Antonio Gershenson
Pemex: despojo y deuda

Ha habido bastante discusión sobre el régimen fiscal de Pemex. Aunque a primera vista parezca raro, la previsión oficial del precio promedio del petróleo de exportación para el año próximo tiene bastante que ver en el asunto.

No vamos a hablar ahora sobre el cúmulo de impuestos, derechos, similares y conexos que Pemex debe pagar hasta por el olor del gas. Sólo vamos a hablar sobre lo que debe pagar por el petróleo crudo que extrae para ser después exportado, que en los últimos tiempos es ya más de la mitad.

Por el hecho de sacar el petróleo del subsuelo, Pemex debe pagar tres variantes de derechos sobre extracción del petróleo, que suman el 78.9 por ciento del ingreso neto por este concepto. Aquí entendemos por ingreso neto los ingresos por su venta, a los que se resta el dinero gastado o invertido para sacarlo, en la misma región. Aquí no llegan a restarse, por ejemplo, los gastos de administración de Pemex Exploración y Producción en su edificio de Villahermosa.

Aquí es donde entra el supuesto oficial de precio promedio de exportación: todo ingreso derivado de un precio de venta de crudo al exterior, superior a ese promedio supuesto, será sujeto de un nuevo pago, llamado Aprovechamiento sobre Rendimientos Excedentes, del 39.2 por ciento, ya no sobre el ingreso neto sino sobre el ingreso total. Por ejemplo, para 1996 se decidió ``suponer'' un precio promedio de 13.25 dólares por barril. Pero el precio promedio real fue de 18.94 dólares. Sobre el excedente, que fue de 5.69 dólares por barril, además del mencionado 78.9 por ciento, se cobra otro 39.2 por ciento, pero ahora sobre el ingreso total. Si suponemos que el costo de sacar cada barril de petróleo fue de un 12 por ciento de su valor de venta, que fue aproximadamente el dato de 1996, resulta que el 39.2 por ciento del ingreso total equivale a un 43.9 por ciento del ingreso neto. Sumado a los derechos ya mencionados, tenemos un pago de: 78.9 + 43.9 = 122.8 por ciento del ingreso neto. Suena absurdo, y lo es, pero no por ello es menos real. Pemex debe tomar de otros ingresos para pagar, por cada dólar adicional al precio supuesto y por cada barril exportado, más de lo que recibe. Mientras más caro es el petróleo que Pemex exporta, como paga más de lo que recibe, le queda menos.

Resultado: como hay inversiones que ya no se pueden diferir, después de tantos años de restricciones, Pemex se debe de endeudar. Que si la Cámara de Diputados había aprobado, con el presupuesto, un nivel de endeudamiento, pues éste dato es ignorado y Pemex debe endeudarse en algunos casos más del triple de lo autorizado. En 1995, de una deuda aprobada por el Congreso de 5 mil 800 millones de pesos, se pasó a una de 18 mil 300 millones. En 1996, en vez de los 19 mil 400 millones aprobados, el endeudamiento fue de poco más de 25 mil millones. Para 1997, las cifras preliminares del endeudamiento neto de Pemex aumenta a más del triple, de 5 mil 700 millones de pesos de 1997 en 1996, a 17 mil 400 millones en el año que está por terminar.

Antier vimos en estas páginas el anticipo de que el supuesto de precio petrolero será, para 1998, de 14 dólares por barril, cuando en realidad anda por los 17 dólares. ¿Acaso tiene sentido empeñarse en matar y cenarse la gallina de los huevos de oro?