La Jornada 6 de noviembre de 1997

Senadores de PRI y PAN plantean reformas para que el Presidente no tenga que pedir permiso

Andrea Becerril Ť Senadores del PRI y del PAN plantearon la necesidad de analizar reformas constitucionales, a fin de que el presidente de la República no tenga que pedir autorización al Congreso de la Unión para realizar viajes internacionales de trabajo.

La actitud de los diputados del bloque opositor de regresar a la Cámara de Senadores parte del dictamen elaborado por ese órgano legislativo, para que se reformule en lo que respecta a los viajes del jefe del Ejecutivo a Canadá y Nicaragua, ``es un revanchismo'', señaló indignado el senador del PRI José Trinidad Lánz Cárdenas.

Dijo que su fracción analizará ``con toda seriedad'' la necesidad de modificar ese precepto arcaico, que obliga al Presidente de la República a pedir autorización para ausentarse del país.

Se tendrían que reformar, dijo, artículos constitucionales con disposiciones que son una ``rémora decimonónica'', que no existe ya en ningún país avanzado.

Sobre el tema, el panista Luis Felipe Bravo Mena, integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado y uno de los legisladores que participaron en la elaboración del dictamen que la Cámara de Diputados les regresará, señaló que vale la pena considerar las reformas legales pertinentes, a fin de atemperar la facultad del Congreso de la Unión en la autorización a que el Ejecutivo cumpla con compromisos internacionales.

Bravo Mena rechazó, por otra parte, que el dictamen no esté bien fundamentado. ``Se me ocurre que a los diputados, como son nuevos, les falta un poco de antecedentes en todos estos movimientos que tienen que ver con la política internacional. Para los senadores no es nuevo, tenemos tres años trabajando y en el caso específico del citado dictamen, y la argumentación que expuso la Presidencia de la República para fundamentar los viajes a Venezuela, Estados Unidos, Canadá y Nicaragua, nos parecieron suficientes''.

Agregó que a su juicio, una vez que el dictamen sea devuelto al Senado, los legisladores deberán rehacerlo para evitar confrontaciones. De lo contrario, si se ratifica en los mismos términos, se corre el riesgo de que en la Cámara de Diputados se vuelva a votar en contra.

Por otra parte, aunque el hecho es inédito en el Senado, Bravo Mena dijo que ello no debe espantar a los legisladores ni ser causa de escándalo. ``Los senadores debemos aceptarlo, con espíritu republicano y de bicameralismo, ya que seguramente habrá otras ocasiones en que se regresen dictámenes o iniciativas incluso''.