a 52 millas náuticas de la costa frente a Guerrero. Es decir, subrayó, no hubo ninguna violación de la soberanía.
Explicó que la operación referida se inició cuando el Cendro informó a la Armada que había detectado dos embarcaciones sospechosas que efectuaban labores de carga y descarga a 225 millas náuticas de la costa de Guerrero. Por ser sospechosas, se movieron seis buques y cuatro aeronaves, entre helicópteros y aviones.
Crónica de cómo sucedieron los hechos con el guardacostas de EU
-El 9 de agosto, se recibió información también del Cendro que una de las dos embarcaciones sospechosas lanzó carga al mar a 136 millas náuticas de la costa. El buque A-59 Huizilopochtli, de la Armada, localizó un flotador con una antena y baterías a 90 millas de la costa el día 10 a las 9 horas.
-El día 11 el cañonero Ortega localizó una boya y una sonoboya con antena a 35 millas de la costa. Y el mismo día a las 16 horas, un avión de la PGR reportó un buque del Servicio de Guardacostas de Estados Unidos navegando al paralelo de la costa a 52 millas náuticas. Este se mantuvo en el área para evitar que llegaran los narcotraficantes al lugar y recogió algunos paquetes de droga, los buques de la Armada arribaron al área y recogieron también algunos de ellos. Y los que el guardacostas había recogido, fueron cedidos al buque de la Armada.
-Posteriormente, el día 13 el guardacostas pasó a la Armada paquetes que había recogido a 39 millas náuticas de la costa.
-El día 14 a las 15 horas, en la base naval de Acapulco inició el desembarque de la droga y estuvieron presentes únicamente funcionarios mexicanos, entre ellos, representantes de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos contra la Salud, el agente del Ministerio Público Federal y peritos de la PGR.
Al respecto, aseveró que es falso que hayan estado agentes extranjeros durante el desembarco de la droga.
Recordó que el guardacostas estadunidense pidió permiso para entrar a puerto y estar presente en la entrega, así como para reabastecerse de combustible. Y precisamente ``con tal de evitar una mala interpretación, se le negó la entrada''.
Rechaza que haya operaciones conjuntas con el país vecino
Afirmó que no ha habido ninguna operación conjunta con Estados Unidos y que únicamente hay un operativo que podría calificarse de ``exitoso'', que es cuando en ambos lados de la línea marítima fronteriza se colocan buques y aeronaves, cada quien en su mar patrimonial. Esto con el fin de capturar a los aviones que huyen de un país y se internan a otro.
En nuestro caso, dijo, interceptamos la embarcación -previamente las autoridades estadunidenses detallaron color, tripulación, dirección y velocidad-, y la entregamos al ministerio público federal para que proceda en consecuencia. Si es extranjero se inicia el trámite formal de extradición, pero, remarcó, ``nunca hemos entregado a ninguna persona en altamar''.
Finalmente, indicó que 200 marinos nacionales se han capacitado en el vecino país en el combate al narcotráfico, particularmente han sido adiestrados en técnicas de inspección de buques y decomiso de drogas.