La Jornada 8 de noviembre de 1997

La cumbre, contra la Helms y la certificación

Rosa Elvira Vargas, enviada, Margarita, Venezuela, 7 de noviembre Ť Finalmente, la perseverancia y el cabildeo de Venezuela para incluir el llamado derecho a la ``información veraz'' surtió efectos y el tema aparecerá en la declaración final de la VII Cumbre Iberoamericana cuyos trabajos formales inician mañana temprano. Sin embargo, la labor de los cancilleres ha conseguido que en ese punto se asiente que las sociedades, además de esa veracidad, tienen también derecho a una prensa libre de censuras y de restricciones. Se hará explícito, además, el reconocimiento a la pluralidad de los medios de comunicación y el rechazo a toda forma de violencia o coacción.

Y aunque la última palabra sobre el texto de la que se conocerá como Declaración de Margarita la tienen los 22 jefes de Estado y de gobierno reunidos aquí --el presidente ecuatoriano, Fabián Alarcón no asistirá--, los cancilleres han armado un texto en el que igual se ponen acentos en el tema central de la reunión, los valores éticos de la democracia, que se revisan todos los convenios firmados en el marco de estos encuentros iniciados en Guadalajara en 1991.

Además, para el domingo está previsto un ``retiro'', como lo definió el canciller mexicano José Angel Gurría, y que consiste en que los mandatarios se reunirán sin asistentes, embajadores, ministros o jefes de prensa. Serán sólo ellos y los temas que elijan; aquellos que sientan de mayor relevancia y urgencia para ser discutidos con sus pares. Esto constituye un hecho inédito, a decir de los veteranos en este tipo de encuentros.

El documento final incluirá también un compendio de asuntos de interés regional como la corresponsabilidad en materia de lucha contra el narcotráfico, así como de combate al tráfico ilícito de armas. En este punto y al parecer en algo que se ha convertido en el tema de más difícil consenso, los cancilleres plantean introducir la eliminación de las minas personales de las que, según estudios, existen 113 millones en todo el mundo y 240 mil en el continente americano.

De igual modo, el asunto de la pobreza en los países iberoamericanos estará como punto central en la resolución final. Y no es para menos, pues de acuerdo con datos recientes de la Comisión Económica Para América Latina (CEPAL), entre 1980 y 1997, el número de pobres en América Latina pasó del 41 al 50 por ciento del total de la población.

No obstante las voces que consideran que las cumbres Iberoamericanas ya cumplieron su cometido y corren el riesgo de convertirse en ``concursos de oratoria, la agenda de problemas y temas pendientes y compartidos por los 21 países aquí reunidos es amplia y compleja.

Sobre el llamado a encontrar afinidades para abordar la ética en la democracia, tema elegido por Venezuela, el país anfitrión, se sabe que el presidente Ernesto Zedillo planteará en su oportunidad que aquella no debe verse como una vía para la exaltación de liderazgos o personalidades individuales, sino que debe utilizarse para fortalecer las instituciones surgidas y que soportan los sistemas políticos nacionales.

El tema se ampliará, anunció Gurría, a aspectos que tienen que ver con la justicia social, con los procesos electorales, la educación y los derechos humanos. En este último punto ya se cruzan apuestas sobre cuál de los tradicionales críticos de Fidel Castro y su régimen, abordará el tema sobre las condiciones que se viven en Cuba.

Pero de manera explícita, la situación de la isla no aparece en la agenda de discusiones como sí lo están, en cambio, el reiterado rechazo a la ley Helms-Burton, la certificación y los juicios unilaterales. Incluso parece que España traerá a la mesa el asunto de Gibraltar y otros que ``tienen que ver con la solución de diferencias entre los propios países de la zona de América Latina'', la reorganización de la Organizac ión de las Naciones Unidas (ONU) y, por supuesto, la Cumbre Hemisférica que se realizará en Chile en la primavera del próximo año.

El presidente Zedillo arribó a las 15:00 horas locales. De comitiva sólo lo acompañan el canciller Gurría y el secretario de Comercio Herminio Blanco. Asiste también la señora Nilda Patricia Velasco.

Los mandatarios están hospedados en el hotel Isla Bonita, que se encuentra por tierra a casi una hora del Margarita Hilton, donde a partir de mañana tendrán lugar las mesas plenarias. El hotel donde duermen los gobernantes fue escenario esta noche de un concierto a cargo de la Sinfónica Juvenil Iberoamericana que auspicia la UNESCO. Enseguida hubo una cena de honor.

