La Iglesia católica de EU y Human Rights Watch exigen pesquisas
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 7 de noviembre Ť La Iglesia católica de Estados Unidos y Human Rights Watch-Americas, la organización de derechos humanos más importante de este país, expresaron hoy por separado al gobierno mexicano su preocupación por el atentado sufrido por los obispos Samuel Ruiz y Raúl Vera e instaron a las autoridades a promover acciones para resolver el clima de violencia en Chiapas.
La organización de derechos humanos señaló que entiende que el gobierno federal ha condenado la agresión y ofrecido su apoyo al gobierno estatal para llevar a cabo las investigaciones y la aplicación de la ley contra los responsables, sin embargo reitera que ``desafortunadamente, ni el gobierno federal ni el estatal han tomado las medidas necesarias para reducir los niveles de agresión contra sacerdotes y laicos que trabajan en la zona norte de Chiapas. Esta omisión indudablemente constituye un factor coadyuvante el clima de violencia e impunidad que predomina en la región''.
La carta, firmada por el director de la organización, José Miguel Vivanco, señala que una de ``las lamentables conclusiones'' de su reciente informe sobre la violencia rural en México, ``es que el gobierno de Chiapas o es incapaz de proteger los derechos humanos o no tiene interés en hacerlo''. Añadió que esto ``lo hemos documentado en relación a actuaciones de guardias blancas y de grupos armados como Paz y Justicia, y lo demostramos a través de un análisis de irregularidades en procesos judiciales contra personas calificadas como opositoras al gobierno''.
Vivanco afirma que ``dada esta realidad, el gobierno federal de México tiene la responsabilidad de tomar medidas'' para detener los hostigamientos contra la comunidad religiosa, así como frente a otras violaciones de derechos humanos, como se deriva de las obligaciones internacionales del Estado mexicano.
Por lo tanto, agrega, ``Human Rights Watch-Americas insta al gobierno federal a que tome medidas concretas e inmediatas para investigar no sólo el ataque contra los obispos sino también las causas de la violencia que aqueja al estado de Chiapas''. La carta concluye con una serie de recomendaciones para llevar a cabo estas investigaciones y acciones para responsabilizar judicialmente a los grupos civiles armados ``y sus cómplices entre las fuerzas de seguridad pública en el estado''.
Posición de obispos estadunidenses
Por su parte, la Conferencia Católica de Estados Unidos, que representa a los 300 obispos del país, comunicó este viernes su preocupación al gobierno mexicano a través de una carta dirigida al nuevo embajador de México en Washington, Jesús Reyes Heroles. La misiva, firmada por Drew Christiansen, director de la Oficina de Justicia y Paz Internacional de la Conferencia Católica, insta al embajador a ``comunicar a su gobierno la fuerte preocupación compartida por muchos en este país, ante la violencia insensata perpetrada contra aquéllos que trabajan por una resolución justa y pacífica del conflicto en Chiapas, más notablemente el mediador y obispo de la diócesis de San Cristóbal, don Samuel Ruiz García'' y Raúl Vera López.
La carta señala que aunque el gobierno ha ``repudiado enérgicamente'' la agresión, destaca su preocupación porque varios analistas han vinculado a los grupos paramilitares con el PRI, y así, con el propio gobierno. ``Se requiere más que el repudio verbal, si es que estos enemigos de la paz y reconciliación han de ser controlados'', agrega. El atentado es calificado ``como el golpe más salvaje'' de una serie de acciones de organizaciones violentas que operan con ``aparente impunidad'' en Chiapas.