El acto cultural se realizó en un gran vestíbulo del hotel donde una orquesta lo mismo programó la obertura 1812 de Tchaikovsky que Siete Canciones Populares Españolas de Manuel de Falla, para un auditorio distinguido y aparentenemente atento --los presidentes--, mientras ahí mismo, los corrillos que forman los ministros, acompañantes, cuerpos de seguridad, embajadores, militares y hasta los pocos periodistas ``colados'' al acto, forman un murmullo que hizo poco disfrutable la música sinfónica.

Cuando el concierto concluyó, los presidentes pasaron a un brindis ahí mismo. No participó el presidente Zedillo, quien al parecer subió a su habitación para hacer llamadas telefónicas y se incorporó más tarde a la cena cuando ésta iniciaba.

Por supuesto que Fidel Castro sigue siendo el foco central de atención. Acercarse esta noche a él era imposible.


Afp, Efe, Reuter y Dpa, Margarita, 7 de noviembre Ť Presidentes y jefes de Estado de España, Portugal, América Latina y el Caribe comenzaron a llegar hoy a esta isla venezolana para participar el fin de semana en la VII Cumbre Iberoamericana, mientras los cancilleres y diplomáticos de la región daban los últimos toques a la declaración final del encuentro.

Como se anticipaba, Fidel Castro se convirtió una vez más en la vedette de la cita iberoamericana. ``En la cumbre trabajaremos por la unidad latinoamericana, que fue el gran sueño de Simón Bolívar'', dijo el presidente cubano, vestido con su habitual uniforme verde olivo, y quien fue el más aplaudido a su llegada al aeropuerto, afuera del cual se agolpaban 500 simpatizantes que le dieron la bienvenida.

Castro, cuyo rostro mostraba cansancio, se trasladó luego al hotel Isla Bonita, en el que se alojan los mandatarios, donde ofreció una conferencia de prensa a un pequeño grupo de periodistas. Aseguró que Venezuela ha hecho ``un gran esfuerzo'' para evitar acciones ``hostiles, agresivas y criminales en su contra'', en alusión a un supuesto plan para asesinarlo desbaratado en Puerto Rico, donde la semana pasada fueron detenidos cuatro cubanos que intentaban llegar a Margarita.

El líder cubano, de 71 años de edad, dijo que la cooperación de Caracas permitió la captura de los cuatro anticastristas que al ser detenidos, portaban ``fusiles con un alcance de mil 600 metros, con rayos infrarrojos y capaces de matar a un elefante, pero no es para tanto''.

Añadió que Cuba ha enfrentado ``planes de sabotaje al turismo, bloqueo de medicinas, terrorismo, intentos de acabar con la economía mediante guerras biológicas y sufre actualmente la guerra económica de la Helms-Burton''.

También se refirió a los peligros que suponen para América Latina la mundialización de la economía y el liberalismo, que llevan ``a la insensatez humana, a la quema de recursos y a la destrucción del medio ambiente''. Se refirió al poder de los grandes medios de comunicación que montaron ``una diabólica máquina'' de información.

Posteriormente, en un largo discurso para agradecer condecoraciones otorgadas por dos universidades venezolanas, dijo que ``tal vez algún día se pidan excusas a Cuba por la guerra económica, más que bloqueo, declarada por casi 40 años''.

Los encuentros más esperados en esta cumbre, aunque sea en un marco multilateral, son los de Castro con el presidente argentino Carlos Menem y con el presidente del gobierno español, José María Aznar, los más abiertos críticos del sistema político cubano, pero los cancilleres de Nicaragua, El Salvador y Guatemala se adelantaron hoy al fustigar ``la falta de libertades en Cuba''.

Por su parte, el presidente anfitrión, Rafael Caldera, recibió uno a uno a los mandatarios que habían llegado hasta las 20 horas local a esta isla del Caribe venezolano. Los presidentes de Colombia, Ernesto Samper; de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, y José María Aznar arribaron más noche.

Caldera también dio la bienvenida a las decenas de personajes que asistirán como invitados, entre ellos altos funcionarios de Naciones Unidas, quienes asistieron junto a los mandatarios al concierto de la Sinfónica Juvenil Iberoamericana.

A esta cita, donde el único ausente será el presidente ecuatoriano Fabián Alarcón --quien enfrenta en su país un proceso penal por corrupción--, sólo asisten hombres. De ellos, tres han acudido a todas las cumbres: el rey Juan Carlos de España, el argentino Menem y el cubano Castro, mientras el peruano Alberto Fujimori fue invitado a todos los encuentros pero estuvo ausente en la cita de 1992. Los debutantes son el nicaragüense Arnoldo Alemán y el boliviano Hugo Bánzer.